El Real Madrid sigue gris: gana a un correoso Cádiz con broncas y un golazo de Kroos (2-1)

El Real Madrid no deja escapar al Barcelona. La victoria contra el Cádiz sirve para mantener la distancia de dos puntos en la pelea por el título y deja la Liga con más emoción e igualada para después del Mundial de Qatar. Las sensaciones han cambiado. El Barcelona está más fino y el Real Madrid ha decaído. Lo importante, para el equipo madridista, era reencontrarse con la victoria tras los dos últimos tropiezos: el empate en el Bernabéu con el Girona y la derrota contra el Rayo en Vallecas. Los tres puntos contra el Cádiz fueron muy trabajados. Kroos, que no irá al Mundial con Alemania, se lo tomó muy en serio. Asistencia y golazo del alemán en una noche difícil. Dará que hablar por una polémica. Una acción agresiva de Fali a Rodrygo que hizo estallar a Vinícius. Un manotazo a la cabeza del brasileño que no revisó el VAR.

La dinámica del Real Madrid ha cambiado. Le cuesta más manejar los partidos, darle profundidad al juego, ha perdido contundencia arriba y atrás. Lo peor para el entrenador italiano, lo que más valor le da, es poder dejar la portería a cero. No lo consigue. El Madrid lleva 14 goles encajados en las 14 jornadas de Liga. La solidez es otra de los apartados que tiene que mejorar. El Cádiz, intenso, rocoso y agresivo, llevó peligro a la portería de Courtois. Qatar está en las cabezas de los jugadores. Modric falló una ocasión inimaginable con Ledesma batido en una buena carrera de Vinícius. El Bernabéu reaccionó coreando el nombre del croata. Tras el fallo llegó el gol del Cádiz. Lucas Pérez, solo, aprovechó un doble rechace de Courtois. Hasta el final hubo inquietud en el Bernabéu. El Pacha Espino tuvo el empate en el descuento en un remate de cabeza tras un buen balón de Negredo.

Fue un partido con demasiada tensión. El Real Madrid y, en especial, Vinícius necesitan el parón de Mundial. Le va a venir bien al equipo para recuperar la frescura y al brasileño para resetearse. Puede que influya la proximidad de irse a Qatar. Vinícius transmite ansiedad. De esto se aprovechan los rivales, de sus calentones, los nervios y las protestas. Es presa fácil. Se le puede sacar del partido con truquitos, como reconoció Balliu en su duelo en Vallecas. Al extremo brasileño se le da y se encara. A Ancelotti y los compañeros no les gusta que se pierda en estas trifulcas, pero lo cierto es que le buscan las cosquillas y él responde. En la primera parte entró en tensión con Iván Alejo y explotó en una tángana con Fali. Es una de las imágenes del partido. Fali golpeó a Rodrygo, cayó al suelo, siguió la jugada y cuando el balón salió fuera, Vinícius se fue a por Fali con el dedo apuntando a su cara. Cara a cara. El árbitro, Soto Grado, lo resolvió con una tarjeta amarilla para cada uno.

Desactivar a Vinícius

La primera parte fue pobre en fútbol y áspera en el choque físico. El Real Madrid generó muy poco fútbol y el gol lo encontró en una segunda jugada de saque de esquina. Uno de los pocos despistes del ordenado y aguerrido equipo de Sergio González. Concedió poco, pero se relajó en esa acción. Kroos colgó el balón y lo remató de cabeza Militao. Fue revisado por el VAR. El gol llegó en un momento del partido bronco de los dos equipos. El Cádiz lo daba todo para parar a Vinícius, el más incisivo, con marcajes duros de Ivan Alejo y ayudas de Fede San Emeterio e Iza Carcelén. Desactivar al brasileño era parte del plan para anular los ataques. Le hacen demasiadas faltas.

El juego del Madrid estaba pesado. Ha perdido frescura, le falta chispa, fluidez y energía. La primera gran ocasión del partido es un disparo lejano del Pacha Espina que roza el larguero de la portería de Courtois. El Cádiz salió a hacer un partido incómodo, a presionar la salida del balón, a ganar duelos. Fue un equipo bien plantado, agresivo. En especial con Vinícius. Al Madrid le faltaba claridad y fluidez. Sacó renta de la precisión en el balón que colgó al área Kroos y Militao convirtió en gol. No tuvo más ocasiones claras en la primera parte. Amenazó poco a Ledesma. Era un partido trabado, bronco, en el que los dos centrales del Madrid, Alaba y Militao, recibieron tarjeta amarilla.

El gol calmó los ánimos. Mejoró el juego del Real Madrid. Entró a la segunda parte con más dominio del balón, largas combinaciones para ensanchar el campo y esperar a que se abriera el Cádiz. El que no bajó la intensidad, el ímpetu de sus acciones es Iván Alejo. En una disputa con Mendy le empujó con los brazos en la línea de fondo. Dos minutos después vio la cartulina amarilla por derribar a Vinícius.

El resultado era corto, el equipo de Sergio tenía pierna dura y atrevimiento. El Cádiz amenazó con una ocasión de peligro que evitó Courtois. En la siguiente jugada de contraataque fue Fede Valverde el que pudo hacer el segundo. El uruguayo es otro de los mundialistas que han caído en un bache de juego y el equipo lo nota. Este intercambio de golpes sirvió para calentar un partido cerrado y tenso.

La solución estaba en las botas de Kroos. El alemán marcó su primer gol de la temporada en un momento clave. La jugada empieza en un saque de esquina de Modric, el rechace llega del disparo de Vinícius lo coge Kroos, de primeras, para soltar un derechazo. Ledesma no llega al balón ajustado, potente. El Real Madrid encontró con Kroos y su golazo la manera de hacerse con un combativo y bravo Cádiz. El gol de Lucas Pérez, en el minuto 80, dio emoción a los minutos finales.