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Los tentáculos de Piqué en el Barcelona y sus privilegios en un club en crisis
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Los tentáculos de Piqué en el Barcelona y sus privilegios en un club en crisis

Gerard Piqué es el futbolista que más poder tiene dentro del club, que está en sintonía con Laporta y discrepa del pesimismo de Koeman y sus planteamientos tácticos

Foto: Piqué durante un partido del Barcelona en el Camp Nou. (Efe)
Piqué durante un partido del Barcelona en el Camp Nou. (Efe)

A Koeman se lo va a cargar Joan Laporta porque es un fichaje de Bartomeu, por no comulgar con sus ideas de juego, los malos resultados, el desafío de salir a leer un comunicado y el vacile del ‘tiki taxi’. Pero también le pasará factura el presidencialismo de Gerard Piqué. El futbolista con más poder dentro del club tampoco está cómodo con el holandés y esto llega al palco. Piqué no oculta con su lenguaje gestual y declaraciones la desaprobación. No comparte el pesimismo del entrenador cuando habla de los objetivos a corto plazo ni los planteamientos tácticos. Lo malo para Piqué es que Koeman le señala públicamente con un cambio.

“El presidente no me ha dicho nada, pero tengo orejas, tengo ojos y sé que se filtran muchas cosas”, dice el entrenador antes del partido contra el Atlético de Madrid. No tiene el respaldo de Laporta ni del ‘presidente’ que toma decisiones desde el césped (Piqué) para colaborar con el que está en los despachos. Koeman está sentenciado por conformista, según Laporta, y falta ultimar quién será el sucesor en el banquillo. Xavi, Roberto Martínez, Andrea Pirlo… son algunos de los nombres que filtran desde el club como las alternativas al cambio.

Foto: Florentino Pérez, en el antepalco del estadio Santiago Bernabéu. (EFE)

En sintonía con Laporta está Gerard Piqué. Sus tentáculos son gigantes. No ha hecho el esfuerzo más importante, a nivel económico y deportivo, para que el entrenador le quite a las primeras de cambio porque cree que corre el riesgo de ser expulsado en el partido contra el Benfica. Koeman no se ha dado cuenta de que con Piqué es mejor llevarse bien que tenerlo en contra. Lo que hizo con el cambio en Lisboa es multiplicar las tensiones en los despachos y en el vestuario.

Voz y voto en el Barça

Koeman tiene fama de tozudo y no ha entendido quién es Gerard Piqué. Esta relación, que debería ser de unión, ha pasado a ser de frialdad. Hay discrepancias que son evidentes. Piqué no se mordió la lengua, tras el comunicado del entrenador en el que decía que sería un éxito quedar en lo alto de la clasificación en la Liga y un milagro ganar la Champions, para contestar que él no se pone la camiseta del Barcelona para no salir a ganar. Una respuesta, del estilo que dio Sergi Roberto en Cádiz, que no gustó al técnico holandés. Las consecuencias las hemos podido ver en el segundo partido de la Champions.

Gerard Piqué tiene voz y voto en el Barcelona de Laporta. Lo que no consiga Piqué no lo consigue nadie. Si se propone traer un patrocinador al club para generar más ingresos, ahí está él para montar una reunión de negocios y conseguir el patrocinio de Rakuten con un contrato de 350 millones de euros por cinco años en el mandato de Bartomeu. Si hay inestabilidad institucional y el club está en periodo de elecciones no disimula que Laporta es el mejor candidato. Cuando el presidente está en apuros es el primero que arrima el hombro para rebajar su salario, diferir otra parte, y facilitar la inscripción de los fichajes. Con Piqué de aliado los problemas pueden tener una solución. Por eso tiene la confianza y la complicidad con Laporta. Es un hombre de club que ni siqiuera ha hecho dramas con la salida (no explicada) de Messi.

placeholder Piqué, con gesto de preocupación, en el banquillo tras ser cambiado por Koerman en Lisboa
Piqué, con gesto de preocupación, en el banquillo tras ser cambiado por Koerman en Lisboa

Piqué no dejó la Selección para que llegue Koeman y le saque del campo en un partido de la Champions en el que el equipo tiene el resultado en contra. Piqué quiere ser un salvador del Barça en los despachos y en el césped. Sus últimos años tienen que reforzar la imagen de que no hay nadie más culé que él.

Cazado haciendo surf

¿Tiene Piqué privilegios en el club? Parece que sí. Lo que es indiscutible es que tiene galones que van más allá de su rol como futbolista. Si está recuperándose de una lesión, que le impidió jugar esta temporada el partido contra el Getafe, y le caza ‘El Diario Montañés' haciendo surf en la playa cantábrica de Oyambre, junto con Shakira, no es sancionado por el club. Laporta mira para otro lado y le quita importancia. Piqué está por encima de muchas cosas y no hay que obviar que entre sus protegidos, uno de sus mejores amigos en el vestuario, está Riqui Puig. El canterano que Laporta pide que juegue más minutos y Koeman no se los da.

Piqué es el que defendió con pasión, en el programa ‘La Sotana’, a Samuel Umtiti, denostado por Koeman. “Muchos de los que critican a Umtiti llevan 30 años sin hacer el huevo. Su actitud es impecable”, manifestó. Dice y hace lo que le da la gana. En ese mismo programa reconoció sus problemas con Guardiola: “Pep es una persona que quiere el control absoluto de todo lo que pasa y, en mi caso comencé a salir con Shakira, y la relación cambió un poco. Ahora es perfecta”. Guardiola se fue del Barça para cogerse un año sabático. Piqué se puede permitir todo. Hasta viajes largos para organizar un nuevo torneo de tenis y llevarlo a Madrid como sede. Como comprar el Andorra y poner de entrenador a Eder Sarabia, el que fue segundo de Quique Setién en el Barça.

Foto: Gavi durante el partido entre el Barcelona y el Levante en el Camp Nou.

En el choque de personalidades entre Laporta, Piqué y Koeman sale perdiendo el entrenador, que también se cree el más culé porque para eso tiene a mucha gente de su parte en Barcelona que le apoya, pero que no está dentro de la directiva. Koeman es el héroe de Wembley, el autor del gol que valió la primera Copa de Europa, y que tiene el respaldo de gente influyente como Pep Guardiola. Pero esto no vale de nada cuando no tienes de tu lado a Laporta y Piqué.

La figura de Gerard Piqué trasciende lo futbolístico y tiene una enorme repercusión mediática porque se ‘moja’ en las polémicas arbitrales y denuncia que los árbitros son del Real Madrid. Piqué es el mejor portavoz que puede tener el ‘laportismo’ y en tiempos de crisis, como el actual, hace ver todavía más su barcelonismo y se alinea con la visión optimista del presidente.

A Koeman se lo va a cargar Joan Laporta porque es un fichaje de Bartomeu, por no comulgar con sus ideas de juego, los malos resultados, el desafío de salir a leer un comunicado y el vacile del ‘tiki taxi’. Pero también le pasará factura el presidencialismo de Gerard Piqué. El futbolista con más poder dentro del club tampoco está cómodo con el holandés y esto llega al palco. Piqué no oculta con su lenguaje gestual y declaraciones la desaprobación. No comparte el pesimismo del entrenador cuando habla de los objetivos a corto plazo ni los planteamientos tácticos. Lo malo para Piqué es que Koeman le señala públicamente con un cambio.

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