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Ni los amigos de Luis Enrique entienden lo barato que es ir a la Selección
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Ni los amigos de Luis Enrique entienden lo barato que es ir a la Selección

La decisión de convocar a Gavi, con solo 17 años, rompe con los parámetros de los méritos deportivos y la trayectoria de un jugador para ser internacional absoluto

Foto: Luis Enrique durante su comparecencia para dar la última lista de convocados. (EFE)
Luis Enrique durante su comparecencia para dar la última lista de convocados. (EFE)

La Selección española era considerada como la cima del fútbol nacional. Iban los mejores, pero también tenían que llevar años y años demostrando un alto nivel. Las condiciones para ser internacional tenían que ser duras. No valía cualquiera por hacer dos o tres buenos partidos. Ni porque se le intuyera una calidad innata o estuviera de moda por su desparpajo. Había que tener muchos buenos partidos e, incluso, estar curtido. La convocatoria de Gavi rompe todos los parámetros. Estos requisitos formaban parte de un acuerdo colectivo que unía al seleccionador con los aficionados. Luego podría haber debates en función de los gustos y las necesidades. Pero lo que nadie le podía echar en cara al seleccionador es que la trayectoria del jugador que entraba en la lista era larga y de garantías por su peso y ser indiscutible en el equipo de turno.

Luis Enrique llega al punto en el que ni los que más confían en él pueden entender algunas de sus decisiones. El seleccionador retoca la lista inicial que dio para la fase final de la Liga de Naciones con las incorporaciones de Bryan Gil y Sergi Roberto. El jugador del Tottemhan, que había sido convocado por la Sub-21, entra por la baja de Marcos Llorente y el del Barcelona por las lesiones de Pedri y Brais Méndez (este sustituyó al azulgrana). España juega este miércoles la semifinal contra Italia y la convocatoria con sus cambios continúa dividiendo a los que están a favor del seleccionador y los que afirman que es muy barato llegar a la absoluta.

Foto: Luis Enrique durante un partido con la Selección. (EFE)

Lo que no se podía imaginar es que profesionales de este deporte que se declaran públicamente amigos de Luis Enrique también discrepen o no lleguen a entender cómo con una trayectoria tan corta se puede alcanzar la absoluta. Es el caso del exseleccionador Javier Clemente y el entrenador Paco Jémez. Se rompe una parte del bastión de los que defienden todas las decisiones de Luis Enrique con la convocatoria de Gavi, el jovencísimo (17 años) centrocampista del Barcelona que está en la lista con poco más de 200 minutos en su primera temporada en el Barcelona.

Clemente y Jémez, discrepan

El criterio de Luis Enrique no convence a Javier Clemente que, en declaraciones a Radio Marca, muestra su sorpresa, e incluso rechazo, a que un chico de solo 17 años pueda estar preparado y merezca estar en la cima del fútbol español. “Luis Enrique hace lo que a él le gusta, pero yo no habría llevado a la Selección a un chaval de 17 años. Creo que hay que tener más cuidado con la convocatoria de los jugadores”, son sus palabras con relación a la presencia de Gavi. “Yo no le critico por el hecho de que le guste el jugador, pero yo no lo habría hecho a nivel de la edad que tiene. Son chavales con mucho futuro, pero hay que esperar a la formación de los jugadores. Antes había mucho más nivel de jugadores en España y ahora es más barato ser internacional”, opina Clemente, reconocido defensor de Luis Enrique, y ahora seleccionador de Libia.

En la misma sintonía está Paco Jémez, compañero del asturiano en sus años en la Selección. “Yo creo que ir a la Selección tiene que ser el reconocimiento al trabajo de un jugador. Yo no habría llevado a Gavi. Para llegar a la Selección te lo tienes que haber ganado. Como ha sido siempre. Pero es que antes, para llegar a jugar en Primera División, te lo tenías que ganar. Ahora es más fácil”, dice Paco Jémez en Radio Marca.

placeholder Gavi durante el partido entre el Atlético y el Barcelona. (EFE)
Gavi durante el partido entre el Atlético y el Barcelona. (EFE)

Luis Enrique ha dado un paso que trasciende el debate futbolístico que está en la calle y es analizado por profesionales que se sientan en el banquillo, conocen cómo hay que gestionar las plantillas, los méritos, lo que cuesta ser jugador de élite, competitivo y los procesos de formación. La convocatoria de Gavi, pese a haber jugado cuatro ratos con el Barcelona, como dice Luis Enrique, la justifica por tener un conocimiento del chaval en las categorías inferiores del Barça y por su estilo de juego, que encaja en su plan de juego en la Selección. No hay que descartar que Gavi pueda hasta ser titular contra Italia porque así lo reconoció Luis Enrique cuando se puso bravo el día que dio la lista y le preguntaron por los motivos de su convocatoria.

Foto: Piqué durante un partido del Barcelona en el Camp Nou. (Efe)

Gavi no es el único tema caliente que rodea a la Selección en una semana que hay un título en juego. El debate también gira en torno a la convocatoria de los jugadores del Barcelona. Ninguno de ellos atraviesa por su mejor momento. Ni Eric García, suplente en el partido contra el Atlético de Madrid y superado en la derrota contra el Benfica, ni Busquets, ni ahora tampoco Sergi Roberto. ¿Hay un trato de favor del seleccionador con el Barcelona? Es otro de los asuntos que genera debate con respecto a las decisiones de un seleccionador que para esta fase final de la Liga de Naciones decide no contar con la figura de un delantero centro.

La Selección española era considerada como la cima del fútbol nacional. Iban los mejores, pero también tenían que llevar años y años demostrando un alto nivel. Las condiciones para ser internacional tenían que ser duras. No valía cualquiera por hacer dos o tres buenos partidos. Ni porque se le intuyera una calidad innata o estuviera de moda por su desparpajo. Había que tener muchos buenos partidos e, incluso, estar curtido. La convocatoria de Gavi rompe todos los parámetros. Estos requisitos formaban parte de un acuerdo colectivo que unía al seleccionador con los aficionados. Luego podría haber debates en función de los gustos y las necesidades. Pero lo que nadie le podía echar en cara al seleccionador es que la trayectoria del jugador que entraba en la lista era larga y de garantías por su peso y ser indiscutible en el equipo de turno.

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