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El desquite de Lucas Vázquez a los que decían que jugaba por ser amigo de Sergio Ramos
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El desquite de Lucas Vázquez a los que decían que jugaba por ser amigo de Sergio Ramos

Puede que le haya venido bien la marcha de Ramos para que se le mire con criterios más profesionales y menos personales o de amiguismo. Lucas Vázquez juega los partidos más importantes con Ancelotti

Foto: Lucas Vázquez celebra con Mendy su gol en el Camp Nou. (Efe)
Lucas Vázquez celebra con Mendy su gol en el Camp Nou. (Efe)

A Lucas Vázquez le hacen daño las críticas malintencionadas y las ofensas que acaban en mofas. Convivir con ellas no es sencillo pese a que es un tipo positivo y peleón. Es otra temporada más (van siete) en la que un sector ruidoso de aficionados cuestiona, vía redes sociales, qué hace Lucas Vázquez en el Real Madrid y si el club no encuentra otro jugador que tenga más cualidades técnicas. Lo que ya no se le reprocha es que siga jugando porque es el mejor amigo que tenía Sergio Ramos. Tampoco que haya conseguido la renovación en el Real Madrid por ser un enchufado.

Puede que le haya venido bien la marcha de Sergio Ramos para que se le mire con otros criterios más profesionales y menos personales o de amiguismo. El gallego siempre habría querido al sevillano a su lado. Tienen sintonía. Son como hermanos. Pero separar sus vidas confirma, a los que tenían sospechas, de que a Lucas no le regalan los minutos.

Foto: Matías Morla, abogado de Diego Armando Maradona

Lucas Vázquez está jugando los partidos más importantes de la temporada con Carlo Ancelotti. Lo ha hecho en diferentes posiciones. De lateral derecho y de extremo. El entrenador italiano ha confiado en él en las victorias contra el Inter de Milán, Shakthar y Barcelona. Ya no se puede decir que Lucas Vázquez jugó mucho la temporada pasada porque era uno de los enchufados de Zidane. Este era otro de los argumentos que esgrimían los que criticaban la alineación del gallego.

Un espíritu de superación

Muchos son madridistas que siguen sin comprender qué ven los entrenadores en un futbolista que no tiene vistosidad y está dentro de lo corriente. Juega con todos los técnicos que han ido pasando por el banquillo desde que fue repescado por un millón de euros al Espanyol en 2015. Lo pidió Rafa Benítez cuando se hizo cargo de la plantilla tras el despido de Carlo Ancelotti. Siguió contando para Zidane, Solari y ahora con Ancelotti.

El trabajo, su fútbol, que hace es gris, pero muy necesario para los técnicos que buscan este perfil de jugador polivalente, sacrificado y comprometido con el grupo. Por estas razones y más aspectos profesionales, como su espíritu de superación, continúa el gallego. El club decidió renovarle, con una buena mejora salarial en tiempos de austeridad, porque lo consideran rentable.

placeholder Lucas Vázquez tras marcar el gol en el Clásico. (Efe)
Lucas Vázquez tras marcar el gol en el Clásico. (Efe)

Los datos no engañan. Lucas Vázquez corre cada partido una media de 12 kilómetros y en Clásico se pegó una paliza en defensa y en ataque que culminó con una carrera de más de 70 metros y el gol de la victoria. Ganó al sprint a Eric García. Hasta el minuto 91 jugó atrás y sujetó a Memphis Depay. En el descuento tenía energías y velocidad para culminar una acción de contraataque de Marco Asensio. El partido acabó con victoria ajustada y el primero que abrazó a Lucas por su despliegue físico y acierto fue un Balón de Oro: Luka Modric. El siguiente que reconoció su entrega fue el preparador Antonio Pintus.

Carácter y trabajo

"Es un portento físico. Parece poca cosa y es el más resistente", reconocen fuentes del Real Madrid. Dentro de la plantilla, compañeros y cuerpo técnico y médico, destacan las virtudes de un futbolista extremadamente competitivo. Fuera se ve con otros ojos porque entran las comparaciones técnicas y se mezclan con las críticas en las redes sociales. Lucas reconoce que lleva con normalidad este tipo de comentarios malvados. Es habitual en jugadores con carácter que se hagan más fuertes con las críticas y los pitos. Hay otros que son más vulnerables y sufren las consecuencias con un bajón en su rendimiento. Lucas Vázquez es de los primeros. Tiene perseverancia y rebeldía. Tiene, además, la experiencia que da aguantar los palos a sus 30 años para llevar este tipo de situaciones que no dejan de ser desagradables.

Reírse del gallego es habitual cuando tiene un fallo, comete un error o tiene gestos técnicos que no son los de un fino estilista en la conducción, regate, centros y control del balón. Detrás, lo que no se ve para que Lucas Vázquez acabe contando con todos los entrenadores, hay un trabajo regular y profesional que engloba tener actitud en los entrenamientos, generosidad en el esfuerzo, compromiso colectivo, un preparador personal y un nutricionista. Así se puede entender que es un futbolista que se gana a los entrenadores y preparados físicos por su capacidad de recuperación, resistencia y velocidad. “Es ligero en la carrera y contundente en el choque”, dicen en el club. Esto es lo que buscan los entrenadores que se nutren de jugadores verticales, de ida y vuelta, y anteponen el interés del grupo al ego.

Foto: Borja Garcés durante un partido con el Leganés. (@CDLeganés)

Volverán a aparecer las críticas con los fallos o los malos resultados y será un tema recurrente si tiene nivel para jugar en el Real Madrid. Pero el presente de Lucas Vázquez es disfrutar de un buen momento en el Real Madrid, que fue interrumpido la temporada pasada cuando en un Clásico en el estadio Alfredo Di Stéfano se lesionó por meter la pierna en un balón dividido e impactó con Busquets. Se jugó su futuro sin haber renovado.

"Es para ti papá", gritó Lucas Vázquez en la celebración del gol que sirvió para ganar el Clásico en el Camp Nou. Se puso delante de una cámara de retransmisión y cumplió con sus promesas. Una era ganar para que su padre se sintiera orgulloso en un día especial y la segunda era encontrar un momento en el que escenificar el gesto de Spiderman que le pidió su hija antes de viajar a Barcelona. Lo más importante era desquitarse de las ofensas. Los elogios y las portadas fueron para David Alaba, por su zapatazo, y Vinicius, por ser una pesadilla. Lucas bordó el trabajo sencillo, práctico y efectivo. El mejor reconocimiento es el valor que da Carlo Ancelotti a su trabajo.

A Lucas Vázquez le hacen daño las críticas malintencionadas y las ofensas que acaban en mofas. Convivir con ellas no es sencillo pese a que es un tipo positivo y peleón. Es otra temporada más (van siete) en la que un sector ruidoso de aficionados cuestiona, vía redes sociales, qué hace Lucas Vázquez en el Real Madrid y si el club no encuentra otro jugador que tenga más cualidades técnicas. Lo que ya no se le reprocha es que siga jugando porque es el mejor amigo que tenía Sergio Ramos. Tampoco que haya conseguido la renovación en el Real Madrid por ser un enchufado.

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