El increíble salto de pértiga de la española Belén García hacia Las 24 horas de Le Mans

Belén García hizo historia hace tres temporadas al convertirse en la primera mujer en vencer en una carrera de monoplazas en un campeonato validado por la FIA (Federación Internacional de Automovilismo). Su victoria en la carrera inaugural de la Fórmula 4 española fue cuestionada porque ganó después de una sanción a sus rivales.

"¡Cómo si fuera algo malo saberse el reglamento!" -argumenta Belén-. "Siempre he prestado mucha atención a saberse de la A a la Z un reglamento y es igual para todos". Esa sabia decisión que le dio la victoria y el liderato en el campeonato, dice mucho de esa alma de ingeniera telemática que lleva Belén dentro.

Pero detrás de esa cabeza tan bien amueblada hay también una vida dedicada al deporte desde la más tierna infancia. Antes de comenzar en el automovilismo, la joven catalana se dedicó al atletismo y concretamente al salto de pértiga. Fue quinta en el campeonato de Cataluña de la especialidad en 2018 y aunque no ha abandonado del todo su práctica, las carreras de coches en la actualidad absorben prácticamente todo su tiempo.

Desde aquel sonado debut en 2019 en los monoplazas, después de apenas cuatro temporadas de Karting, Belén continuó su carrera como piloto en los monoplazas participando en las W series o la Fórmula Renault. Pero el año pasado decidió hacer un cambio de rumbo y abandonar los monoplazas. "Llegó un momento que vi que mi progresión se iba a frenar por falta de presupuesto y por eso decidí reenfocar mi carrera hacia los prototipos y la resistencia", admite Belén.

La piloto nacida en la Ametlla del Vallés, se encontró ante la misma tesitura ante la que se encuentran multitud de talentosos pilotos. Las exigencias económicas para competir en campeonatos como la Fórmula Renault Europea son inasumibles, salvo para unos pocos. Hoy día, o vienes de una familia muy adinerada o vienes apoyado por empresas poderosas de tu país. Fuera de ahí es prácticamente imposible avanzar en el campo de los monoplazas.

Un cambio muy razonable

"A mí me encantan los Fórmulas y creo que tenía potencial de crecimiento", -argumenta la piloto del RACC-, "pero tal como está organizado, si no tienes el presupuesto para hacerlo con garantías, con un buen equipo y con un programa de tests, es tirar el dinero. Por otra parte, mi fuerte siempre ha sido el ritmo de carrera mucho más que la clasificación, por lo que creo que en la resistencia voy a poder desarrollar mucho mejor mi evolución como piloto", señala.

Nuestra protagonista viene de una familia donde las carreras siempre han tenido un lugar especial. El padre de Belén, Jose Luis, fue piloto de enduro y hoy día dirige Alkamel, una de las mejores empresas a nivel mundial en el sector del cronometraje. Aunque Belén empezó en el mundo de las dos ruedas, su pequeña envergadura hizo que se pasara a los karts primero y posteriormente al de los monoplazas.

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En la conversación con El Confidencial, precisamente en cuanto a ser una mujer de una constitución muy pequeña, no elude el eterno debate acerca de la conveniencia o no de que las mujeres compitan en automovilismo en categoría diferenciadas: "Yo creo que salvo en casos muy concretos, las mujeres no tenemos un hándicap físico respecto a los hombres. Es cierto que hay una serie de coches donde sí que es verdad que nuestro físico no nos permite llegar donde los hombres, pero lo veo más como una cuestión de adaptabilidad que de rebajar el nivel de exigencia", responde.

¿Mismas condiciones?

“Pondré un ejemplo, -prosigue Belén-, como decía, yo al ser de constitución pequeña he tenido problemas porque muchos coches no estaban preparados para pilotos con una talla como la mía. Pero con un trabajo en los asientos, en la ubicación de los pedales, etc., ese hándicap que tenía inicialmente y que me impedía rendir al mismo nivel, se solucionó en gran medida", cuenta. "No se trata de que hagan los coches más fáciles de conducir para nosotras, sino que se diseñen desde el inicio, pensando por ejemplo que una mujer de baja estatura pueda pilotar en ellos", añade.

No le falta razón a Belén en su argumento, pues hay que recordar, que solamente en fechas recientes se han diseñado asientos de karting específicos para el contorno corporal de una mujer que es muy diferente al de un hombre.

En sentido parecido, en la Fórmula 1 hace ya muchos años que obligaron a que hubiera un espacio interno mínimo y que una elevada altura y un mayor peso de un piloto no fuera un hándicap. Algo similar sucede con la adopción en Fórmula 1 de la dirección asistida que, aunque es verdad que rebaja el nivel de exigencia física, nadie lo percibe como una medida que rebaje el grado de dificultad de ser rápido en un monoplaza.

Un futuro prometedor

A sus 24 años, Belén ha sido esta temporada la gran revelación de las Asian Le Mans Series y Michelin Le Mans Cup, acabando entre los diez primeros clasificados. El próximo año continuará su progresión compitiendo en la European Le Mans Series con DKR Engineering, que es el equipo más puntero de la categoría. La vía para acceder a las competiciones de Gran Turismo y las grandes pruebas de la resistencia, se realiza en este tipo de campeonatos. Dado el creciente interés de las marcas, el nivel de pilotaje ha venido subiendo en los últimos años de forma muy notable.

"Mi objetivo, -explica la piloto española- es ser profesional de esto. El nivel es muy alto en las Le Mans Series, porque es una vía para muchos pilotos como yo de intentar poder vivir de esto. Mi gran sueño es poder participar algún día en las 24 horas de Le Mans y este es el camino ideal para lograrlo".

Aunque el dinero sigue siendo un factor importante, es cierto que en la resistencia, todavía hay un resquicio para que no todo pase, por la cantidad de dinero que un piloto pueda aportar como es el caso de los monoplazas.

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Las Le Mans Series se disputan con vehículos prototipo categoría LMP2 y LMP3. Aunque este tipo de coches ahora han quedado desterrados de la participación en las grandes pruebas de la resistencia, se mantienen en los campeonatos de acceso, porque en cuanto a sensaciones y exigencia de pilotaje, son los mejores coches posibles para detectar el potencial de los mejores pilotos.

Hablamos de prototipos con una potencia que rondan los 500 caballos y tienen un peso muy contenido. Tienen también una aerodinámica bastante avanzada. No hay que confundirse, por tanto. Aun tratándose de categorías de promoción, son coches de carreras que muerden de verdad.

"Soy muy competitiva y quiero capitalizar lo aprendido esta temporada que ha sido un gran año", -dice Belén-. "Conozco la categoría LMP3 y siempre he querido correr en el formato de cuatro horas. Creo que es lo que se me da mejor. No será fácil, pero desde que hace cuatro años trabajé en el área de cronometraje de las 24 horas de Le Mans, no se me quita de la cabeza competir allí algún día".

Desde luego, determinación y madurez a Belen García Espinar no le falta. Muchas más como ella necesitamos para que las mujeres vayan ocupando los lugares que merecen en el automovilismo.