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España es campeona moral de la Eurocopa, pero ya quisiéramos haber tenido a Chiellini
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el valor de un central veterano

España es campeona moral de la Eurocopa, pero ya quisiéramos haber tenido a Chiellini

El consuelo en España es que el equipo de Luis Enrique cayó contra Italia y eso nos convierte en algo así como los campeones morales de la Eurocopa

Foto: Giorgio Chiellini con el trofeo de la Eurocopa y la medalla de campeón.
Giorgio Chiellini con el trofeo de la Eurocopa y la medalla de campeón.

La buena noticia que deja la Eurocopa es que el futuro es de España porque Pedri ha sido elegido mejor jugador joven del torneo. La mala es que, si Luis Enrique hubiera tenido un central como Giorgio Chiellini, habría estado más cerca de ser campeón. Es lo que le faltó a la Selección. Un jugador al que no había que mirarle el DNI, duro, con oficio, con picardía y de aspecto desagradable. En Italia celebran la Eurocopa y están hinchados, llenos de orgullo y agradecidos a su pareja de centrales. Entre los dos suman 70 años. Chiellini (36 años) y Bonucci (34 años), lo menos vistoso de la Eurocopa, marcaron las diferencias atrás, junto con Donnarumma, para reivindicar la figura del central ganador, áspero, el dolor de muelas para los delanteros y los sistemas ofensivos.

El consuelo en España es que el equipo de Luis Enrique cayó contra los que han sido vencedores y eso nos convierte en algo así como los campeones morales de la Eurocopa porque, claro está, jugamos mejor que Italia y merecimos ganar. Con este argumento se han quedado los que miran al futuro con esperanza y están más tranquilos porque España ya no volverá a caer más en los octavos de final de un gran torneo. Con Pedri, consagrado como el mejor talento joven de la Eurocopa, ha revitalizado un grupo de futbolistas jóvenes y extraordinarios entre los que está Dani Olmo, Ferran Torres

Foto: Aymeric Laporte protesta en un partido de la Selección en la Eurocopa. (EFE)

Somos así de optimistas y lo que hay que reconocer y felicitar es a dos futbolistas veteranos que han dado un recital en la Eurocopa. Chiellini y Bonucci (autor del gol del empate contra los ingleses). En especial, el primero, porque ha dado una clase magistral de lo que es liderar a un equipo cuando tiene que remontar una final a Inglaterra en Wembley con un gol en contra desde el minuto dos. Italia tiene mucha calidad individual, pero Chiellini fue la red, el equilibrio y el padre de todos. Un capitán en mayúsculas que reivindica la importancia de tener un defensa experimentado en este tipo de torneos donde es tan importante la creatividad como intimidar.

Las estrellas defraudaron

No es algo nuevo. La Italia que ganó el Mundial de 2006 tenía a Fabio Cannavaro y de acompañante a Marco Materazzi. Se las sabían todas, no se les miró la edad sino la experiencia. Cannavaro acabó levantando la Copa del Mundo y meses después recogió el trofeo del Balón de Oro por delante de Buffon y Henry. Es una regla de oro en el fútbol italiano y para muchos entrenadores que señalan la importancia de proteger un equipo con una defensa de maestros que se las saben todas y en esto han dado un recital Chiellini y su acompañante Bonucci.

En España se nos quedó cara de tontos cuando vimos a Giorgio Chiellini vacilar y darle golpecitos en la cara a Jordi Alba en la elección de la portería en la tanda de penaltis. Alba no parecía estar enterado de lo que estaba pasando y Chiellini disfrutaba del momento, con risas, sin tensión. Es solo una anécdota, pero también sirve para valorar la relevancia que tiene un jugador con jerarquía en el campo. Pero Luis Enrique, en todo este asunto, lo dejó claro. El líder era él y punto. Luego cerró la Eurocopa echando flores a Pedri y diciendo esto de “a los 18 años no se ha visto nadie igual. Ni siquiera a Andrés Iniesta. Es increíble. Único”.

placeholder Bonucci y Chiellini celebran el triunfo en la Eurocopa. (EFE)
Bonucci y Chiellini celebran el triunfo en la Eurocopa. (EFE)

Increíble ha sido lo de Chiellini y el sistema defensivo de Italia, aunque haya quien se conforme con que España no mereció perder el partido de las semifinales porque tuvo más la pelota, obligó a los de Roberto Mancini a meterse en su campo y hasta la prórroga tuvo más ocasiones de gol. Ya lo dijo Luis Enrique tras el partido contra los italianos. “Ellos fueron a por los penaltis”. Pues son los campeones de Europa sin perder un solo partido.

El fracaso de Francia

Y así se cierra una intensa e interesante Eurocopa en la que la mayoría de los análisis indican que ha estado igualada y queda para la historia la decepción de Francia. La gran favorita, la que tenía el bloque con más talento y sólido pagó su soberbia o exceso de confianza. Llámenlo como quieran, pero eran los mejores y se fueron casa contra Suiza en octavos de final por una mala gestión del seleccionador Deschamps y ver a sus jugadores, principalmente a Pogba, celebrar un triunfo antes del final del partido. Esto con Italia no sucede porque tienen en su genética no desconectarse del juego hasta el final.

Defraudó Francia y se la pegó Mbappé. Era la Eurocopa para el joven delantero del Paris Saint-Germain y acaba siendo la Euro de Chiellini. Los pronósticos en fútbol se rompen de la manera más sorprendente. Lo de Mbappé ha sido una desilusión general porque estaba llamado a explotar con su fútbol atlético y vertical y se quedó sin celebrar un solo gol. Francia sucumbió a sus egos. Hasta Pedri e, incluso, Dani Olmo estuvieron a un nivel superior al de la estrella francesa.

Ha sido la Eurocopa de Spinazzola, hasta que el lateral zurdo se rompió el tendón de Aquiles. De otros futbolistas que han marcado las diferencias y con los que no se contaba. Como pueden ser el danés Damsgaard, el holandés Dumfries, el checo Patrik Schick… Iba a ser la Eurocopa de Raheem Sterling e, incluso, de Harry Kane. Pero en la final miraron a la cara a Chiellini y Bonucci y se desmoronaron. Iba a ser la Eurocopa de Joao Félix y llegó lesionado. También la de la recuperación de Eden Hazard y, de nuevo, sufrió una recaída muscular. Bélgica, y su estrella, es otra de las decepciones del torneo. Ni hablar del fracaso de Alemania. Kroos puso fin a su etapa en la Selección y ha recibido críticas tan duras como la de Uli Hoeness: "Ya no tiene nada que hacer en el fútbol. Está desfasado".

Foto: Foto: Reuters.

Las grandes estrellas no han convencido, las individualidades se han caído (Bale también estaba ante una gran ocasión) y hemos asistido a un torneo igualado en el que la estrella que hubieran querido muchos seleccionadores es la manera de liderar y competir de Chiellini.

En Italia ya están pidiendo, rogando, a Chiellini que no se retire de la Selección y aguante hasta el Mundial de Qatar 2022. Esto sí que es respetar a las figuras y darles su valor y su sitio. Ni a Chiellini, ni tampoco Bonucci, se les subieron los gemelos en todo el tiempo que duró la final. No era una cuestión de edad, sino de saber cómo hay que competir.

La buena noticia que deja la Eurocopa es que el futuro es de España porque Pedri ha sido elegido mejor jugador joven del torneo. La mala es que, si Luis Enrique hubiera tenido un central como Giorgio Chiellini, habría estado más cerca de ser campeón. Es lo que le faltó a la Selección. Un jugador al que no había que mirarle el DNI, duro, con oficio, con picardía y de aspecto desagradable. En Italia celebran la Eurocopa y están hinchados, llenos de orgullo y agradecidos a su pareja de centrales. Entre los dos suman 70 años. Chiellini (36 años) y Bonucci (34 años), lo menos vistoso de la Eurocopa, marcaron las diferencias atrás, junto con Donnarumma, para reivindicar la figura del central ganador, áspero, el dolor de muelas para los delanteros y los sistemas ofensivos.

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