Cuando Alonso y Verstappen hablan de las 24 horas de Le Mans, Stroll escucha. Y actúa

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No deja de ser paradójico que Aston Martin, que creó el Hypercar con su modelo Valkyrie, estuviera fuera de la competición justo cuando la FIA reglamentó este tipo de vehículos. La marca británica tenía demasiados problemas encima de la mesa como para encima prestar atención a esta cuestión. Todavía son tiempos difíciles para el fabricante de Gaydon, pero la situación de sus finanzas nada tiene que ver con la de hace tres años, cuando fue rescatado por el consorcio liderado por Lawrence Stroll.

Si tenía que renunciar por una cuestión financiera a la participación en las competiciones de resistencia, con mayor razón debería haber realizado lo mismo con el naciente equipo de Fórmula 1. A fin de cuentas, en las competiciones de prototipos y de coches GT, Aston Martin había competido con cierto éxito. En la máxima categoría de monoplazas, no existía tradición, ni por supuesto conexión alguna con el producto que vende en sus concesionarios. Eso sí, es importante recordar que el equipo de F1 es una entidad completamente separada de la marca de coches. Coincide que el dueño de la primera, Lawrence Stroll, es accionista relevante en la segunda, pero las cuentas de resultados de una y otra empresa son independientes.

Un dream team irrepetible

Ahora parece un buen momento para rescatar el proyecto de participar en el WEC (el Campeonato Mundial de Resistencia, por sus siglas en inglés) con el modelo Valkyrie que en su día diseñó Adrian Newey. Y al que Max Verstappen le hizo sus primeros kilómetros. No sorprende, por tanto, que un instante después de que se hiciera oficial el retorno de Aston Martin a las competiciones de resistencia, se hicieran conexiones entre Fernando Alonso como actual piloto de la marca británica y el actual campeón del mundo. A fin de cuentas, ambos habían expresado en el pasado su deseo de competir juntos algún día en las 24 horas de Le Mans.

"Definitivamente, haré Le Mans", declaró hace un tiempo Verstappen. "Pero también tiene que encajar todo, no quiero pasear por allí y rellenar la parrilla. Si entro, quiero tener una buena preparación, quiero ganar". Cuando el neerlandés fue preguntado por esta cuestión en el circuito de Qatar, su respuesta abrió más la puerta a la especulación. "Es genial para el deporte que vayan allí con el Valkyrie, es una maravilla de coche y su motor V12 va a sonar increíble. Definitivamente, lo seguiré atentamente, y tal vez Fernando conduzca el auto de todos modos. ¡Va a ser genial!".

"Definitivamente, haré Le Mans", declaró Verstappen

Ese "lo seguiré atentamente" tiene una interpretación muy abierta, porque puede parecer que se limite solo a su seguimiento por televisión. No obstante, da la impresión de que tiene mucho más que ver con estar atento al avance del proyecto, ante la posibilidad de sumarse a él en un momento dado. Como Red Bull no fabrica coches para particulares, no supondría una incompatibilidad si Verstappen toma esa decisión. No ocurre lo mismo, por ejemplo, con pilotos de Mercedes, Ferrari, McLaren, Alpine...

No hay que olvidar tampoco que el modelo Valkyrie tiene en su concepción mucho más de Red Bull que de Aston Martin. Desde el primer al último tornillo, fue Red Bull Advance Technologies quien se hizo cargo del proyecto y su posterior construcción. Aston Martin se limitó a pagar las facturas que le pasó el equipo técnico liderado por Adrian Newey, con las manos libres para desarrollar el coche. En realidad, el coche se llamaba RB17 y no Valkyrie. El cambio de nomenclatura lo provocaron los acuerdos comerciales y de patrocinio. Pero el precio a pagar no fue precisamente barato. Esta joya tecnológica casi acaba suponiendo el descabello para la moribunda Aston Martin, a finales de 2019.

Le Mans sí, pero después de la Fórmula 1

Fernando Alonso ya dejó claro que no iba a volver a competir en Le Mans mientras siguiera en la Fórmula 1. Anteriormente, la incompatibilidad venía dada por el calendario, porque el Gran Premio de Canadá se situaba siempre para contraprogramar a la mítica carrera de 24 horas, pero hoy esto no supone un problema. El asturiano resume su provisional negativa por la imposibilidad para rendir de forma simultánea en competiciones y coches muy distintos.

Por otra parte, el responsable de Aston Martin en las competiciones GT, Ian James, descartó que Lance Stroll o Fernando Alonso pudieran participar en el proyecto. "Hemos visto en los programas de Ferrari y Porsche que han utilizado a sus pilotos de GT y han sido muy exitosos con ellos. Miraremos a nuestros actuales pilotos (entre los que se encuentra el español Alex Riberas) y nos reforzaremos según necesitemos". Como respuesta a la especulación, es impecable el discurso de James desde el punto de vista de la comunicación, pero en absoluto supone algo definitivo cuando llegue el momento.

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Una participación en el WEC a nivel profesional y personal puede ser mucho más satisfactoria para Lance Stroll que estar permanentemente bajo la lupa en la Fórmula 1, al ser el hijo del dueño del equipo. La circunstancia viene a ser parecida en el caso de la resistencia. No obstante, el foco recae mucho más en el resultado del equipo que en el aspecto individual en esta especialidad. Incluso en lo que a pilotaje respecta, es posible que el canadiense responda mejor en ese entorno que cuando estás recibiendo comparaciones casi a cada vuelta con un compañero de equipo que te lleva tan al límite como Fernando Alonso. Es algo que se ha visto muchas veces. Hay pilotos buenos se suban a lo que se suban, pero hay otros en los que su transición de los monoplazas a los prototipos (y viceversa) no funciona.

Cuando el Valkyrie participe en las 24 horas de Le Mans, en 2025, habrán cambiado con seguridad muchas cosas. Habrá que ver la progresión del equipo de Fórmula 1, las ganas de Fernando Alonso de embarcarse en la siguiente reglamentación a partir de 2026, con Honda como motorista, la necesidad de probar nuevos retos de un Max Verstappen que, como mínimo, tendrá tres títulos en su haber... Lo que está claro es que tanto Alonso como Verstappen han expresado un deseo sincero de correr juntos algún día en Le Mans. El único tren al que pueden subirse para conseguirlo se llama Valkyrie. A partir de ahí, el tiempo dirá si las piezas del puzle encajan.