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Luis Enrique tiene imposible unir a una nación: le valoran más en Italia
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Luis Enrique tiene imposible unir a una nación: le valoran más en Italia

En la Liga de Naciones está el nuevo desafío de un seleccionador que no consigue el respaldo unánime de los aficionados. Luis Enrique tiene más reconocimiento en el extranjero

Foto: Luis Enrique, en la Ciudad Deportiva de Las Rozas. (EFE)
Luis Enrique, en la Ciudad Deportiva de Las Rozas. (EFE)

El nombre del torneo de la Liga de Naciones debería tener un efecto patriótico entre los aficionados. Una nación, un título. Ganarlo suena a país unido y superior. Pero España, en fútbol, tampoco es una familia apasionada con sus jugadores y menos con el seleccionador. La larga travesía que nos acompaña desde que se agotó el equipo de ensueño que ideó Luis Aragonés y explotó Vicente del Bosque debería servir para la reconciliación. Desde la consecución de la Eurocopa de 2012, la Selección está en declive, con despidos de seleccionadores (Lopetegui, Fernando Hierro y Robert Moreno), malos resultados y el desánimo de los seguidores.

Luis Enrique encontró un camino en la recuperación hace tres meses en la Eurocopa. España volvió a codearse entre las mejores. Semifinalista en la Eurocopa, cayó eliminada con la cabeza alta contra Italia. No ha sido suficiente para unirse y confiar en el seleccionador. España necesita un título para que regrese la esperanza y la Liga de Naciones no tiene el prestigio de un Mundial o una Eurocopa, pero aquí se ha llegado goleando a una nación como Alemania en un partido histórico en el estadio sevillano de La Cartuja. Es la segunda edición de la Liga de Naciones. La primera la ganó Portugal. Un país más entusiasta que España y conectado con su seleccionador y los jugadores que lo representan.

Foto: Mbappé durante un partido con el Paris Saint-Germain. (EFE)

De España somos todos y a Luis Enrique hay que desearle lo mejor. Pero desgraciadamente no sucede así, porque no se entienden algunas de sus decisiones, cae antipático y el madridismo recela del trato de favor que tienen los jugadores del Barcelona. "No leo la prensa porque creo que sé más de fútbol que la mayoría y porque tengo más información que vosotros. No hay una opinión que pueda leer y que me pueda interesar", dice antes de la semifinal contra Italia en Milán. Con esta actitud, es más complicado que se haga querer. Por todo esto y mucho más, hay una atmósfera de irritación que hace complicado reconocer los méritos del trabajo de Luis Enrique. Lo último es el reparto de los dorsales. Al joven Gavi le han dado el ‘9’ y a Sergi Roberto el '10'. Se interpreta como una provocación más del seleccionador.

Reconocido por su liderazgo

Resulta imposible que Luis Enrique sea visto en España con una mirada neutral, sin colores futbolísticos, sin filias y fobias. No consigue poner por encima de todo el deseo ganador de una nación. No hay manera de que tenga un reconocimiento unánime. Esto choca con la visión que tienen de él fuera de nuestras fronteras. En concreto en Italia, país al que se enfrenta España en las semifinales de la Liga de Naciones. Allí, Luis Enrique sería una especie de emperador futbolístico por su fuerte personalidad y también por el estilo de juego, que califican de atractivo y ganador. “Italia nunca ha sufrido tanto como en el partido contra España. Luis Enrique lo está haciendo muy bien con gente de presente y de futuro”, dice Fabio Capello, exentrenador del Real Madrid, entre otros equipos, a TVE.

No hay un sentimiento común de fervor a Luis Enrique. Está más valorado en el extranjero cuando escuchas decir al seleccionador italiano, Roberto Mancini, que todos los equipos del asturiano juegan bien y se sufre con el talento de los españoles. Mancini, que hizo campeona de Europa a Italia, tiene como referente el estilo de juego español y no tuvo inconveniente en reconocer tras ganar a España en los penaltis en la Eurocopa que resultó un partido duro. Ese día, el equipo de Luis Enrique tuvo más posesión (70%) y más remates (16, por siete de los italianos). Faltaron eficacia y acierto desde el punto de penalti. El portero Donarumma detuvo el lanzamiento decisivo de Morata. Pero, aun así, llegando a la final y siendo los campeones, en Italia mantienen que quieren jugar con el estilo de la España de Luis Enrique.

placeholder Roberto Mancini, seleccionador de Italia, con Luis Enrique. (EFE)
Roberto Mancini, seleccionador de Italia, con Luis Enrique. (EFE)

Amedeo Carboni tiene una visión amplia de lo que sucede en el fútbol italiano y el español. Fue internacional con Italia y jugador del Valencia durante nueve temporadas en una etapa brillante. Ganó dos Ligas, Copa del Rey, Copa de la UEFA, Supercopa de Europa y Supercopa de España. Cuando colgó las botas, fue nombrado director deportivo. Conoce la filosofía del fútbol español, la personalidad de Luis Enrique y la evolución del estilo que quiere consolidar Roberto Mancini en la selección italiana. “Luis Enrique demuestra tener una personalidad que le convierte en el líder del grupo porque tiene muy claro a lo que juega y por cómo defiende a sus jugadores. Hace que el grupo se sienta respaldado”, comenta el italiano a El Confidencial.

Un estilo de juego ganador

Carboni vive en Barcelona y no oculta su sorpresa ante las críticas que recibe Luis Enrique: “Somos latinos. En Italia, también se critica si no hay buenos resultados, pero en el caso de Luis Enrique lo que está consiguiendo con España es, precisamente, buenos resultados. Está haciendo un gran trabajo. Solo hay que ver cómo jugó la Eurocopa. No mereció perder la semifinal contra Italia y creo que ganamos con suerte. España jugó mejor, demostró sus virtudes y sigue siendo favorita en cada torneo”.

Este estilo del que no se mueve Luis Enrique sirve de inspiración a una selección italiana que también pasó su travesía del desierto y que después del bochorno de no clasificarse para el Mundial de Rusia en 2018 ha vuelto a ganar un título. Evidentemente, hay matices. No hay que obviar la veteranía atrás de los defensas (Chiellini y Bonucci) y el gen competitivo del futbolista italiano.

Foto: Luis Enrique durante su comparecencia para dar la última lista de convocados. (EFE)

Esta filosofía de juego con posesión no se comparte en España. Hay cansancio y dudas de que Luis Enrique pueda lograr —con los jugadores que convoca y el nivel que tienen— los éxitos de la España que ganó un Mundial y dos Eurocopas. Es una propuesta que divide a los aficionados españoles y que ya no se discute en Italia. “Estamos muy contentos porque hemos vuelto a ganar y jugamos mejor al fútbol. España tiene el estilo que ha hecho campeona a Italia. Ahora salimos a jugar con más toques y menos pases largos. Tenemos calidad para mantener el balón y es lo mismo que está haciendo Luis Enrique. Estamos en un momento dulce”, apunta Amedeo Carboni.

La paciencia no existe con Luis Enrique, aunque él tampoco la necesita y se caracteriza por tener carácter y rebeldía. No hay que olvidar esa imagen icónica que le acompaña como futbolista de la Selección. El codazo del italiano Tassotti en el Mundial de Estados Unidos de 1994. Se partió el labio superior por esta nación. En Italia, con este suceso, ya se habría convertido en un héroe para la eternidad.

El nombre del torneo de la Liga de Naciones debería tener un efecto patriótico entre los aficionados. Una nación, un título. Ganarlo suena a país unido y superior. Pero España, en fútbol, tampoco es una familia apasionada con sus jugadores y menos con el seleccionador. La larga travesía que nos acompaña desde que se agotó el equipo de ensueño que ideó Luis Aragonés y explotó Vicente del Bosque debería servir para la reconciliación. Desde la consecución de la Eurocopa de 2012, la Selección está en declive, con despidos de seleccionadores (Lopetegui, Fernando Hierro y Robert Moreno), malos resultados y el desánimo de los seguidores.

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