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Toto y Susie Wolff vs. FIA: empieza la sangría en el 'Juego de Tronos' de la Fórmula 1
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SE REABRE LA GUERRA FIA-LIBERTY

Toto y Susie Wolff vs. FIA: empieza la sangría en el 'Juego de Tronos' de la Fórmula 1

Se avecina nueva marejada entre la Federación Internacional de Automovilismo y Liberty Media. Toto Wolff y Susie Stoddart, en el epicentro del conflicto entre regulador y promotor

Foto: Susie y Toto Wolff, en una imagen de archivo. (Getty Images/Mark Thompson)
Susie y Toto Wolff, en una imagen de archivo. (Getty Images/Mark Thompson)

Retrocedamos en el tiempo apenas unas semanas. En el Gran Premio de las Vegas, Toto Wolff reacciona con una vehemencia inusitada y un poco fuera de lugar ante una razonada crítica al trabajo del promotor Liberty Media (la tapa de alcantarilla que destrozó el Gran Premio a Carlos Sainz). Casi de forma simultánea Mohammed Ben Sulayem como presidente de la FIA anuncia que piensa en restituir a Michael Masi al pensar que fue injustamente destituido. Nada es casual nunca en la Fórmula 1, recuerden.

El mismo Toto Wolff que forzó a la FIA de forma muy poco deportiva a penalizar a Carlos Sainz, es el que lideró la presión contra el ente regulador para cobrarse la cabeza de Michael Masi. El jefe de equipo de Mercedes consideraba que el oficial australiano era el principal culpable de que su equipo y Lewis Hamilton perdieran hace justo dos años el título mundial junto a Max Verstappen. Mohammed Ben Sulayem, recién estrenado en esos momentos en la presidencia de la FIA, se encontró con una patata caliente de enormes proporciones, nada más comenzar. Y se equivocó al ceder ante aquella presión.

El poderoso lobby británico estaba furioso por la pérdida de su candidato a la presidencia Graham Stoker y por supuesto por la pérdida del título de su piloto Lewis Hamilton. Es cierto que Masi cometió errores, pero es también que la situación era endiablada y si hubiera tomado la decisión que reclamaba el sector pro-Hamilton, los defensores de la causa de Red Bull y Max Verstappen habrían tenido argumentos igual de válidos a su favor. Michael Masi fue una cabeza de turco para apaciguar una situación y Ben Sulayem tiene seguro mala conciencia de aquello.

Hasta aquí hemos llegado

El verdadero problema de fondo de aquella polémica, subyacía en una confusa redacción de un reglamento realizado durante el mandato de Jean Todt. Ben Sulayem no tenía culpa absoluta de nada de lo acontecido en el invierno de 2021 en Abu Dabi. Pero él fue quien, forzado por la asfixiante presión, tuvo que activar la guillotina frente a Michael Masi. Verse obligado a sancionar injustamente a Carlos Sainz en Las Vegas ante una nueva presión de Toto Wolff, es una situación que podría haber provocado en el presidente de la FIA un "hasta aquí hemos llegado".

A nadie le gusta aparecer ante los ojos del mundo como el representante de una institución que penaliza gravemente a un piloto y a un equipo por un hecho absolutamente ajeno a su voluntad. Y seguramente Ben Sulayem haya decidido decirle a Toto Wolff que las cosas se resuelven o todo de tú o todo de usted. Si Wolff fuerza a aplicar una sanción con un espíritu absolutamente contrario a la norma y a la deportividad, es igual de legítimo que el mismo ente le investigue por posibles conflictos de interés. Porque dichos conflictos existen y las normas valen para los casos que te convienen, pero también para los que no.

Foto: Guy Edwards, con su monoplaza lleno de publicidad durante una carrera. (CC)

Y sí, Toto Wolff tenía y tiene conflictos de interés más que evidentes en la Fórmula 1. Y habitualmente se ha hecho siempre la vista gorda. Más allá del caso que le ocupa estos días a él mismo y a su mujer Susie Stoddart, hay situaciones que chirrían bastante. Ha existido confianza y buena voluntad, pero si nos ponemos marrulleros, como fue el caso de Carlos Sainz en Las Vegas, tampoco hay que quejarse cuando te la devuelven. Vayamos con un ejemplo: el piloto que provocó todo el lío de la final del Mundial 2021 fue Nicholas Latifi, piloto de un equipo llamado Williams donde tenía (y tiene) Wolff intereses. Y nadie dijo nada por no ahondar en la herida.

El antecedente del crashgate de Nelsinho Piquet, en Singapur 2008, recordaba peligrosamente a ese accidente absurdo a pocas vueltas del final. Protagonizado además por un piloto sin nada que perder, como Piquet, en equipo donde eres accionista y que actúa casi como un filial de Mercedes. Nadie tiene por qué dudar de tu honorabilidad ni la del piloto, pero si el mundial se lo hubiera llevado Lewis Hamilton en situación de safety-car, habría millones de aficionados del mundo hablando de amaño.

Varios conflictos de intereses

La mano del empresario austríaco sigue siendo muy larga en Wiliams, en Aston Martin y por lo que parece con su defensa de Liberty Media en Las Vegas, también con el promotor. Así que menos lobos, habría que decirle a Toto (Wolff viene de lobo, por cierto). Es un obvio conflicto de interés que tú dirijas un equipo y tu mujer trabaje mano a mano con el promotor de la competición en la que participas. Se merece el beneficio de no dudar de su integridad como cualquier persona, pero que la situación chirría es evidente.

El lío comienza cuando la FIA anuncia la investigación a través de un comunicado: "Estando al tanto de noticias de un medio de comunicación [Business F1] con la acusación de información de naturaleza confidencial entre un miembro del personal del promotor [Liberty] y un director de equipo, el departamento de compliance de la FIA está investigando el asunto". De forma casi simultánea aparecía la respuesta de los que se dieron por aludidos, es decir, el matrimonio de Toto y Susie, negando las acusaciones.

El asunto de ser cierto es grave. Wolff como director de Mercedes tendría acceso a detalles de las discusiones privadas de los directores de los equipos llevadas por Liberty Media. Susie Stoddart que trabaja en estrecha colaboración con el director ejecutivo de la F1, Stefano Domenicali como directora de la F1 Academy sería la que filtraría a su marido esta información sensible. Y parece que el asunto salta en la última reunión de equipos, donde muchos se sorprenden de cierta información que maneja Wolff. Una información que creen que solo ha podido conocerse desde una filtración generada en la propia Liberty Media.

Foto: Ferrari, Red Bull y las televisiones, en Abu Dabi. (EFE/Ali Haider)

Ninguna de las partes ha sido nombrada por la FIA, pero tanto Mercedes como la propia Susie Wolff (Stoddart, de apellido de soltera) saltaron a la palestra ante la alusión obvia a sus personas. "Tomamos nota de la declaración pública hecha por la FIA esta noche que no se compartió con nosotros de antemano. Tenemos plena confianza en que las acusaciones son erróneas y contamos con procesos y procedimientos sólidos que garantizan la segregación de información y responsabilidades en caso de cualquier posible conflicto de interés", rezaba el texto oficial enviado a los medios por Mercedes.

Susie Stoddart midió mucho menos sus palabras y se tiró a la yugular de la FIA sin medias tintas. "Es desalentador que mi integridad esté siendo cuestionada de esa manera, especialmente cuando el fondo parece un comportamiento intimidatorio y misógino, centrado en mi relación marital en lugar de mis habilidades. Como mujer en este deporte, me he enfrentado a una buena cantidad de desafíos y me niego a dejar que estas acusaciones infundadas ensombrezcan mi dedicación y pasión por la F1 Academy. En los términos más enérgicos posibles, rechazo estas acusaciones". Este es solo el primer capítulo del culebrón.

Retrocedamos en el tiempo apenas unas semanas. En el Gran Premio de las Vegas, Toto Wolff reacciona con una vehemencia inusitada y un poco fuera de lugar ante una razonada crítica al trabajo del promotor Liberty Media (la tapa de alcantarilla que destrozó el Gran Premio a Carlos Sainz). Casi de forma simultánea Mohammed Ben Sulayem como presidente de la FIA anuncia que piensa en restituir a Michael Masi al pensar que fue injustamente destituido. Nada es casual nunca en la Fórmula 1, recuerden.

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