¿Es una aberración ir a la boda de un hermano? Garitano sacude a Borja Garcés

El último acto de indisciplina de un futbolista es irse a la boda de un hermano sin permiso del entrenador. Acudir a la ceremonia religiosa, no quedarse a la fiesta y llegar a tiempo para disputar el partido de su equipo. Borja Garcés decidió que podía compatibilizar ambas cosas y que la boda de un hermano, al que está muy unido, es una cosa única en la vida y que merece un esfuerzo para no perdérsela. Pero Asier Garitano, el entrenador del Leganés, no lo entendió así y, desde el primer momento que su futbolista le pidió permiso para asistir a la ceremonia, se lo negó. El problema es que Garcés también habló con el club y entendió que sí podía estar en la boda y llegar a tiempo para el partido que se disputaba en el mismo día entre el Leganés y el Tenerife.

El lío está montado en Leganés. Borja Garcés ha sido apartado del equipo por Asier Garitano por considerar que "es una aberración y una auténtica barbaridad". Garcés viajó a Melilla, estuvo en la ceremonia religiosa del sábado y cogió un vuelo a Madrid a las 14:30 horas. Llegó a la capital a las 16:00 horas y el partido era a las 21:00 horas. Con tiempo suficiente como para haber jugado. Pero, cuando estaba en el aeropuerto de Melilla, de regreso, se enteró de las declaraciones de Garitano. Fuera de la convocatoria y apartado.

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"Mientras yo esté aquí, sé lo que voy a hacer. Estemos como estemos y pase lo que pase, ese chico ahora mismo, y mientras yo esté aquí, no volverá a vestir la camiseta del club", es la postura firme y dura de un entrenador que no tenía a otro delantero disponible en la plantilla y decidió, pese a que el equipo también está en una mala racha, imponer su autoridad. El Leganés perdió contra el Tenerife (1-3) y es antepenúltimo en la Segunda División. Hay quien piensa en Leganés que esta medida disciplinaria la utiliza Garitano para tapar los malos resultados.

El caso de Jasikevicius

¿Es una aberración ir a la boda de un hermano? La gestión de los entrenadores con los asuntos personales que afectan a los jugadores tiene diferentes criterios. Hay algunos que son inflexibles y otros que actúan con más tacto o mano izquierda. La semana pasada se vivió en París un caso mediático y de repercusión con la ruptura de Mauro Icardi, futbolista del Paris Saint-Germain, con su mujer y agente Wanda Nara por un ataque de celos o presunta infidelidad. El futbolista argentino pidió permiso a Mauricio Pochettino para ausentarse de los entrenamientos, viajar a Milán, donde se marchó su mujer, y arreglar el matrimonio. El entrenador dio vía libre y antepuso el asunto familiar.

Otro de los casos que más repercusión han tenido en la gestión de un entrenador con un jugador fue el permiso de Sarunas Jasikevicius, actual entrenador del Barcelona de baloncesto, cuando estaba en el Zalgiris Kaunas. Augusto Lima, uno de sus jugadores, pidió permiso por baja paternal cuando el equipo se jugaba en título de la Liga de Lituana. Faltó a un partido de las semifinales. "¿Qué piensa sobre la ausencia de Augusto Lima en la mitad de las eliminatorias para marcharse a ver el nacimiento de su hijo?", preguntó el periodista. "Yo le he dejado", contestó Jasikevicius. "Pero... ¿es normal eso durante unas semifinales?", insistió el periodista. "¿Tienes hijos? Cuando los tengas, lo entenderás. Es la mejor experiencia del ser humano. ¿Piensas que el baloncesto es lo más importante? Cuando seas padre entenderás qué es lo más importante en la vida. Vienes y me hablas. Porque es lo mejor del mundo. Créeme, ni títulos ni nada más. Augusto Lima está ahora en el cielo emocionalmente y estoy feliz por él", fue la respuesta del entrenador.

Borja Garcés entendió que la boda de un hermano era tan importante para él como el nacimiento de un hijo. No se fue de fiesta. Se saltó la prohibición del entrenador a sabiendas de que se metía en un lío, pero con la responsabilidad de estar disponible para jugar el partido y llegar con antelación a la hora de inicio. Su versión es que el club conocía el viaje y no tenía la prohibición.

El caso ha generado revuelo en el fútbol español y la familia de Borja Garcés quiere apoyarle poniéndole como ejemplo de profesional y buen hijo y hermano. "Ha actuado como un buen hijo, que es estar junto a los suyos, que en este caso es acompañar a un hermano en la ceremonia religiosa. No acudió a la fiesta", es la versión de la familia que recoge 'El Faro de Melilla'. Borja Garcés sufrirá las consecuencias de una escapada no autorizada por Asier Garitano. Un jugador que pertenece al Atlético de Madrid y está cedido en el Leganés. Un chico al que los aficionados del Atleti le cantaron en el día de su debut en el Wanda Metropolitano: "Más Borjas Garcés y menos Moratas" para reivindicar al canterano y criticar el fichaje de un delantero que había jugado en el Real Madrid.

Borja Garcés pidió, a través de su cuenta de twitter, perdón a la afición, cuerpo técnico, compañeros y club para intentar recuperar la normalidad. "Cometí un acto de indisciplina al ausentarme de un entrenamiento", dice el futbolista. Es un paso más para intentar que ahora le perdone Asier Garitano.