Negreira Jr. informó al Barça de los "hábitos y gustos" de los árbitros "para que los atendiera mejor"

Javier Enríquez Romero, hijo del exvicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA) José María Enríquez Negreira, confesó a la Fiscalía que entregó al FC Barcelona informes con datos sobre la vida “personal, hábitos, costumbres y gustos” de los árbitros de Primera División para que el club los pudiera “atender mejor”, según reflejó el Ministerio Público en sus diligencias, a las que ha tenido acceso El Confidencial.

Las actuaciones no aclaran a qué se refirió Negreira Jr. con la expresión “atender mejor”. Enríquez Romero y su padre cobraron más de 7,3 millones de euros del Barça entre 2001 y 2018 por esos supuestos informes y por presuntas gestiones para conseguir decisiones arbitrales favorables para el conjunto catalán, según la Fiscalía. El Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona investiga desde hace 10 días este escándalo.

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El hijo del antiguo responsable del estamento arbitral compareció ante la Unidad de la Policía Nacional Adscrita a la Fiscalía de Barcelona en calidad de testigo el 21 de noviembre de 2022 a las 9.10h. A preguntas de los agentes, reconoció su vinculación accionarial con las mercantiles Soccercam SLU y Nilsad SCP, implicadas en la trama, y admitió que fue administrador de Dasnil 95 SL, la empresa que más facturó al Barça, aunque matizó que esta última sociedad pertenecía en realidad a su progenitor y que él sólo ocupaba “un cargo ficticio”.

Enríquez Romero afirmó que su relación con el club tuvo lugar “principalmente entre los años 2013 y 2018”, durante los mandatos de Sandro Rosell (2010-2014) y Josep María Bartomeu (2014-2020). Fue su padre quién lo puso en contacto con el FC Barcelona, mantuvo. A partir de ese momento, empezó a realizar informes sobre los árbitros que designados para pitar al primer equipo y al Barça B e informes post-partido para analizar las decisiones tomadas por esos mismos colegiados.

Según el acta de su comparecencia, contó que se trataba de trabajos en “formato impreso” que ocupaban 10 o 12 páginas y que contenían “información con respecto a los últimos partidos” de los colegiados, asi como datos sobre el “estilo de arbitraje, qué permitían en un partido y qué no, elementos que los diferenciaban de otros arbitrajes o estilos de arbitraje...”.

Pero lo más sorprendente es que Negreira Jr. también reconoció ante los policías del Ministerio Público que en los documentos que proporcionó al Barça incluyó información "de tipo social, personal, estudios, hábitos, costumbres, gustos..." sobre los "árbitros correspondientes", a pesar de que esas variables no tenían aparentemente nada que ver con su desempeño sobre el césped.

Según el acta de su comparecencia, contó que se trataba de trabajos en “formato impreso” que ocupaban 10 o 12 páginas

A los policías les llamó la atención ese interés en los datos de carácter personal y pidieron al testigo que aclarara las razones para desarrollar esos asuntos en informes teóricamente profesionales. El hijo del número dos del estamento arbitral durante 24 años respondió que lo hacía "para indicarle al club cómo puede atender mejor al árbitro”. No ofreció más detalles ni volvió a ser preguntado por esa cuestión. En las últimas semanas se han difundido imágenes en las que se ve a Enríquez Romero entrando al Camp Nou justo antes de un partido del Barça acompañando al equipo arbitral designado para el encuentro.

El hijo de Negreira explicó que el directivo del Barça ya fallecido José Contreras le propuso facturar esos servicios al club a través de sus empresas para “guardar las apariencias y evitar los malos entendidos que pudiera haber” por el hecho de que se supiera que “el hijo del vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros” estaba trabajando para el FC Barcelona. En la mayoría de ocasiones entregaba los supuestos informes en mano Contreras y este se los hacía llegar al club, aunque otras veces se los dio en mano a los directores deportivos Albert Soler y Eric Abidal y al entrenador del Barça B Gerard López.

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Durante su declaración, Enríquez Romero también explicó que tuvo contacto con Bartomeu; con el director general, Óscar Grau; con el responsable del área de Fútbol, Pep Segura; y con los delegados del primer equipo y el Barça B, Toni Alonso y Carlos Naval, respectivamente.

El hijo del dirigente arbitral desveló que cobraba 7.000 euros por cada informe, aunque elaborarlos sólo le llevaba un máximo de 20 horas. En 2018, coincidiendo con la salida de Negreira del CTA, el FC Barcelona prescindió de los dos miembros del clan. Para entonces, ya les había pagado más de 7,3 millones de euros de los que sólo una parte correspondería a los informes arbitrales. El antiguo directivo de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) confesó por su parte a Hacienda que nunca entregó informe al Barça y que la entidad le pagaba para que se asegurara de que tenía arbitrajes “neutrales”.

Por el momento, la Fiscalía ha decidido dejar a Enríquez Romero fuera de su querella. Su denuncia se dirige contra su padre, Bartomeu, Rosell, Soler, Grau y el FC Barcelona como persona jurídica. Les atribuye los presuntos delitos de corrupción en los negocios en su modalidad deportiva, administración desleal y falsedad documental. El Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona ya ha admitido a trámite la querella y ha acordado la práctica de nuevas diligencias para tratar de llegar hasta el fondo del escándalo.