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Los árbitros que pitaban al Barça iban de karaoke con Negreira y los llevaban al Camp Nou en "coches de lujo"
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SE LEVANTA EL SECRETO DE SUMARIO

Los árbitros que pitaban al Barça iban de karaoke con Negreira y los llevaban al Camp Nou en "coches de lujo"

Mateu Lahoz, Jaime Latre y Pino Zamorano declaran que los colegiados también iban a cenar a un restaurante del clan y que Enríquez Romero los acompañaba hasta los vestuarios: “No se podía declinar, era el hijo del jefe"

Foto: Mateu Lahoz arbitrando un partido del Barça. (EFE/Andreu Dalmau)
Mateu Lahoz arbitrando un partido del Barça. (EFE/Andreu Dalmau)
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Los exárbitros de Primera División Antonio Mateu Lahoz, Santiago Jaime Latre y Alfonso Pino Zamorano declararon a la Guardia Civil que los colegiados que se desplazaban a Barcelona para pitar al Barça solían reunirse con José María Enríquez Negreira en un restaurante de la pareja sentimental del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y también acudían con el dirigente a un karaoke. El hijo de Negreira, Javier Enríquez Romero, los llevaba además al Camp Nou en "coches de lujo", un acompañamiento al que no era fácil negarse porque era “el hijo del jefe”.

Las declaraciones de Mateu Lahoz, Jaime Latre y Pino Zamorano, a las que ha tenido acceso El Confidencial, se produjeron en el mes de julio y forman parte del sumario que instruye el titular del Juzgado de Instrucción Número 1 de Barcelona, Joaquín Aguirre, en torno a los pagos millonarios que el FC Barcelona hizo durante casi dos décadas al número dos de los árbitros y a su hijo.

La tesis de los investigadores es que este dinero permitió presuntamente al Barça obtener un trato de favor en el CTA, el órgano de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) encargado de ascender y descender de categoría a los árbitros y de designarlos para todas las competiciones nacionales disputadas por el club blaugrana. La relación del Barça con Negreira se cortó de forma abrupta a mediados de 2018 cuando éste último dejó la vicepresidencia del estamento arbitral.

Pino Zamorano, que estuvo seis temporadas en Primera División, contó a los agentes que un día coincidió con Negreira "en un karaoke en Barcelona junto con otros compañeros". Según dijo, "[Negreira] estaba acompañado de varios equipos arbitrales". Uno de ellos era el también exárbitro profesional Marroza Freire, ya fallecido. Los guardias civiles le preguntaron por su relación con Negreira y su hijo. Pino Zamorano contestó que, fuera del ámbito deportivo, sólo coincidió con el dirigente arbitral en esa ocasión.

Por su parte, Mateu Lahoz manifestó a la Guardia Civil que compañeros suyos “iban a cenar a un restaurante regentado por la pareja de José María Enríquez Negreira”. Explicó a los investigadores que, en el año 2013, después de arbitrar un encuentro entre el Espanyol y el Valladolid, uno de sus asistentes le “comentó que la cena estaba organizada”. Les había invitado uno de los informadores de aquel encuentro, que era “muy amigo de Negreira”. Mateu declaró que declinó la oferta y que prefirió quedarse a cenar en el hotel Renaissance, el mismo en el que se hospedaba.

Jaime Latre dio más datos a los agentes sobre el lugar en el que se organizaban esas cenas. Dijo que era “un bar no muy grande de la pareja de Negreira”. Este árbitro, que actualmente dirige los encuentros desde la sala VAR, admitió que él mismo acudió a una cena en ese lugar “con un compañero de la Federación catalana” y cenó “con José María Enríquez Negreira”.

“Era habitual que los árbitros de Segunda B se juntasen a cenar con los árbitros de Primera y Segunda”. Jaime Latre también detalló la información que avanzó El Confidencial sobre los acompañamientos del hijo del vicepresidente de los árbitros Javier Enríquez Romero, quien figura como imputado en el caso junto a su padre; los expresidentes del Barça Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu; el actual mandatario, Joan Laporta, y varios exdirectivos del club.

Foto: Laporta y Florentino, en un desayuno en diciembre de 2022. (EFE/Mariscal)

Según Jaime Latre, el hijo de Negreira le acompañó en “dos o tres ocasiones” cuando tuvo que ir a arbitrar partidos a Barcelona. Relató que le llevó “en dos coches de lujo”. "Se trataba de Mercedes Coupé oscuro GLE, eran coches que llamaban la atención”. Enríquez Romero le llamaba por la mañana, acudía al hotel en el que estaba hospedado, tomaban un café y luego le acercaba al campo. “No era posible declinar esa oferta porque se trataba del hijo del jefe”, contó Jaime Latre a la Guardia Civil. También dijo que esto ocurría con “la mayoría de árbitros” que visitaban la Ciudad Condal.

Tanto Jaime Latre como Mateu Lahoz afirmaron desconocer que los Negreira trabajasen para el Barça en esa época. A juicio del primero, Javier Enríquez Romero acompañaba a los colegiados “porque era su forma de acceder al estadio y poder entrar en contacto con futbolistas u otros posibles clientes”. Enríquez Romero ejercía de coach y daba charlas motivacionales tanto a árbitros como a futbolistas.

Jaime Latre era uno de sus clientes y, según declaró, siempre le pagó por transferencia, sin contrato previo ni tampoco facturas. Para este negocio privado fue clave el papel de formación que Enríquez Romero ofrecía a la plantilla de colegiados bajo el paraguas del CTA. “Si no hubiese sido el hijo de Negreira, no hubiera podido dar esas clases”, opinó Mateu en sede policial.

"Hasta los vestuarios"

Todos en el estamento arbitral sabían que Enríquez Romero era el hijo del vicepresidente del CTA. Los acompañaba “hasta los vestuarios”, narró Jaime Latre, quien recordó cómo en una ocasión, incluso, le pidió “acceder al césped en la revisión de la hora y media anterior al partido”, pero le dijo que no.

El Barcelona, por medio de su actual presidente, Joan Laporta, justificó los pagos millonarios al clan Negreira por unos informes sobre árbitros que elaboraba para el club. Eran unos escritos en los que se describía la manera de actuar de cada colegiado para conocimiento del entrenador y la plantilla. Desde que estalló el escándalo, los entrenadores y jugadores que han hablado sobre este tema dicen que esos documentos no llegaron nunca al vestuario.

Foto: Imagen: EC Diseño

Según reveló este periódico, en esos informes se incluían datos personales de los colegiados. Enríquez Romero aseguró a los investigadores que era para que el club supiera de sus gustos y les tratase mejor. En su declaración de julio, la Guardia Civil mostró a Jaime Latre los que el hijo de Negreira había hecho sobre él. Confirmó que en uno de ellos figuraban “datos familiares” que nunca compartió. Por su parte, Mateu Lahoz fue más allá y sostuvo que el hijo de Negreira debió contar con “información privilegiada” del CTA para hacer esos dosieres.

Mateu se refirió en concreto al apunte sobre el neverazo (castigo de varios partidos sin arbitrar por haber cometido un error) que sufrió un compañero: “Esa información no es pública y, sin embargo, Enríquez Romero lo hace constar”. Preguntado por estos documentos, Mateu opinó que a su juicio “no tiene sentido” que el conjunto blaugrana pagase dinero por ellos, ya que los tendría que hacer el área técnica del club.

Mateu también se refirió a unas declaraciones de Luis Medina Cantalejo, actual presidente del CTA, en las que mantuvo que Negreira nunca tuvo ninguna responsabilidad efectiva en el organismo. “Esas declaraciones son absolutamente desacertadas", manifestó el testigo, "sobre todo porque Medina Cantalejo conoce a Negreira desde hace muchos años y fue su director técnico adjunto (...) En un contexto jerárquico opaco como es el colectivo arbitral, [Negreira] sería equivalente a un coronel o un general, por lo tanto no tienen sentido las declaraciones de Medina Cantalejo diciendo que no pintaba nada".

El árbitro ya retirado añadió que, antes de la entrada de Manuel Díaz Vega como director técnico del CTA (2001-2018), “se escuchaba que la persona que se dirigía a los árbitros en la formación era Enríquez Negreira”. Luego esa labor la asumiría años después su hijo, según este testimonio, coach de cabecera del árbitro Velasco Carballo, nombrado en 2018 al frente del CTA por Rubiales. Mateu confirmó la presencia del hijo de Negreira junto a otros colegiados en una cena homenaje en 2016 a Velasco Carballo como desveló también El Confidencial.

A la nevera si el fallo es mediático

Jaime Latre también se refirió a los neverazos que sufren los colegiados tras equivocarse en el campo. Admitió ante la Guardia Civil que esos castigos se producen cuando cometen un fallo “que el CTA considera relevante o tiene relevancia mediática”.

En este punto, la Guardia Civil preguntó expresamente si la RFEF ejerce más presión sobre el CTA cuando los fallos perjudican al Real Madrid o al Barcelona. Jaime Latre culpó a los medios de comunicación que “hacen los errores más grandes”. También precisó que los informadores puntúan su actuación, pero dijo ser “perfectamente consciente de que esas notas no condicionan las evaluaciones finales de los jefes”. De esas calificaciones depende que un árbitro suba o baje de categoría al final de temporada.

Lo que Jaime Latre relató a los guardias civiles es que, en 2009, en plena era Negreira, empezaron a recibir los informes “sin nota, que era borrada por el CTA”. “Lo que se pretendía es que los miembros del colectivo arbitral no pudiesen comparar sus notas” o calificaciones, explicó Jaime Latre. Las puntuaciones volvieron a aparecer en los informes en 2018, pero se suprimieron otra vez en 2021.

Los agentes le preguntaron entonces a Jaime Latre por el llamado “índice corrector”, algo así como el criterio subjetivo que aplicaban los responsables del CTA para castigar a unos árbitros y premiar a otros. “Se hablaba de él [índice corrector] porque, una vez hechos los informes por parte de los delegados informadores, se establecía una media y, en base a ella, la cúpula del CTA realizaba correcciones de la nota al alza o a la baja o la mantenían”. Jaime Latre llega a esa conclusión “en base a las comparaciones con otros compañeros y la trayectoria arbitral de los mismos”.

Los exárbitros de Primera División Antonio Mateu Lahoz, Santiago Jaime Latre y Alfonso Pino Zamorano declararon a la Guardia Civil que los colegiados que se desplazaban a Barcelona para pitar al Barça solían reunirse con José María Enríquez Negreira en un restaurante de la pareja sentimental del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) y también acudían con el dirigente a un karaoke. El hijo de Negreira, Javier Enríquez Romero, los llevaba además al Camp Nou en "coches de lujo", un acompañamiento al que no era fácil negarse porque era “el hijo del jefe”.

Caso Negreira
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