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Puerta grande o enfermería en Sevilla: por qué Isco debe demostrar que aún no está retirado
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¿Sigue motivado?

Puerta grande o enfermería en Sevilla: por qué Isco debe demostrar que aún no está retirado

El jugador aterriza en un club de élite que le recibe con las puertas abiertas por petición expresa de Lopetegui. El reto es enseñarle al mundo que todavía tiene fútbol en las botas

Foto: El entrenador vasco consuela a Isco tras sufrir una lesión con la Selección. (Reuters/Jon Nazca)
El entrenador vasco consuela a Isco tras sufrir una lesión con la Selección. (Reuters/Jon Nazca)

El destino ha querido reunir de nuevo a Isco Alarcón con Julen Lopetegui durante las próximas dos temporadas. El entrenador vasco llevaba tiempo atento a la situación de un futbolista que entiende que le puede dar un salto de nivel en el centro del campo. Era un objetivo prioritario para él, no así para la dirección deportiva liderada por Monchi. El Sevilla ha visto en este mercado cómo Aston Villa y Barça han desgarrado su columna vertebral en el eje de la zaga (Diego Carlos y Jules Koundé) para no tener pérdidas en el pasado ejercicio 2021-22 en el primer caso y obtener una jugosa plusvalía en el segundo. Solo el brasileño Marcao ha llegado para amortiguar ambas salidas y aún deben aterrizar más futbolistas en Nervión. Isco, en cambio, es un melón por abrir por parte de un club que ansía dar un paso al frente en la Champions League y cimentar su presencia en la máxima competición continental año tras año.

A sus 30 años, el declive del jugador andaluz en las últimas tres temporadas ha ido cuesta abajo... y sin frenos. Isco tocó fondo desde la salida de Julen Lopetegui como entrenador del Real Madrid y desde entonces no ha levantado cabeza. Santiago Solari ya quiso librarse de él, con expediente sancionador de por medio, malas caras e indirectas, dejando entrever su supuesta falta de profesionalidad cuando le preguntaron por sus reiteradas suplencias: "Para jugar hay que ponerse primero en forma y luego conseguir la forma competitiva", llegó a decir el argentino. También le ha faltado compromiso y actitud, y su presencia en el conjunto blanco se ha evaporado.

placeholder Se reúnen cuatro años después. (EFE/Javier Lizón)
Se reúnen cuatro años después. (EFE/Javier Lizón)

No le fue mucho mejor cuando partió el argentino. Zinédine Zidane también lo trataría de recuperar sin éxito y hasta Carlo Ancelotti desistió. El apagón de Isco tras el Mundial de Rusia, cuando era el mejor jugador nacional, ha sido extraordinariamente doloroso para un jugador que en 2012 ganó el trofeo Golden Boy al mejor jugador menor de 21 años y que estaba llamado a liderar el Real Madrid y la Selección. Hubo un breve tiempo en que lo intentó, pero el gatillo fácil de Luis Rubiales en la Federación y la sombra goleadora de Cristiano Ronaldo en Madrid dinamitaron el proyecto de quien lo mimó como si de un padre futbolístico se tratara, Julen Lopetegui.

El guante de Monchi

Ahora, cuatro años después de la salida del preparador vasco del Santiago Bernabéu, Isco goza de una oportunidad de oro para volver a demostrar que aún tiene cosas que ofrecer en la élite del fútbol. El jugador se ha esforzado en demostrar que está fino físicamente a través de sus mensajes en las redes sociales. Lo mismo ha hecho el club en el primer encuentro televisado entre Monchi e Isco. "Estás fuerte, estás fuerte", le dice el director deportivo del Sevilla al jugador, a lo que este contesta: "Me he cuidado, me he cuidado". Nada es casualidad para un futbolista criticado por no estar en forma y en el ojo del huracán mediático.

La duda con Isco es si todavía está motivado para jugar al fútbol. Si, esta vez, el malagueño es capaz de recuperar la confianza en sí mismo, el dinamismo en su juego y la habilidad de sacrificarse defensivamente tras perder la pelota en el tramo final de su carrera. No existe un entrenador de primer nivel que vaya a apostar más fuerte por él que el propio Lopetegui. Los dos deben demostrar que esta apuesta tiene sentido. Decía Monchi hace un año en una entrevista concedida a 'Estadio Deportivo' que Isco no era prioritario: "Afortunadamente, en esa posición tenemos jugadores muy interesantes. Es de las posiciones del campo en que podemos estar más tranquilos. En los perfiles que puede jugar Isco tenemos jugadores aquí y fuera que nos van a dar, seguro, rendimiento".

El problema en la Champions

Sin embargo, el Sevilla ha sido un equipo ultracompetitivo en LaLiga y la Europa League bajo la tutela de Julen Lopetegui, al que le han faltado magia y un salto de calidad en el último tramo final del campo para elevar su techo de cristal. Al equipo lo han pasado por encima físicamente en la Champions League dos temporadas consecutivas y el cuadro de Lopetegui no ha podido controlar el ritmo del encuentro como le hubiese gustado. La exigente afición del Sevilla espera que, por fin, este año sí que se pueda soñar con pasar rondas en la máxima competición continental.

Isco debería aportar más poso y dominio con el balón en los pies. Una pieza que dote al engranaje andaluz de una bisagra creativa con el poder de esconder la pelota, retenerla y hacer suyo el partido. Al Sevilla le ha faltado inventiva y flexibilidad, y él debería poder brindársela. El reto es que la regularidad suponga más ventajas con la pelota que inconvenientes sin ella y que el centro del campo del Sevilla no se parta por la mitad si Isco tiene muchas pérdidas de balón. Habrá que protegerlo y comprobar hasta qué punto puede aguantar un partido donde le presionen constantemente... porque en esta Champions League blanca no jugó ni un solo minuto. Federico Valverde y Eduardo Camavinga le adelantaron por todos los carriles imaginables en un curso donde solo disputó 407 minutos.

placeholder Isco celebra su último gol como jugador del Real Madrid. (Reuters/Susana Vera)
Isco celebra su último gol como jugador del Real Madrid. (Reuters/Susana Vera)

En esa posición que ocupa Isco, tirado a banda izquierda o en zonas centrales, también están el Papu Gómez, Óliver Torres e Ivan Rakitic, puesto que Joan Jordán, Thomas Delaney y Fernando son centrocampistas más posicionales. Al argentino no le dio tanto espacio como se podía imaginar antes de que llegase procedente del Atalanta italiano. Al malacitano no le importa partir desde la banda o desde el centro, lo que su juego pide es entrar en contacto con la pelota sistemáticamente. Tener libertad para pisar otras zonas y flotar por el campo. Isco debe participar mucho para sentirse completo y adueñarse de su equipo y del encuentro. Isco llega con un palmarés envidiable y, a pesar de ello, con mucho por demostrar al mundo cuando el Mundial está tan cerca.

El destino ha querido reunir de nuevo a Isco Alarcón con Julen Lopetegui durante las próximas dos temporadas. El entrenador vasco llevaba tiempo atento a la situación de un futbolista que entiende que le puede dar un salto de nivel en el centro del campo. Era un objetivo prioritario para él, no así para la dirección deportiva liderada por Monchi. El Sevilla ha visto en este mercado cómo Aston Villa y Barça han desgarrado su columna vertebral en el eje de la zaga (Diego Carlos y Jules Koundé) para no tener pérdidas en el pasado ejercicio 2021-22 en el primer caso y obtener una jugosa plusvalía en el segundo. Solo el brasileño Marcao ha llegado para amortiguar ambas salidas y aún deben aterrizar más futbolistas en Nervión. Isco, en cambio, es un melón por abrir por parte de un club que ansía dar un paso al frente en la Champions League y cimentar su presencia en la máxima competición continental año tras año.

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