Luis Enrique llega al final del 'casting': al Mundial de Qatar van los fanáticos de sus ideas

El numeroso 'casting' que ha hecho Luis Enrique, en las dos etapas como seleccionador, toca a su fin. La lista de convocados para los partidos contra Suiza y Portugal de la Liga de Naciones no tiene por qué sufrir alteraciones a dos meses del Mundial de Qatar. La elección de los futbolistas que mejor conoce y le conocen está madurada. En la criba los hay que se caen por lesión (Oyarzabal, Laporte, Dani Olmo y Gerard Moreno), por no tener nivel competitivo (Ansu Fati y Thiago) y los que no encajan de ninguna manera (Sergio Ramos y Aspas).

Se puede ir diciendo eso de que está 'casi todo el pescado vendido' y esta lista es casi la buena. Hasta el 13 de noviembre tiene de plazo para dar la definitiva. Tiene la posibilidad de que vayan 26 jugadores y ha convocado a 25. Anuncia que no quiere llevar a Qatar a un grupo de 26. Podrá haber algún cambio por lesión, pero es difícil que la gran mayoría de los que ya están dentro salgan. No es una cuestión de tener menos minutos en sus equipos. Los casos de Jordi Alba y Marco Asensio son la demostración de que Luis Enrique tiene las ideas bastantes claras. El azulgrana y el madridista apenas cuentan para Xavi y Ancelotti y esto no ha sido obstáculo para que les convoque Luis Enrique.

Es una cuestión de complicidad personal. Luis Enrique prioriza a los futbolistas que le han transmitido que son talibanes de su idea de juego y del ambiente que tiene que haber en una concentración. El seleccionador se fía de sus inputs. De los que son más obedientes y captan rápido lo que quiere. Ha trabajado, analizado y escrutado los pros y los contras, en lo futbolístico y personal, de un extenso grupo de jugadores durante varios años.

El exigente filtro

Para pasar el filtro del Mundial solo se necesitaban dos cosas: no haber fallado a las ideas de Luis Enrique en las oportunidades que te ha dado y estar sano. No todos lo han cumplido. Ansu Fati se queda fuera porque, según palabras del seleccionador, no le ve con el nivel. Le produce inseguridad. Ansu Fati ha sido una apuesta y la prueba es que en la última convocatoria le llamó para no jugar ninguno de los tres partidos de la Liga de Naciones. Se le ha ido el tren del Mundial. A Luis Enrique le entran las dudas de su forma física y apenas le queda tiempo para hacerle cambiar de opinión. En el Barcelona es suplente.

Lo principal no era jugar más o menos en sus equipos. Pero el físico, lógicamente, también cuenta. Luis Enrique, tras sus exhaustivos análisis, buscaba algo todavía más profundo. El casting escondía una asignatura que tiene algo de intangible. Hay que cumplir, con pulcritud, las órdenes de juego que da Luis Enrique para ser un equipo y provocarle sensaciones de que eres un fanático de su estilo. Esto lo han conseguido Alba, Asensio, Ferran Torres (otro suplente en el Barcelona), Carlos Soler y Sarabia (suplentes en el PSG) y ahora quiere probar, en la cuenta atrás para la cita mundialista, con Nico Williams y Borja Iglesias.

Luis Enrique no busca la meritocracia. El 'casting' está prácticamente terminado y con estas palabras deja claro el resultado: "Cada caso lo voy a analizar individualmente. Más claro el agua. Pues habrá alguno que si no juega de aquí al final, pues igual me lo llevo. Estará fresquísimo. Voy a llevar a los que considere mejores. ¿Meritocracia? Me hace mucha gracia. Por eso vienen dos jugadores nuevos a la lista antes del Mundial. Claramente, miramos lo que hacen en sus clubes. Pero si me tengo que quedar entre lo que hacen en sus clubes y lo que hacen conmigo, y la mayoría de los que han venido conmigo ya sé lo que hacen, y tengo que escoger... Escojo lo que hacen conmigo. Ahí está el input claro de lo que quiero que hagas en ataque y en defensa. Lo haces y cumples. Claro que preferiría que jugaran en su club".

No hay nada contra Sergio Ramos ni con Iago Aspas. Nada personal. Los dos están jugando con regularidad en el Paris Saint-Germain y el Celta. En el caso del delantero, está teniendo un inicio de temporada brillante, con buen juego y goles. Pero es una cuestión de feeling y máxima confianza, de hacer ver que la Selección no la concibe para que destaque un futbolista por encima del resto. Con esto le vale para convocar y descartar. Su filosofía es jugar todos para todos, jugadores que formen equipo y con los que pueda sentir, cien por cien, que tiene complicidad.