"La Federación nos impide recibir el dinero de CVC y bloquea la televisión de LaLiga"

Ser como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer. Este refrán, utilizado para referirse a aquellas personas que ni hacen una cosa ni la dejan hacer a otras, explica a la perfección lo que clubes y jugadores denuncian que está haciendo la Federación Española de Fútbol (RFEF) con la antigua Segunda División B, ahora llamada Primera Federación. Luis Rubiales no solo no ha logrado que su categoría estrella sea rentable, sino que tampoco le parece bien que los clubes lo intenten por su cuenta, para lo cual han emprendido un camino hacia la profesionalización, precisamente lo que el presidente de la RFEF no quiere para no perder el control.

Tal y como denuncia Jesús Medina, presidente del Linares Deportivo y de la Asociación de Clubes de la Tercera Categoría Nacional, "la RFEF nos tiene bloqueados los 32 millones de euros que LaLiga destinó para los clubes de Primera Federación tras su acuerdo con el fondo de inversión CVC". Un dinero que, al igual que sucede con los de Primera y Segunda División, todos menos Real Madrid, FC Barcelona y Athletic de Bilbao, "está previsto repartir en tres anualidades de 250.000 euros, hasta sumar un total de 750.000, con la diferencia de que en el caso de los de Primera Federación, es la RFEF la que los tiene que vehiculizar", explica Medina.

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"Este dinero nos daría la vida", añade el sustituto de Stephen Newman al frente de la Asociación de Clubes de la Tercera Categoría Nacional, quien recuerda que "la temporada pasada la Primera Federación cerró con unas pérdidas de 40 millones de euros". Pero esto no es todo, Medina añade que "la RFEF también ha bloqueado la entrada de LaLigaSportsTV, la OTT de LaLiga, en el tender para la venta de los derechos audiovisuales". Tal y como puede leerse en las bases para la presentación de ofertas para dicha comercialización, una causa de exclusión es que la entidad "incurra en conflicto de intereses en el ámbito del fútbol por ser miembro de la RFEF (federaciones autonómicas, clubes de fútbol y otros miembros) o ser una entidad o empresa participada por la entidad que incurra en conflicto de intereses".

"La temporada pasada cerramos con pérdidas de 40 millones", dice el presidente de la Asociación de Clubes de la Tercera Categoría Nacional

Así las cosas, mientras el tiempo apremia y los clubes solo pueden mantenerse a la espera de que en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas les ofrezcan soluciones en lugar de problemas, el presidente del Linares Deportivo confirma que "a día de hoy, que nosotros sepamos el concurso está desierto". Y eso que cabe recordar que "la RFEF ya ha rebajado sus pretensiones con respecto a la temporada que está terminando", pues ahora pretende comercializar la categoría en un único lote, con todos los partidos, incluidos los del playoff de ascenso a Segunda, por 7 millones de euros para las próximas tres temporadas, frente a los 15 del curso pasado.

Con este panorama, el propio Jesús Medina ya se encargó en su momento de puntualizar a Rubiales cuando el presidente de la RFEF dijo que de los 40 millones que se ingresan por cada edición de la Supercopa de España que se disputa en Arabia, una parte es para el fútbol modesto. "Los ingresos de la Supercopa no van al fútbol modesto. El dinero de la Supercopa va a la Federación y esta hace con él lo que estima conveniente", dijo el máximo dirigente del Linares en una entrevista de televisión. "Decir que el dinero del contrato de Arabia va al fútbol modesto es una burla", añadió Stephen Newman a este diario.

"Decir que el dinero del contrato de Arabia va al fútbol modesto es una burla", llegó a decir el anterior presidente, Stephen Newman

La cuestión es que, tal y como explicó el presidente del Internacional de Madrid, "la intención de la RFEF era crear una competición que llamaban, profesionalizada, cuando profesionalizar es convertir una actividad amateur en profesional. Si esta era su intención, debían encontrar la manera de generar los recursos suficientes para poder hacer frente a los gastos que exigen para competir en la Primera Federación". "Ahí tenemos el ejemplo de LaLiga, que genera los recursos suficientes para cubrir los gastos de los clubes en Primera y Segunda", apuntaba el antecesor de Medina al frente de la Asociación de Clubes de la Tercera Categoría Nacional.

Negociación del convenio colectivo

A estas zancadillas que denuncian los clubes de la Primera Federación, hay que añadir otra que afecta directamente a los jugadores de la tercera categoría del fútbol español y de la que también están al tanto en la asociación. Con el secretario general de la RFEF moviendo sus hilos a través del presidente de Futbolistas ON, resulta que este sindicato no solo no compareció a las elecciones celebradas a finales del mes de marzo para elegir el banco social que negocie el convenio colectivo que sustituya al que había de Segunda B y data nada menos que de 1989, sino que el pasado 7 de junio Juan José Martínez llevó el caso a la Audiencia Nacional.

Aunque la vista fue aplazada al 26 de julio al faltarles a los clubes una documentación que se les había requerido, el juez mostró su extrañeza por un conflicto que parece impostado y que no favorece a los jugadores de la Primera Federación, toda vez que la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) ya ha mantenido hasta tres reuniones con la patronal en la que, además de la Asociación de Clubes de la Tercera Categoría Nacional, está Proliga. Ambas partes negocian un convenio colectivo que difícilmente, por no decir imposible, estará listo antes del 30 de junio, tal y como pretendía el sindicato que preside David Aganzo.

Los clubes saben que el presidente de Futbolistas ON está intentando ralentizar el nuevo convenio colectivo al querer introducir a la Federación

El caso es que, con el argumento de que el ámbito de aplicación del convenio no solo debe circunscribirse a la Primera Federación, sino afectar a todas las categorías masculinas y femeninas, a Martínez se ha unido, además de la propia RFEF, el sindicato Futpro. Desde AFE lamentaron en un comunicado que el presidente de Futbolistas ON decidiera "ralentizar el proceso, intentando introducir a la Federación". Claro que esto es exactamente lo que el sindicato mayoritario hizo con el I Convenio Colectivo del Fútbol Femenino, cuando Aganzo aún tenía hilo directo con Rubiales, el mismo que ahora parece haber retomado Martínez.

Así las cosas, y a la espera de que la Audiencia Nacional diga la última palabra, aunque todo apunta que las negociaciones del convenio seguirán su curso, los clubes están en la línea de lo que comentó el presidente del Internacional de Madrid a este diario: "Nuestro club no juega con la vida de la gente, que necesita su salario para vivir y mantener a sus familias. Nosotros empezamos siempre una temporada asumiendo que los gastos que vamos a tener los vamos a poder cubrir". Por eso, antes de saber cuánto pueden pagar o gastarse en sueldos, los clubes necesitan saber cuánto van a poder ingresar.

"Si los clubes no tienen capacidad para pagar los contratos que ya han prometido...", comentó David Aganzo, presidente de AFE, en 'Relevo'

"Los clubes me dicen que no tienen dinero, que las subvenciones que le da la federación no son suficientes", comentó Aganzo hace unos días a Relevo. "En su momento prometieron un millón de euros por los derechos de televisión, que no están recibiendo e incluso Footters desapareció. La RFEF está teniendo muchísimos problemas en ese aspecto y los perjudicados aquí son los clubes y los futbolistas, porque si los clubes no tienen capacidad para pagar los contratos que ya han prometido...", añadió el presidente de AFE, precisamente el mismo sindicato que presidió Rubiales.

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Esta es la gran diferencia con lo que está sucediendo en la interminable negociación del nuevo Convenio Colectivo del Fútbol Femenino, encallado en el salario mínimo de las jugadoras y con los mismos protagonistas poniendo palos en las ruedas. Ya lo dijo Stephen Newman al preguntarle su opinión sobre Rubiales: "El poder es muy peligroso en manos de alguien que no sabe utilizarlo y abusa de él". Y lo peor es que parece contagioso.