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Pablo Sarabia, lo más limpio del maquillaje en el gasto de fichajes y el nuevo estilo del PSG
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Pablo Sarabia, lo más limpio del maquillaje en el gasto de fichajes y el nuevo estilo del PSG

El PSG hizo el fuerte desembolso de retener a Mbappé con una prima millonaria y el salario más alto de la historia del fútbol, y en este mercado no se da lujos y apuesta por Sarabia

Foto: Pablo Sarabia, con Sergio Ramos tras ganar la Supercopa. (Reuters/Ronen Zvulun)
Pablo Sarabia, con Sergio Ramos tras ganar la Supercopa. (Reuters/Ronen Zvulun)

El Paris Saint-Germain ya no compra lo más caro. Los fichajes son de menos relumbrón y no tienen glamour. El proyecto gira a la exigencia de conseguir construir un equipo por encima de las individuales con un nuevo entrenador que dé con la tecla: consistencia y compromiso colectivo. El emir de Qatar y propietario, Tamim bin Hammad Al Thani, pretende maquillar la imagen de club-estado que, como se ha comprobado en los últimos cinco años, perjudica de cara a los aficionados y no sirve para conseguir el objetivo deseado de ganar la Champions.

El presidente, Nasser Al Khelaifi, ha salvado su cabeza tras poner en peligro la salida de Mbappé al Real Madrid, pero los que no se han librado del despido son Leonardo y Pochettino. Luis Campos, en los despachos, y Christophe Galtier, en el banquillo, han llegado para cambiar la mentalidad e imponer disciplina táctica en el campo y fuera de él. La revolución parece de bajo coste y tiene en Pablo Sarabia al futbolista español que se pone como ejemplo de profesional para acabar con los egos y los clanes del vestuario.

placeholder Neymar celebra un gol en la final de la Supercopa de Francia. (EFE/Luis Díez)
Neymar celebra un gol en la final de la Supercopa de Francia. (EFE/Luis Díez)

Se cumplen cinco años del escandaloso pago de la cláusula de 222 millones de euros por Neymar y la filosofía cambia en un verano en el que la cifra en los fichajes no supera los 130 millones de euros (incluido el pago por despido a Pochettino). El maquillaje consiste en no desvelar y guardar, como secreto de estado, las cantidades de la renovación de Mbappé. Es importante para frenar las sospechas de un incumplimiento del 'fair play' financiero y los celos que puede provocar en el vestuario. Principalmente, a las estrellas.

El dinero ha ido a Mbappé

En lo económico, no ha cambiado la estrategia. El gasto en fichajes está destinado a futbolistas jóvenes y de perfil bajo para compensar el fortísimo desembolso en la renovación de Mbappé (elevadas comisiones y el salario más alto de la historia del fútbol). El club parisino ha tenido que pagar 10 millones de euros al staff de Mauricio Pochettino como finiquito y otros 5 millones de euros al Niza de traspaso por la contratación de Christophe Galtier. Ha fichado al centrocampista Vitinha (42 millones de euros), al lateral izquierdo Nuno Mendes (38 millones), al lateral derecho Mukiele (12 millones), la cesión con opción de compra del delantero Hugo Ekitike (35 millones) y la última incorporación del centrocampista Renato Sanches (20 millones). A todos ellos, sin contar con la opción de compra de Ekitike que se hará efectiva en un año, se suma la prima de fidelidad que recibe Mbappé.

Foto: Cristiano Ronaldo en un partido con el United. (REUTERS/Pedro Nunes)

Lo más limpio que hay en el maquillaje que hace el Paris Saint-Germain para no parecer un club-estado es Pablo Sarabia. El futbolista español se ha ganado quedarse en la plantilla tras la cesión de la temporada pasada en el Sporting de Portugal. En el país luso demostró su potencial y es un ídolo. Sarabia marcó 21 goles y dio 9 asistencias. Lo que demostró, por encima de los registros individuales, es que es un futbolista que hace equipo. Esto es clave en el modelo que pretende instaurar Galtier.

Uno de los mejores futbolistas españoles, imprescindible para Luis Enrique en la Selección, es un ejemplo en el nuevo PSG. Pablo Sarabia ha sido titular, por la baja de Mbappé por sanción, en la final de la Supercopa de Francia ganada el pasado domingo al Nantes en Tel Aviv. Es un indicio más de que tendrá protagonismo. Con Sarabia, el nuevo entrenador quiere demostrar que jugarán los que tengan compromiso y sacrificio.

Galtier pide compromiso

A Galtier le toca potenciar el espíritu colectivo de la plantilla y la filosofía de juego pasa por conseguir que la estructura del equipo sea más sólida y sin fisuras en defensa. Por la naturaleza de Messi, Neymar y Mbappé, parece complicado creer que el técnico vaya a conseguir que todos defiendan. Pero este es uno de los principales deberes con el que llega. Tiene el aval de ganar el campeonato francés hace dos temporadas, con solo 23 goles en contra y 21 partidos con la portería a cero. La temporada pasada, en el Niza, también logró ser el equipo que menos goles recibió.

El nuevo entrenador tiene que conseguir un equipo con más equilibrio y solidario. En Francia, llamaron mucho la atención las declaraciones que hizo Sarabia en la gira por Japón. El español habló como un capitán, con la seguridad de que se siente respaldado por el club: "Tenemos que dejar las individualidades de lado y construir un buen grupo porque lo más importante es el colectivo. No sé lo que le falta al PSG para ganar la Champions. Pero lo que sí tengo claro es que un buen ambiente de trabajo, tener un buen grupo, un buen entrenador, estar todos tácticamente ordenados, con la misma idea de juego, es importante para ganar títulos". El mensaje es el que inculca Galtier en el vestuario. Habló Sarabia, con más peso en el equipo, después de que el club dejara marchar a Di María, amigo de Messi.

Foto: Isco, con su hijo, en su despedida en el Bernabéu. (EFE/Mariscal)

Pablo Sarabia es el perfil de compañero y futbolista que demandó Kylian Mbappé para corregir los errores de un equipo que bajó los brazos en el Bernabéu y fue eliminado por el Real Madrid. Neymar está avisado. Al brasileño le dieron un ultimátum durante el verano y se le abrieron las puertas si no tenía una actitud profesional. Se agarró al millonario contrato y acortó sus vacaciones para estar en el primer entrenamiento de la pretemporada. "En cualquier trabajo, las reglas y la disciplina son importantes", es otra de las sentencias que pronunció Pablo Sarabia.

Es un nuevo punto de partida en un PSG que sí ha gastado en fichajes, en la renovación de Mbappé y que también tiene dificultades para desprenderse de los descartes. Busca un nuevo estilo en lo deportivo, con otro entrenador más riguroso en lo defensivo, en el siguiente intento para ganar la Champions. Lo que no puede evitar es que los que salen lo hagan decepcionados y es Mauricio Pochettino el que no se ha resistido a criticar al propietario y el presidente. "En el Paris Saint-Germain, todo está centrado en la Champions y el proyecto es un fracaso de cincuenta años", declaraba el extécnico del club parisino en una entrevista en 'Infobae'.

El Paris Saint-Germain ya no compra lo más caro. Los fichajes son de menos relumbrón y no tienen glamour. El proyecto gira a la exigencia de conseguir construir un equipo por encima de las individuales con un nuevo entrenador que dé con la tecla: consistencia y compromiso colectivo. El emir de Qatar y propietario, Tamim bin Hammad Al Thani, pretende maquillar la imagen de club-estado que, como se ha comprobado en los últimos cinco años, perjudica de cara a los aficionados y no sirve para conseguir el objetivo deseado de ganar la Champions.

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