El universo Ferrari y la titánica tarea de Sainz: no basta con rendir más que Leclerc

No debió resultar cómodo para Frederic Vasseur la gestión de carrera de su equipo en el Gran Premio de Austria. La presencia del presidente John Elkann por primera vez en mucho tiempo en un circuito complicaba (más que ayudaba) en la toma de decisiones. El ingeniero francés sabía que tenía respirando en su oreja al 'padrino' de Charles Leclerc. El lenguaje corporal de este en las entrevistas post-carrera no engañaba. Pese a haber logrado el mejor rendimiento conjunto de la temporada era consciente de los fallos por mucho que quisiera disimularlo. El principal, haber perjudicado a uno de sus pilotos (Carlos Sainz), en favor de otro (Charles Leclerc).

Aparte de ser un talento excepcional, la fortaleza de Leclerc dentro de Ferrari radica en su muy cercana relación con John Elkann. De hecho, si tras repetidas frustraciones no se ha marchado aún de Maranello, en gran medida se debe a esa relación especial. La salida de Mattia Binotto y la llegada de Frederic Vasseur se enmarca en el contexto de esta relación especial del dúo Leclerc-Elkann. A Binotto le salió caro llamar la atención a Leclerc el año pasado por sus indisciplinas y es la elección de Vasseur como nuevo jefe no fue casual. El ingeniero francés tiene una amistad y una vinculación empresarial desde hace muchos años con Nicolas Todt, a la sazón manager del propio Leclerc.

La difícil papeleta de Vasseur

Pero Frederic Vasseur es todo menos un ‘enchufado’. Además de un gran profesional del mundo de la competición, también exhibe gran personalidad. Sin ir más lejos en el pasado Gran Premio de Canadá lo dejó claro. Charles Leclerc tuvo que recoger cable en las declaraciones en contra de su equipo del sábado, por lo que fue evidente que entre jefe y piloto hubo más que palabras. Pero que llamar al orden al piloto frente a su protector no es nada fácil. Vasseur es suficientemente veterano para saber que la vida en Ferrari es una mezcla de mano izquierda para sobrevivir y mano firme para mover la nave en la dirección correcta. En Austria decidió no abrir un peligroso melón.

Perjudicar el domingo a Leclerc con la oportunidad de lograr su mejor resultado de la temporada, son decisiones que pueden costar caras. En frío, John Elkann puede entender que con Sainz podrían haber presionado a Verstappen y forzarle a un posible fallo, pero en caliente no habría visto nada bien una decisión en contra de su protegido. Normalmente, un equipo prioriza a aquel piloto más competitivo. No digamos ya, si como es el caso de Sainz, va por delante de su compañero en la tabla clasificatoria del mundial. Pero en Fórmula 1 las cosas no siempre responden a la lógica.

No es de todos modos una cuestión exclusiva de Ferrari. La historia de la competición está llena de intrahistorias que rara vez salen a la luz y que confunden el juicio al analizarse exclusivamente con lo que se ve en superficie. Puede ser una renegociación de un contrato, una forma de rebajar una cotización o forzar un despido de un piloto incluso. Desde hace ya unos cuantos años, boicotear o favorecer a un determinado piloto dentro de un equipo es sencillo. Por eso Sainz, o cualquiera que se vea perjudicado por las decisiones de su equipo, debe cuidar la expresión de sus emociones.

'Ligarse' al universo Ferrari

Sainz es habitualmente es muy comedido y rara vez ventila sus frustraciones al estilo Leclerc. Aparte de que sea consciente de su posición respecto al monegasco, también juega una personalidad educada y compensada para seleccionar y plantear sus batallas. "No tuve recompensa jugando con las reglas del equipo", fue una declaración que, por primera vez esta temporada, ha mostrado públicamente su desagrado con el proceder de su equipo. Un toque de atención puede ayudar, pero si tensa la cuerda más también le puede traer más problemas que ventajas en Ferrari.

El piloto español debe gestionar los tres frentes que influyen en la vida interna de Ferrari. La cúpula del Grupo, los tifosi y el lobby/comunicación para que la percepción del paddock gire a su favor. Para ello, tiene que poner también de su lado implacable juez que es el cronómetro. Porque la tendencia hoy es que el piloto más fuerte de Ferrari en la actualidad es Sainz y no Leclerc. Es decir, lo más difícil de la ecuación va por el buen camino, pero en la Fórmula 1 todo puede variar de un día para otro. El rendimiento de Sainz en las próximas carreras puede ayudar a que Frederic Vasseur deje de priorizar a Charles Leclerc y apueste con fuerza por el madrileño. Porque Vasseur sabe que para hacer campeó a Ferrari, primero tiene que sobrevivir. Una clave importante.