El Real Madrid entierra al Barça en la Supercopa y Vinícius firma la defunción de Xavi (4-1)

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El Real Madrid aplastó al Barcelona en la final de la Supercopa de España (4-1). El equipo de Carlo Ancelotti devolvió al Barcelona de Xavi Hernández la goleada del año pasado y enterró las posibilidades del Barça de encontrar en el trofeo saudí un trampolín para remontar su mala temporada. La superioridad blanca, basada en los demoledores contragolpes culminados por un letal Vinícius Júnior, con hat-trick incluido, y Rodrygo Goes, liquidó al Barça. El equipo azulgrana estuvo perdido sin la pelota, no reaccionó en ningún momento y acabó con 10 jugadores por la expulsión de Ronald Araújo.

El conjunto blanco olió la sangre y fue a herir de muerte al Barcelona. El plan defensivo del Barça, basado en tratar de robar arriba sin presionar al poseedor del balón, abrió la puerta a los jugadores blancos y el Real Madrid trituró al Barça al espacio. El equipo catalán, con la presión desorganizada y unos repliegues lentos, posibilitó que Jude Bellingham y Toni Kroos lanzaran y que Rodrygo Goes y Vinícius Júnior corrieran al espacio.

En apenas cuatro minutos, el Real Madrid había gozado de dos oportunidades para ponerse por delante, con Rodrygo suelto por la derecha tras una combinación con Dani Carvajal. El Barça quiso responder con un disparo de Ferran Torres, pero sería Bellingham quien rompería el sistema defensivo azulgrana con un pase a la espalda de Koundé para que Vinícius, en un gran error del francés, driblara a Iñaki Peña y adelantara a los blancos.

El brasileño lo celebró como Cristiano Ronaldo en un recordatorio de lo que pensaba hacer en la final: ser ultradecisivo. Solo dos minutos después, tras un nuevo mano a mano de Rodrygo al espacio, Vinícius empujó como pudo el envío de su compatriota y puso el 2-0 en el minuto 10. El Barça, medio noqueado, buscó reponerse y Ferran Torres estrelló la pelota en el travesaño.

Un contragolpe letal

El equipo azulgrana trató de estructurarse a través de la pelota, con Gündogan y De Jong por dentro y un Pedri desaparecido. No funcionó. Otra vez Rüdiger encontró un páramo a la espalda de la defensa azulgrana y Vinícius no hizo el tercero por poco. El Barça era un juguete en las manos del Real Madrid, que le entregaba la pelota para crearle una trampa mortal al contragolpe.

El Barça temblaba en cada pérdida de balón y solo Ferran Torres lo intentaba arriba. Sin embargo, en el minuto 33 y tras una jugada muy larga azulgrana, Lewandowski cazó una volea para meter a su equipo en el encuentro. El Real Madrid se había metido atrás cuando podía hacer sangre y el Barça respiró... por tres minutos. En un centro de Tchouámeni, Araújo derribó a Vinícius de manera absurda y el propio delantero se encargó de colocar el 3-1.

Al descanso, la mejor noticia para el Barça era el marcador tras salvarse de una goleada histórica. La segunda parte inició sin cambios y con un Barça que trató de organizarse a través del balón de nuevo. No cambiaría nada en los de Xavi, ahogándose en el ataque estático y dejando un desierto al contragolpe. El Madrid esperaba su oportunidad y Vinícius despegaba a la mínima ocasión.

Xavi no reaccionó... ni tampoco el Barça

Y la encontró, aunque le faltó un palmo para cerrar el partido tras un pase magnífico de Bellingham. El Barça llegaba al área blanca, pero sin ideas ni fluidez. Con Pedri, De Jong y Gündogan amasando la pelota y sin dribladores en el campo. Solo Ferran Torres y Sergi Roberto, como extremo por momentos en la derecha, amenazaban al espacio y cargaban el corazón del área.

El Real Madrid se gustó en la segunda parte, con Vinícius sacando de sus casillas a Araújo y Bellingham danzando ante los centrocampistas azulgranas. Sin reacción culé, Xavi Hernández movió el equipo en el minuto 60 con un triple cambio: salieron Sergi Roberto, Pedri y Ferran Torres y entraron Lamine Yamal, Fermín López y Joao Félix.

En el minuto 64, sin embargo, el Madrid mataría el partido. En tan solo cuatro toques, Carvajal habilitó la carrera de Valverde, el uruguayo encontró a Vinícius y el brasileño, tras buscar la asistencia a Bellingham, encontró a un Rodrygo letal que anotó el cuarto tanto de la noche. Sin embargo, habría más desgracias para el Barça en la final. En el minuto 71, con el Madrid sobrado y tocando sin problemas, Araújo voló por los aires a Vinícius y dejó al Barça con 10 hombres.

El público de Riad cantó el "olé, olé", con Tchouámeni regalando otro gol a Bellingham que solo Iñaki Peña salvó. Ancelotti sentó a Rodrygo por Brahim en el primer cambio de los blancos. Solo cuatro minutos después, con el Real Madrid volcado en ataque, Koundé salvó el quinto de Bellingham tras una gran jugada de Brahim.

Joao Félix reaccionó antes de que entraran Modric y Camavinga por Kroos y Vinícius, pero Lunin apareció bajo palos. En los últimos minutos, Joselu y Ceballos saltaron al campo por Bellingham y Valverde, pero el marcador ya no se movería. El Real Madrid gana el primer título del año y se convierte en el nuevo campeón de la Supercopa de España.