Solo el Real Madrid puede resucitar al Barcelona de Xavi en la Supercopa de España

El Barcelona logró doblegar a Osasuna en la semifinal de la Supercopa de España y habrá Clásico en la gran final (2-0). El gol de Robert Lewandowski maquilló un partido mediocre, gris, lleno de interrupciones y falto de talento en casi todas las facetas del juego azulgrana hasta que Lamine Yamal cerró el marcador. La noticia, además de la victoria del Barcelona, es que el equipo de Xavi Hernández ganó un encuentro por más de un gol de diferencia por primera vez desde el 19 de septiembre de 2023, cuando derrotó por 5-0 al Amberes.

Cuatro meses y 21 partidos más tarde, el equipo azulgrana consiguió vencer, y no solo por la mínima. Sin embargo, aunque Xavi Hernández firmara ganar el encuentro por un solo tanto de diferencia en la previa, el Barça volvió a mostrar síntomas de proyecto agotado. Lejos de la supuesta excelencia y el clic que el equipo busca en los últimos meses... y que podría llegar en la final.

El plan de partido no funcionó y Osasuna tuvo ocasiones claras para dar el primer golpe de la semifinal, solo lastrado por su poca contundencia. El centro del campo conformado por Ilkay Gündogan, Frenkie de Jong y Sergi Roberto no supo coordinarse y complementarse. Pese a que Osasuna optó por replegarse en su campo, los centrocampistas azulgranas tuvieron serías dificultades para imprimir ritmo, velocidad y tensión a la posesión catalana.

Sin enlaces entre líneas ni futbolistas que aceleraran el juego en los últimos metros, el Barça generó muy poco en ataque para la cantidad de balón que amasó. Como síntoma, los cero regates completados que acumulaban Robert Lewandowski, Ferran Torres y Raphinha al final del primer tiempo. Es cierto que Lewandowski tuvo una ocasión manifiesta de gol que Sergio Herrera le negó en la primera parte, pero la acción fue un oasis en la ausencia de desborde ofensivo y de mecanismos colectivos para desarbolar la defensa rojilla. Tampoco brilló la presión tras pérdida.

Osasuna explotó por la posible falta

El plan ofensivo del Barcelona se limitó a pasarse la pelota sin lograr dañar de verdad al rival hasta el segundo tiempo, donde los jugadores de Osasuna pidieron falta de Christensen sobre Arnáiz en la acción en la que nació el gol culé.

"Lo habéis visto todos. La cantidad de faltas que se pitan así, la cantidad que en la primera parte se han pitado todas a favor del Barça. Muy evidente, falta muy clara para mí. A los tres minutos misma jugada y se pita para el mismo lado", afirmaría David García en Movistar+.

Por su parte, Sergio Herrera también explotaría en Radio Marca: "Es una competición hecha para que jueguen Real Madrid y Barça. Se debería vivir con nuestra gente y lo debería disfrutar la afición española. Venimos aquí porque es nuestra profesión".

El pase de Gündogan activó a Lewandowski y el polaco, a diferencia del primer tiempo, no perdonó ante el portero rojillo. El gol no permitió controlar el partido al Barça, que no halló temple con la pelota hasta que Pedri, capaz de aglutinar contrarios y juntar al equipo, modificó el centro del campo. El triunfo en la semifinal permitirá al Barcelona medirse al Real Madrid en la gran final.

El Real Madrid puede enterrar al Barça

La Supercopa de España contra el Real Madrid significó el primer título de Xavi Hernández como entrenador azulgrana en 2023. Y, sin ningún tipo de duda, el mejor partido que el Barcelona ha jugado bajo su tutela. El trofeo sirvió como punto de inflexión en LaLiga para una entidad con graves problemas económicos y que ansiaba generar ilusión en dosis industriales.

El equipo azulgrana estaba tocado de muerte tras caer en la fase de grupos de la Champions League por segundo año consecutivo. Y el Real Madrid tuvo la oportunidad de propinarle una herida mortal al proyecto de Xavi Hernández.

Sin embargo, el Barça arrasó al Real Madrid y el equipo blanco perdió una oportunidad histórica de hacer sangre a un club que se tambaleaba. El Barça tiene en su mano repetir la jugada y el Madrid, arreglar aquel desastre. Es un partido que podría catapultar la temporada del Barça, todavía con todos los títulos en juego, o bien, en caso de derrota abultada, hundir definitivamente al equipo.

Al finalizar el encuentro en Arabia Saudí, Xavi no se escondía. "¿Clic la Supercopa? Ojalá, es una final. Las finales no se juegan, se ganan. Queremos competirla ante un rival al que ayer vi muy bien. Pero no hay favoritos, es un Clásico. Ojalá nos salga la final como el año pasado. Somos los vigentes campeones y, por lo menos, la disfrutaremos". El Clásico podría decidir el destino de Xavi Hernández.