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El descalabro del Real Madrid y del VAR en Vallecas por la agresión de Balliu a Vinícius
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el árbitro no fue a verla al monitor

El descalabro del Real Madrid y del VAR en Vallecas por la agresión de Balliu a Vinícius

En el Real Madrid están indignados por la falta de intensidad y atención defensiva de los jugadores contra el Rayo, pero también de la acción violenta de Iván Balliu contra Vinícius

Foto: El árbito Martínez Munuera pide calma a Vinícius. (EFE/Rodrigo Jiménez)
El árbito Martínez Munuera pide calma a Vinícius. (EFE/Rodrigo Jiménez)

Del Real Madrid se espera que sea un conjunto competitivo, sólido y con carácter. Son las señas de identidad de un bloque que la temporada pasada jugó como equipo. Con este alma y compromiso le dio para ganar la Liga y la Champions. En Vallecas fue un equipo sin actitud y el Rayo le devoró. Es la primera derrota en la Liga, queda mucho campeonato, pero las sensaciones a las puertas del parón por el Mundial han cambiado. El equipo de Ancelotti tiene problemas de intensidad, de ganar duelos, como dice el entrenador. El Rayo Vallecano aplastó al Madrid en carácter y estilo, pero también en el otro fútbol. El de sacar del partido a Vinícius.

El brasileño es una presa fácil para los rivales. Entra al trapo, se pierde en las discusiones, los piques y es frecuente verle metido en los rifirrafes. Ivan Balliu, el defensa del Rayo, leyó perfectamente lo que necesitaba el partido para desactivar un alto porcentaje del peligro ofensivo del Real Madrid. A Vinícius había que alterarle. Es una estrategia que cada vez utilizan más sus marcadores para que el madridista pierda la concentración. Los marcajes que recibe son más férreos y con ayudas. Vinícius ha llegado a un nivel de intimidación y peligro en el que los rivales ponen todo su celo y atención en detenerle como sea. Pero no vale todo.

placeholder Dimitrievski habla con Vinícius en un momento del partido. (EFE/Luis Díez)
Dimitrievski habla con Vinícius en un momento del partido. (EFE/Luis Díez)

Balliu se excedió en su celo por detener a Vinícius en una jugada, en el minuto 27, en la que golpeó con las dos manos en la cabeza del brasileño. Ni el árbitro, Martínez Munuera, ni el del VAR, Medié Jiménez, vieron nada punible. La indignación en el Real Madrid está en que el VAR no llamara al árbitro para revisar lo que se considera una agresión. Balliu se quedó sin tarjeta en una acción que abre el debate de la intensidad con la que los rivales se emplean para frenar a Vinícius. Luego está lo de las discusiones, las provocaciones y las disputas en las que se enzarza el brasileño. Pero lo de Balliu no es una simple acción del juego en el fragor de una disputa de un balón. Fue por detrás y se abalanzó a por Vinícius.

Los truquitos del Rayo

De esto ni le quedaron ganas a Ancelotti de quejarse tras un mal partido de su equipo. Pero hay malestar. Sobre el marcaje y la acción ha hablado Balliu en Radio Marca: "Si que es verdad que le doy, le rozo un poquito la oreja y él también exagera. Yo intento frenarme y sí que me freno un poco con su oreja o su cabeza, pero sin intención de darle con violencia. A jugadores así es difícil de pararlos. Había que buscar esos truquitos o ese otro fútbol. Intentaba ir fuerte, marcar territorio... Salió todo bien". Ivan Balliu habla de truquitos.

El reproche que le hace Ancelotti a sus jugadores es que no tuvieran la energía, intensidad y el ritmo con los que jugó el Rayo Vallecano. Para el entrenador no es un problema físico. Es de actitud. Pese a que también se sienta culpable de la derrota por una mala estrategia. Pero, por encima de todo, el entrenador del Real Madrid dio un nuevo toque de atención a los jugadores porque el bache ha llegado. En los últimos cuatro partidos, el balance es de dos derrotas (Leipzig y Rayo), un empate (Girona) y una victoria (Celtic). El nivel competitivo ha bajado y, por consiguiente, la fiabilidad de un bloque que tiene como patrón de juego ser compacto, está siendo demasiado frágil.

Foto: Salah, con la medalla de subcampeón tras la final de Paris. (Reuters/Lee Smith)

La reprimenda de Ancelotti es la de un entrenador decepcionado por el bajón de intensidad y atención defensiva que provoca que el equipo sea vulnerable. "Solo la calidad no te permite ganar el partido", comentó el técnico italiano tras la derrota en Vallecas para reprochar a los jugadores la falta de contundencia. De fondo está la sospecha de que se están reservando para el Mundial, que no quieren correr riesgos de una lesión y no se ganan los duelos por precaución. Es indemostrable, pero el flojo rendimiento y la imagen de varios de los futbolistas hace que pensemos que se están reservando para Qatar.

Benzema es baja por una larga fatiga y el equipo ya lo nota en la faceta ofensiva. En Vallecas faltó generar juego, claridad, profundidad y contundencia. Lo dos brasileños, Vinícius y Rodrygo, en el día que conocieron la convocatoria para Qatar estuvieron negados. Lo mejor del ataque del Real Madrid fue Marco Asensio, un futbolista que sí mete la pierna, lo da todo, porque tiene el desafío de convencer a Luis Enrique para que le lleve al Mundial. El Real Madrid se cayó como equipo contra el Rayo Vallecano en todas sus líneas. En defensa estuvieron flojos Carvajal, Alaba y Mendy. El centro del campo fue superado. Tchouaméni, Modric y Fede Valverde tuvieron demasiadas dificultades para salir de la exigente presión del equipo de Iraola. Al Real Madrid le faltó actitud, carácter, fútbol y pasión. Al Rayo le sobró el juego sucio con Vinícius.

Del Real Madrid se espera que sea un conjunto competitivo, sólido y con carácter. Son las señas de identidad de un bloque que la temporada pasada jugó como equipo. Con este alma y compromiso le dio para ganar la Liga y la Champions. En Vallecas fue un equipo sin actitud y el Rayo le devoró. Es la primera derrota en la Liga, queda mucho campeonato, pero las sensaciones a las puertas del parón por el Mundial han cambiado. El equipo de Ancelotti tiene problemas de intensidad, de ganar duelos, como dice el entrenador. El Rayo Vallecano aplastó al Madrid en carácter y estilo, pero también en el otro fútbol. El de sacar del partido a Vinícius.

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