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El señorío de Diego López: "En el Real Madrid cuidé y respeté mucho los valores del club"
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El señorío de Diego López: "En el Real Madrid cuidé y respeté mucho los valores del club"

El Real Madrid le dio mucho y él le devolvió más con su trabajo y una actitud ejemplar. Diego López podía haberse despedido en la sala de trofeos del Bernabéu. Lo hizo en silencio

Foto: Diego López, en un Clásico entre el Real Madrid y el Barcelona. (EFE/JuanJo Martín)
Diego López, en un Clásico entre el Real Madrid y el Barcelona. (EFE/JuanJo Martín)

Diego López se retiró del fútbol en paz y en el más absoluto de los silencios. No buscó el protagonismo ni se le pasó por la cabeza que con una carrera de más de 20 años en la portería de diferentes equipos y 684 partidos merecía el aplauso de la afición y en un estadio de fútbol. Colgó los guantes en un foro, en Galicia, su tierra y de la manera más humilde y modesta. Así ha sido la trayectoria de un guardameta que dejó Lugo con 17 años para formarse en la cantera del Real Madrid, lograr el último ascenso del Castilla a la Segunda división y competir con Iker Casillas por el puesto de titular en el primer equipo.

El recuerdo que ha dejado en la masa social del Real Madrid es imborrable. No le hizo falta ser mediático para que le valoraran el nivel que alcanzó y que un día le reconoció Mourinho y provocó una división. Él se apartó del ruido y priorizó el club. El que tiene principios los conserva hasta el final. Y Diego López lo demostró. Sigue en esta línea, la del agradecimiento con los valores que le inculcaron en el club blanco: de respeto, el equipo por encima del individualismo y el sacrificio.

El Real Madrid le dio mucho y él le devolvió más con su trabajo, las oportunidades que tuvo y el buen comportamiento. Podía haberse despedido en la sala de trofeos del Bernabéu, pero no quiso. Podía haberlo hecho en el campo del Espanyol, club en el que hizo historia. Tampoco lo pensó. Tuvo una época destacada en el Villarreal que le llevó a la Selección. Jugó en el Sevilla y en el Milan. Acabó en el Rayo y decidió que ya lo había dado todo en el fútbol cerca de cumplir los 42 años.

Diego López, siempre en un segundo plano, trabajador incansable, ejemplo de compañerismo y profesionalidad, hace un repaso en El Confidencial de su carrera, aprendizaje y lo que le ha aportado el fútbol. Cuenta sus sensaciones y experiencias siempre desde el respeto.

Foto: Aridane da la mano a Kroos tras el partido contra el Rayo. (EFE/Sergio Pérez)


PREGUNTA. ¿Por qué se ha retirado del fútbol en silencio y sin un gran homenaje?

RESPUESTA. Entendí que lo mejor para dar la noticia de mi adiós definitivo era donde empecé a jugar al fútbol. En Sarria, al lado de mi pueblo. Quise que fuese en mi tierra, donde empecé. No tenía nada programado. Soy una persona que también se mueve mucho por el momento. Para unas cosas soy muy organizado, pero para este tipo de cosas con más sentimiento yo tenía claro que ya no iba a jugar más. Estaba en el mercado, pero dentro de mí tenía claro que había llegado el momento final. Tampoco era cuestión de alargar más la historia.

P. ¿No habría sido mejor retirarse en un campo de fútbol y con la ovación de la grada?

R. Sí, pero el último año no fue el más propenso para eso. Sinceramente, en la última temporada en el Espanyol y en el último partido contra el Granada fue una cierta despedida. Había estado allí seis años. No me despedí del fútbol porque seguí en el Rayo y me encontraba muy bien para seguir jugando. Pero ya en el Rayo no hubo posibilidad de hacerlo en un campo y con la afición. Entonces creo que hay que adaptarse un poco a como son las circunstancias y yo me voy satisfecho igualmente.

P. Los finales no son como se programan y eligen. ¿Son como surgen?

R. Pocos jugadores pueden elegir cómo es su final. Como hizo Zidane en el Real Madrid. Hay jugadores que optan más por programar y otros que queremos prolongar más la carrera. Al final hay que hacer una valoración muy amplia de todos los años y a mí el momento de despedida no es que me guste demasiado.

placeholder Diego López y Casillas, en un entrenamiento del Real Madrid. (EFE/Javier Lizón)
Diego López y Casillas, en un entrenamiento del Real Madrid. (EFE/Javier Lizón)

P. ¿Con qué sensación se va del fútbol?

R. Plena. Al final me voy agotado. He dado todo lo que tenía y la verdad es que haber jugado a otro nivel que no fuera profesional no me lo pedía el cuerpo. Creo que he hecho un esfuerzo muy grande durante toda mi carrera para jugar donde he jugado, los partidos que he jugado y al nivel que lo he hecho. Y hasta la edad en la que he competido. Ese esfuerzo al final se paga. A nivel mental ya me costaba y sentía que era el momento justo.

P. ¿Influye más lo mental o lo físico para dejar el fútbol?

R. Yo creo que lo mental. La verdad es que estaba muy bien físicamente. Es cierto que con casi 42 años siempre hay dolores, pero eso es durante toda la carrera. Es difícil que un jugador no tenga molestias. Pero es más por el último año, que mentalmente me hizo perder un poco esa ilusión y esas ganas de seguir jugando.

P. ¿Tiene algo de nostalgia?

R. La verdad es que no. Tenía muy claro que no la iba a tener. He entrenado muchísimo, he tenido que hacer muchísimo esfuerzo para conseguir lo que he conseguido. Llegué al Real Madrid y tuve que entrenar muchísimo más que los demás para, poco a poco, alcanzar el nivel. Siempre me ha gustado mucho entrenar, he disfrutado, pero al final hay un desgaste muy grande.

Foto: Mbappé celebra un gol en un partido del PSG. (ZUMA/Matthieu Mirville)

P. ¿Considera que le ha costado más que a otros?

R. Bueno, de inicio sí. Luego ya cuando llegué al nivel profesional no. Llego al Real Madrid con 17 años y venía con cero trabajo específico, y eso hay que recuperarlo con años y mucho trabajo y dedicación. Mañana y tarde. Todos los días para intentar llegar al nivel que tienen los otros compañeros. Luego, cuando subo al primer equipo, entro en una dinámica normal. Pero bueno, siempre me ha gustado mucho entrenar y a veces he entrenado demasiado.

P. ¿Cómo fue esa llamada del Real Madrid y su fichaje?

R. Una gran alegría y un sueño. Estoy jugando en Lugo, en categoría juvenil nacional y me llama el Real Madrid para incorporarme a la cantera. Es el club de mi infancia y el sueño era poder alcanzar jugar en el primer equipo. Que te llame el Real Madrid es muy difícil, pero más difícil todavía es conseguir ser profesional durante tantos años.

P. ¿Se le ha quedado alguna espina clavada con el primer equipo del Real Madrid?

R. Cuando llego al primer equipo se cumple mi primer sueño, pero soy consciente de que con eso no me llega. Soy muy competitivo, muy exigente, siempre quiero más, busco la perfección, superarme y ahí sabía que tenía que buscar otras opciones porque yo me sentía con capacidad para jugar habitualmente.

P. En esa época había demasiada competencia con Iker Casillas. ¿Cómo se lleva?

R. Sí, claro. Me tiré tres años. En uno participaba también con el Castilla y otros dos años en los que jugaría ocho o 10 partidos. Entonces, mi intención era jugar habitualmente y por eso mi fichaje por el Villarreal.

placeholder Diego López, en su despedida del Espanyol. (EFE/Alejandro García)
Diego López, en su despedida del Espanyol. (EFE/Alejandro García)

P. ¿Uno de sus mejores momentos es el ascenso a la Segunda división con el Castilla?

R. Sí, es mi primer gran triunfo. Era muy importante para la cantera y hacía muchos años que el Castilla no estaba en Segunda división. Nos juntamos una serie de jugadores que formamos un gran grupo, una gran generación y conseguimos ese ansiado ascenso.

P. Tiene que salir del Real Madrid porque quiere jugar y pasa por el Villarreal, Sevilla, regresa al Madrid, luego se va a Italia a jugar con el Milan, ficha por el Espanyol y hace historia con el ascenso, un récord de imbatibilidad y jugar en Europa, y acaba en el Rayo. ¿Cómo es todo ese recorrido?

R. Muy bonito. Echas la vista atrás y claro que hay momentos en los que uno está más acertado, pero en líneas generales tengo que estar muy satisfecho con la carrera que he tenido. Primero porque jamás me había imaginado que iba a vivir algo así. He disfrutado de grandes equipos, he compartido vestuario con grandes compañeros, con grandísimos entrenadores, enormes adversarios, estadios de todo el mundo, he jugado todas las competiciones, he sido internacional. Creo que está muy bien. Al final, uno siempre quiere más. Podía haber sido mejor o peor, pero hay que ser realistas y creo que ha estado muy bien.

P. ¿Cuál ha sido el entrenador que más le ha impactado en su larga carrera?

R. Bueno, yo creo que Mourinho. Con Pellegrini en el Villarreal también hicimos un gran trabajo y un buen grupo. Con la llegada de Ancelotti... Rubi en el Espanyol. He tenido muchos entrenadores y he intentado aprender de todos.

Foto: Juanele en el juicio por quebrantar una orden de alejamiento. (EFE/Juan González)

P. Esta pregunta se la habrán hecho muchas veces: esa etapa en la que Mourinho reivindica que usted es el mejor portero que tiene el Real Madrid ¿la vivió con mucha tensión

R. En el Real Madrid todo tiene mucha repercusión. Yo disfruté mucho. Estuve a la altura y no solo deportivamente. Cuidé mucho los valores del club, que es sumamente importante y yo me fui muy satisfecho. A día de hoy, por suerte, voy al estadio y por la calle hay muchos socios que me lo reconocen. Para mí es una enorme satisfacción personal.

P. ¿Nota el cariño del madridismo, que su imagen, trabajo y comportamiento han sido valorados

R. Yo soy un madridista más y haberlo vivido desde dentro y desde fuera sabes mejor lo que significa este club. Lo que siempre tuve claro que había que tenerle mucho respeto a la entidad y la masa social. Eso creo que la gente lo ve y lo valora y para mí, evidentemente, es una enorme satisfacción. Cuando voy al Bernabéu la gente me da palabras cariño, me dicen que se acuerdan de mí, recibo elogios, me dan las gracias y esta es la mayor gratificación que uno puede tener después de haber vivido un momento en el que había mucha división. Por encima de todo queda el reconocimiento humano a mi persona.

P. El puesto de portero es el más especial y en el que existe más competencia. ¿Esto provoca que se lleven mejor o peor?

R. Te tienes que llevar bien, pero sí es verdad que hay mucha competencia. Está claro. Hay que saber separar el aspecto profesional del personal. A veces no es fácil de llevar, pero yo entiendo el fútbol como un deporte de equipo. Quien no lo entienda de esta manera, lo que hace es perjudicarse a sí mismo.

P. ¿Le intentaron enfrentar con Iker Casillas? ¿Se enredó con esta competencia en la portería del Real Madrid?

R. Salieron muchas cosas, pero eso es personal mío. No voy a valorarlo y menos ahora después de tanto tiempo.

placeholder Diego López, en un derbi catalán de Copa junto a Piqué. (EFE/Andreu Dalmau)
Diego López, en un derbi catalán de Copa junto a Piqué. (EFE/Andreu Dalmau)

P. ¿Qué le ha dado el fútbol después de tantos años

R. Todo. Muchas amistades, experiencias y valores. Sabiendo elegir, hay gente maravillosa.

P. ¿Cuál es el delantero que le dio más problemas y le ha dejado marcado?

R. Messi y Cristiano Ronaldo. Pero me acuerdo también de la época de Falcao en el Oporto y el Atlético de Madrid. Me hizo muchos goles. Me acuerdo que con el Oporto, en unas semifinales de la UEFA, nos destrozó. Y con el Atlético de Madrid era excepcional. Con Messi y Cristiano hay pocas palabras para definirlos. A Cristiano le pude tener de compañero y fue una experiencia única por entrenar con él a diario, ver lo profesional que es y su mentalidad. Y a Messi lo he sufrido durante muchísimos años. Es también una alegría poder haber jugado contra estos jugadores y se lo podré contar a mis nietos. Les diré que le paré dos penaltis a Messi. Creo que fui el único portero que le paró dos penaltis. Los dos en Copa. Con el Villarreal y el Espanyol.

P. ¿Cómo definiría su carrera en el fútbol?

R. De sacrificio y exigencia. He intentado ser lo más profesional y lo más justo conmigo mismo y con el deporte y dar siempre lo máximo en todos los clubes en los que he estado.

P. ¿Y qué va a hacer Diego López en su nueva vida?

R. Tengo proyectos que me tienen bastante liado. Estoy haciendo también el curso de entrenador en el segundo nivel. También cuidar el tema familiar, de mi mujer, tengo tres hijas y es una de las razones por las que decidí dejarlo. Tengo más tiempo. Y suelo ver bastante fútbol. Voy a los estadios a ver al Real Madrid y a mi Espanyol. Me sigue gustando el fútbol y evidentemente es mi vida. Este año he cogido una pausa y veremos si surge algo a nivel profesional y empiezo otra etapa.

Diego López se retiró del fútbol en paz y en el más absoluto de los silencios. No buscó el protagonismo ni se le pasó por la cabeza que con una carrera de más de 20 años en la portería de diferentes equipos y 684 partidos merecía el aplauso de la afición y en un estadio de fútbol. Colgó los guantes en un foro, en Galicia, su tierra y de la manera más humilde y modesta. Así ha sido la trayectoria de un guardameta que dejó Lugo con 17 años para formarse en la cantera del Real Madrid, lograr el último ascenso del Castilla a la Segunda división y competir con Iker Casillas por el puesto de titular en el primer equipo.

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