Es noticia
Los árbitros ratifican que Negreira era "como un general" para el colectivo: "Jugaban con el miedo"
  1. España
el poder del exvicepresidente

Los árbitros ratifican que Negreira era "como un general" para el colectivo: "Jugaban con el miedo"

Las declaraciones ante la Guardia Civil sitúan al exvicepresidente del estamento arbitral como una persona clave en los ascensos y descensos de colegiados mientras cobraba del Barça: "Hacían lo que querían"

Foto: El presidente del Barça, Joan Laporta. (EFE/Alejandro García)
El presidente del Barça, Joan Laporta. (EFE/Alejandro García)
EC EXCLUSIVO Artículo solo para suscriptores

Las declaraciones de los árbitros ante la Guardia Civil sitúan al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira como una persona clave a la hora de decidir los ascensos y los descensos de los colegiados a final de temporada durante el tiempo que cobraba del Fútbol Club Barcelona.

Así consta en las declaraciones que han prestado los árbitros como testigos en la causa judicial que investiga el pago de más de siete millones de euros a Negreira a cambio de un presunto trato de favor al Barça. Califican al número dos del CTA "como un general o un coronel" y le acusan de formar parte de una maquinaria opaca de premios y castigos: “Jugaban con el miedo”.

El Confidencial ha tenido acceso en exclusiva al contenido de interrogatorios que obran en el sumario que lidera el Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona. Uno de los testigos más destacados es Antonio Mateu Lahoz, que pitó en Primera División entre 2008 y 2023. Cuando la Guardia Civil le preguntó por el poder que tenía Negreira en el CTA, Mateu contestó con un símil: “En un contexto jerárquico y opaco como es el colectivo arbitral, sería equivalente a un general o un coronel”.

Sus palabras desmienten la versión ofrecida por la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), que restó peso a Negreira cuando saltó el escándalo de los pagos del Barça. El actual máximo responsable de los árbitros, Luis Medina Cantalejo, dijo que “era vicepresidente (...) pero no se sabía muy bien cuál era su cometido”. “El contacto que tenía con los árbitros era mínimo. No sabíamos qué competencias tenía, ha estado muchísimos años, pero estaba prácticamente en la sombra, no le podemos declinar ninguna competencia importante en el comité”, relató entonces Medina Cantalejo.

Foto: Árbitros, en un partido del Barcelona en 2020. (Getty/Alex Caparros)

Los exárbitros profesionales han ofrecido detalles a la Guardia Civil que diseccionan la maquinaria opaca que condicionó durante décadas los ascensos y descensos de los colegiados y sitúan a Negreira en la cúspide de esa estructura. Pino Zamorano, que pitó seis temporadas en la máxima categoría, explicó a los agentes que Negreira era inicialmente la persona que les daba las charlas técnicas, pero el dirigente pasó después a comunicar personalmente los ascensos y descensos de categoría.

Pino Zamorano aclaró que las notas que les ponían por su actuación en el campo “no valen absolutamente nada”. “Los que mandan y deciden son la cúpula del CTA junto con los presidentes de las federaciones territoriales, que ascienden o descienden a su antojo a los componentes de la plantilla arbitral”.

Este otro testigo detalló a la Guardia Civil que, por cada partido, había un informador que hacía una evaluación objetiva de sus aciertos y errores. Sin embargo, “el CTA se sacó de la manga el índice corrector o el denominado índice corruptor, de manera que se juega con el miedo y se anulan las valoraciones objetivas ascendiendo y descendiendo a quien se le antoja”. Esos informadores a los que se les corregían sus informes eran, por lo general, exárbitros “elegidos a dedo por el CTA”.

"Hacían lo que querían"

Durante un tiempo, esos informadores se reunían con los árbitros para analizar sus errores, pero les ocultaban la nota. Más tarde, esas evaluaciones les llegaban a casa, ya sí, con una puntuación. “Si bien no valía para nada, ya que hacían lo que querían”, insistió Pino Zamorano. Los informes se remitían a un cargo intermedio del estamento arbitral que, a su vez, los elevaba a la junta directiva del CTA, que integraban cuatro personas, entre ellas, José María Enríquez Negreira. Esos evaluadores no tenían un criterio uniforme. “Dependía mucho de qué partido fuera y sobre todo de quién lo pitara”, relató Pino Zamorano.

"Se anulan las valoraciones objetivas ascendiendo y descendiendo a quien se le antoja"

Según su testimonio, el llamado índice corrector se empleaba antes incluso de aprobarse de manera oficial. “Se trata de una nota subjetiva, utilizada para cuadrar ascensos y descensos a antojo del CTA”.

A su juicio, el Barcelona pagó durante años a Enríquez Negreira porque “buscaba un interés deportivo en cuanto a trato de favor del CTA y sus árbitros”, si bien opinó que Negreira “les vendió humo”. Pino Zamorano no cree que tuviesen poder para alterar la competición. El Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona no está tan convencido e investiga los pagos de más de siete millones de euros por parte del Barça entre 2001 y 2018.

Otro de los árbitros que han declarado en el caso es Santiago Jaime Latre, con ocho años en Primera División. Actualmente, sigue dentro de la estructura de la RFEF como colegiado del VAR. Coincidió en que los informes que hacían los evaluadores “no condicionan las evaluaciones finales de los jefes”. Confirma también que los documentos en los que se analizaba su actuación les llegaban con las notas borradas: “Con ello, lo que se pretendía es que los miembros del colectivo arbitral no pudiesen comparar sus notas”.

Foto: Jorge Pautasso (2-i), en un entrenamiento dirigido por Martino (d). (EFE/Alejandro García)

Según razonó ante la Guardia Civil, Negreira era conocedor de esta dinámica porque era la persona que llamaba al árbitro para “informarle de su valoración y de exponerle los aspectos en los que consideraba que debía mejorar”.

Jaime Latre dice que el índice corrector no está recogido en ningún reglamento, pero admite que “se hablaba de él porque, una vez hechos los informes por parte de los delegados informadores, se establecía una media y en base a ella la cúpula del CTA realizaba correcciones de la nota al alza, a la baja o la mantenía”. Luego, esa cúpula —en la que estaba Negreira hasta 2018— decidía los ascensos de árbitros entre los que ellos consideraban que eran los mejores, según este colegiado, quien indicó que en esa época se tenía en cuenta también el cupo territorial.

Negreira firmaba los descensos

En sus respuestas a los investigadores del Instituto Armado, llegó a desvelar que Negreira era el encargado de validar finalmente qué árbitros seguían en la máxima categoría. “Era una persona muy reservada y no solía hablar en público ni dar muchas explicaciones, las actas de ascensos y descensos sí las firmaba”. Jaime Latre expuso que, a juzgar por su experiencia, no cree que los pagos del Barça al clan Negreira fueran suficientes para alterar la competición, pero entiende que ese dinero era “para que arbitralmente no les perjudicasen”.

No descartó, en cualquier caso, que esos pagos pudiesen influir a la hora de proyectar a algunos árbitros en detrimento de otros. Jaime Latre se limitó a contestar que en su caso no fue así. El Barça sostiene que las cantidades millonarias que pagó al clan Negreira eran a cambio de unos informes arbitrales en los que se analizaban las características de cada colegiado para conocimiento de la plantilla. Los investigadores ponen en duda estas explicaciones y los exjugadores y exentrenadores culés que han hablado del caso Negreira afirman que nunca tuvieron conocimiento de esos trabajos.

Las declaraciones de los árbitros ante la Guardia Civil sitúan al exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira como una persona clave a la hora de decidir los ascensos y los descensos de los colegiados a final de temporada durante el tiempo que cobraba del Fútbol Club Barcelona.

Caso Negreira FC Barcelona Barcelona Real Federación Española de Fútbol
El redactor recomienda