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Luis Suárez consuma su venganza contra Koeman en el recital de Joao Félix (2-0)
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Gran superioridad rojiblanca

Luis Suárez consuma su venganza contra Koeman en el recital de Joao Félix (2-0)

El Atlético se mostró mucho más contundente frente a un frágil Barça sin pegada ofensiva ni fortaleza defensiva. Thomas Lemar abrió la lata y el uruguayo sentenció el encuentro

Foto: Luis Suárez pide perdón a la afición azulgrana tras anotar el 2-0. (Reuters)
Luis Suárez pide perdón a la afición azulgrana tras anotar el 2-0. (Reuters)

Con Koeman por teléfono desde la grada lamentándose y con un equipo plagado de centrocampistas (Sergio Busquets, Nico González, Gavi, Frenkie de Jong y Coutinho), el Barça quiso mirarse al espejo y reconocerse. Lo hizo durante unos cuantos minutos. Cuando amasaba la pelota, encontraba fluidez y podía defenderse del rival con ella. Luego, sin embargo, la realidad le abofeteó de la forma más dura con una falta de calidad en las dos áreas que hipotecó por completo sus opciones de victoria. Joao Félix, con un partido de fantasía y luego Luis Suárez, cobrándose su ventaja pendiente con el técnico neerlandés y el club, se encargaron de propinarle otro duro correctivo al Barça en la primera parte. Lo intentaría el club azulgrana en la segunda, pero el marcador ya no se movería.

placeholder Luis Suárez no falló. (Reuters)
Luis Suárez no falló. (Reuters)

Piqué había empezado marcando terreno con Luis Suárez mediante una patada a destiempo, sabedor de que el uruguayo es una bomba de relojería en días importantes. El central culé, desquiciado por los movimientos punzantes de Thomas Lemar y la fantasía de Joao Félix, nunca llegaría a comprender cómo frenar el ataque rojiblanco a pesar de discutirse con Busquets. El Barça temblaba en defensa y Koeman, que solo podía dibujar caras de angustia en el Metropolitano, no conseguía hacer que los suyos dejaran de padecer en cada ataque local liderado por Joao Félix.

El portugués, ultramotivado y barnizado en aura de estrella, decidió regalar una de sus mejores primeras partes desde que aterrizase en el Atlético de Madrid. De los desajustes entre líneas a los costados de Busquets y de las notables intervenciones para su equipo empezó a sacar ventaja Simeone. Con Carrasco dando profundidad por la izquierda, Lemar picando entre líneas y Joao Félix filtrando el pase adecuado en el momento perfecto, el Barça se atragantaba en defensa.

placeholder Joao Félix dio un recital. (Reuters)
Joao Félix dio un recital. (Reuters)

Mingueza, perdido al perseguir marcas, siempre estaba fuera de sitio; arrastraba a Ronald Araujo y Piqué se veía superado por las consecuencias. Lemar dio el primer aviso con un disparo raso desde la frontal, zona escogida por los colchoneros para poner la débil defensa visitante patas arriba. A Joao Félix trataban de pararlo por lo civil o por lo criminal, pero ni así. De los agarrones de Araujo solo sacó más fuerzas para lo que estaba tramando. El luso flotaba entre líneas, colocaba los primeros cimientos de la victoria y maravillaba.

Joao Félix y Lemar fueron indetectables

Cuando la tenían los de Koeman, el Barça respiraba a través de la pelota. Sin embargo, esa acumulación fichas en la frontal del área sin ningún tipo de profundidad, desborde ni verticalidad acababa jugando en su contra. Solo cuando Frenkie de Jong cargaba el área o Depay buscaba un control en una baldosa intimidaba al rival, crecido por su superioridad individual y colectiva. Joao se encargaría de demostrarlo en la enésima jugada que el Barça se zampó en defensa. Arrastró a su marcador con un control de fantasía, habilitó a Luis Suárez en la frontal y el uruguayo le regaló a Lemar un gol en bandeja de plata.

Con el 1-0 en el marcador, el Barça buscó reaccionar. Coutinho, más activo que en anteriores ocasiones, llegó a la frontal para engatillar una pelota llovida del cielo tras un rebote, pero su remate se marchó rozando el palo. Acto seguido, Memphis rompió al espacio, la dejo de cabeza y Frenkie de Jong no llegó por los pelos. El Atlético despertó y ya no soltaría la seguridad defensiva ni el martillo pilón que suponía su ataque por la banda izquierda de Carrasco, Lemar y Joao Félix. En una de las múltiples trampas que le tendió Joao a sus defensores, el portugués volvió a arrastrar a Mingueza, Araujo se quedó a medio camino y Piqué solo pudo correr hacia atrás mientras Lemar recogía el pase al espacio y habilitaba a un Luis Suárez que definiría a sangre fía ante ter Stegen.

placeholder Luis Suárez celebra el 2-0. (EFE)
Luis Suárez celebra el 2-0. (EFE)

El Atlético se marchaba al descanso con la sensación de que no había sido para tanto y el Barça, mejor que en otros días, solo hacía cosquillas al campeón de LaLiga. A la vuelta de vestuarios, Koeman retiró a Nico González y apostó por Sergi Roberto. Simeone, por su parte, quitó a Rodrigo De Paul por Kieran Trippier. La segunda parte empezó como si fuera un calco de la primera. El Barça disparaba con pistolas de agua y Coutinho tuvo la mejor ocasión para recortar distancias en el marcador. Nada más lejos de la realidad, al brasileño se le cerró la persiana y se le apagaron las luces en un disparo centrado y tibio tras la pérdida de Mario Hermoso.

No tendría más oportunidades el brasileño. Koeman lo mandó al banquillo y saltó Ansu Fati. El hispano-guineano salió revolucionado y listo para revolucionar a sus lánguidos compañeros. Primero con una falta a las nubes del Metropolitano y luego con una maniobra donde estuvo cerca de sorprender a propios y extraños, no así a Oblak, siempre atento. Simeone, que veía cómo el Barça buscaba venirse arriba, renovó a su pareja de delanteros con la entrada de Correa y Griezmann por Luis Suárez y Joao Félix.

placeholder Griezmann sustituye a Luis Suárez. (Reuters)
Griezmann sustituye a Luis Suárez. (Reuters)

El francés pudo salir y besar el santo. En un contragolpe con muchos metros por delante y con Correa solo esperando un balón que nunca llegaría a buen puerto, el '8' rojiblanco se pasó de potencia y desperdició la oportunidad de matar el encuentro. Koeman, entonces, ya se dispuso a quemar todas las naves y tanto Riqui Puig como Luuk de Jong se incorporaron en el lugar del acertado Gavi y Mingueza. Simeone pidió más a la afición rojiblanca y el Atlético esperaba con comodidad. En los últimos minutos, Memphis gozó de una falta directa en el balcón del área, pero su golpeo se fue acariciando la escuadra de Oblak. El Atlético venció, convenció y el Barça se va al parón de selecciones en crisis.

Con Koeman por teléfono desde la grada lamentándose y con un equipo plagado de centrocampistas (Sergio Busquets, Nico González, Gavi, Frenkie de Jong y Coutinho), el Barça quiso mirarse al espejo y reconocerse. Lo hizo durante unos cuantos minutos. Cuando amasaba la pelota, encontraba fluidez y podía defenderse del rival con ella. Luego, sin embargo, la realidad le abofeteó de la forma más dura con una falta de calidad en las dos áreas que hipotecó por completo sus opciones de victoria. Joao Félix, con un partido de fantasía y luego Luis Suárez, cobrándose su ventaja pendiente con el técnico neerlandés y el club, se encargaron de propinarle otro duro correctivo al Barça en la primera parte. Lo intentaría el club azulgrana en la segunda, pero el marcador ya no se movería.

Joao Félix