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El pasotismo de Luis Enrique con Mbappé y las sumas y restas con la oferta del Real Madrid
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una relación sin química

El pasotismo de Luis Enrique con Mbappé y las sumas y restas con la oferta del Real Madrid

Luis Enrique se desmarca del caso Mbappé y está más cómodo en un segundo plano. No gasta energía ni pierde el tiempo con un jugador que ha demostrado que no tiene palabra

Foto: Mbappé habla con Luis Enrique en Champions. (EFE/EPA/Christophe Petit Tesson)
Mbappé habla con Luis Enrique en Champions. (EFE/EPA/Christophe Petit Tesson)

Hay que creer a Luis Enrique cuando dice que Kylian Mbappé no le ha dicho qué va a hacer con su futuro. El entrenador no pinta nada en la decisión del francés, pero tampoco le quitan el sueño los planes que tenga el futbolista. El técnico asturiano no tiene interés ni pierde energía y tiempo en demostrar que la estrella del equipo es imprescindible.

Luis Enrique es diferente hasta para abordar un tema tan sensible y mediático como el futuro de Mbappé. No disimula su indiferencia, contesta con frialdad, como si Mbappé se tratara de un jugador más. Y no lo es. Para el Paris Saint-Germain sigue siendo un asunto primordial y Luis Enrique se mantiene al margen, sin inmiscuirse en el plan con el que seducir y convencer al futbolista de quitarle la idea de jugar en el Real Madrid. Es extraña su postura porque la posibilidad de ver la imagen de Florentino presentando a Mbappé la pone de los nervios a Nasser Al-Khelaïfi.

A Luis Enrique ni le va ni le viene. Le da absolutamente igual. Si algo tenía claro cuando fichó por el PSG es que no se va a quemar con este asunto. Lo que diga y haga el club lo da por bueno y seguirá el plan sin rechistar. Luis Enrique se desmarca del caso Mbappé y está más cómodo en un segundo plano.

Lo demostró desde el primer día que se hizo cargo del equipo. Aterrizó en París en el escenario de mayor tensión y confrontación entre el presidente y el jugador. Su postura fue alinearse con la estrategia del club, tragar con el castigo de dejar a Mbappé sin la gira de verano y recortar sus comparecencias ante la prensa. El futbolista conoció que con el entrenador no tiene un aliado y que a Luis Enrique no le importa construir un proyecto sin él.

placeholder Mbappé, pensativo en un partido del PSG. (Reuters/Benoit Tessier)
Mbappé, pensativo en un partido del PSG. (Reuters/Benoit Tessier)

Este es uno de los motivos por los que Mbappé prolonga el anuncio de su decisión. El transcurso de la temporada ha demostrado que la relación entre Luis Enrique y Mbappé no va más allá de lo profesional. Al asturiano le hemos escuchado hablar con pasión de futbolistas con los que se identifica. Como seleccionador, defendía con uñas y dientes a Gavi. A Mbappé lo respeta, pero no hay una química especial. Cada uno a lo suyo y un pacto de no agresión a la espera de que se anuncie la decisión.

Ahora, horas después, Le Parisien, uno de los periódicos franceses mejor informados sobre la actualidad del PSG, asegura que Mbappé ha elegido el Madrid y que el conjunto galo ya se resigna a darle por perdido: "Los dirigentes del club francés han tanteado el terreno con él y con su entorno y se han dado cuenta de que el máximo goleador de la liga francesa quería dar otro impuso a su carrera tras siete años en el PSG", señala el diario.

El PSG no da facilidades

¿Cuántas veces hemos escuchado a Mbappé hablar con admiración del trabajo de Luis Enrique? Ninguna. Tampoco se ha manifestado para mal, pero el episodio de Dortmund mostró sus diferencias. A Mbappé no le gustó ni ocultó que las órdenes del entrenador fueran conservadoras en el último partido de la fase de grupos de la Champions.

Luis Enrique sí ha tenido en alguna ocasión palabras de elogio a la categoría de jugador que es Mbappé. Tampoco es tan torpe como para tirar piedras contra su propio tejado. En el campo, es su jugador más desequilibrante. Fuera, lo mira con recelo.

La estrategia del club es no darle facilidades a Mbappé y que quede como un desagradecido si decide marcharse. De esta manera, le niegan una millonaria prima de fidelidad. El jugador tendrá que renunciar a una importante cantidad de dinero si no cumple con una temporada más en el PSG, como así pactó verbalmente con Al-Khelaïfi y posó con la camiseta del PSG hasta 2025 en el Parque de los Príncipes.

Foto: Joselu celebra un gol contra el Getafe y Vinícius corre a felicitarle. (EFE Kiko Huesca)

La palabra de Mbappé no tiene mucho valor. Su problema es que carece de credibilidad. Florentino también lo pudo comprobar cuando le dejó tirado en mayo de 2022. Desde ese momento, el presidente del Real Madrid decidió que, si en algún momento se presentaba la ocasión de volver a acometer el fichaje, tendría que ser con otras condiciones económicas.

Y en eso está Mbappé. Haciendo sumas y restas con la oferta del Real Madrid para soltar la bomba en cualquier momento y anunciar en qué equipo va a jugar la próxima temporada. Si elige el Real Madrid, tiene muy claro que el salario será el más alto de la plantilla, pero estará por debajo de lo que le ofrece el Paris Saint-Germain.

Hay que creer a Luis Enrique cuando dice que Kylian Mbappé no le ha dicho qué va a hacer con su futuro. El entrenador no pinta nada en la decisión del francés, pero tampoco le quitan el sueño los planes que tenga el futbolista. El técnico asturiano no tiene interés ni pierde energía y tiempo en demostrar que la estrella del equipo es imprescindible.

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