La renovación de Lewis Hamilton y la eterna tentación de Toto Wolff para que suba el pan

El Gran Premio de Italia suele ser el lugar escogido por Ferrari para anunciar los fichajes o renovaciones de sus pilotos. En esta ocasión, fue Mercedes quien acaparó el protagonismo al anunciar que Lewis Hamilton y George Russell formarían su alineación de pilotos hasta finales de 2025. Felizmente terminadas las negociaciones, Hamilton y Mercedes vuelven a ser un frente unido para amenazar de nuevo en pista a Red Bull. Pero también para ajustar cuentas con sus sempiternos rivales.

El largo tira y afloja con Wolff

Es curioso ver cómo dos negociaciones para la continuidad en sus respectivos equipos, las de Charles Leclerc y del propio Hamilton, han tenido una duración distinta. A medida que el mercado se cierra, los jefes de equipo pueden decir con mayor fuerza la fatídica frase: "Acéptalo, porque no tienes donde ir". El manager austríaco no es solo el jefe del equipo Mercedes, también es propietario de un tercio de la escudería. Ser accionista hace actuar con más cuidado. Luego llegan las exigencias salariales astronómicas y, sobre todo, los compromisos de continuidad que no eres capaz de garantizar.

El acuerdo es de 127 millones de dólares por dos años. Con lucrativos patrocinios en vigor, como los de Petronas o Ineos, Wolff lo puede afrontar. Hamilton, por su parte, ha tenido que recular en el rol de embajador por diez años que pedía tras retirarse a razón de 25 millones de euros anuales. Ese ha sido el escenario donde Wolff no ha querido verse ante una posible salida de Mercedes de la competición.

Lewis Hamilton parece haber recuperado su mejor forma, quizá espoleado por la resurrección deportiva de Fernando Alonso. A tenor del rendimiento del asturiano, no parece que la edad vaya a ser un factor que haga mella en la veteranía del británico a sus 38 años. Por otra parte, un compañero como George Russell no le va a permitir tampoco relajación alguna. La renovación cierra también toda especulación (y poder negociador) de Charles Leclerc en su negociación con Ferrari.

El tiroteo con Red Bull

El Dr. Helmut Marko, asesor de Red Bull se pavoneó diciendo que, si Lewis Hamilton pretendía ganar más dinero que Max Verstappen, tendría que irse a Ferrari. Pues bien, a piloto y jefe de equipo les ha bastado una sonrisa y dejar caer que no ha hecho falta irse a Ferrari. Los dardos más llamativos se han producido en el fuego cruzado entre Toto Wolff y Lewis Hamilton frente a Christian Horner y Max Verstappen. Las cuitas de 2021 siguen abiertas, al parecer. Wolff empezó a hacer subir el pan tras el Gran Premio de Holanda, y Hamilton ha tomado el relevo en Monza.

El piloto británico atacaba este fin de semana con dureza al neerlandés. "En mi opinión personal, Valtteri y, de hecho, todos mis compañeros de equipo, han sido más fuertes que los compañeros que tuvo Max. Jenson (Button), Fernando, George (Russell]) Valtteri, Nico (Rosberg). "Todos han sido muy fuertes, muy consistentes, y Max no está compitiendo contra nadie así".

Wolff también llamaba esta semana la atención sobre el hecho de que Red Bull perjudica por sistema a los compañeros de equipo del actual campeón del mundo. "Checo no es un idiota. Hemos visto en este tiempo que es un ganador de grandes premios y estuvo en Racing Point, así que no puedo comprenderlo. "No puedo entenderlo, hemos visto a Max destrozar a cada compañero de equipo que ha tenido, bien por la capacidad para crear un coche en torno a él que es muy difícil de controlar, pero ¿1.3 segundos? No he escuchado ninguna explicación, pero es raro". "Basura", le contestó el propio Verstappen el jueves.

Desde luego, tanto Horner como Verstappen no se han callado. "Estoy completamente de acuerdo con Max" respondía a las palabras de Wolff. "Muestra una total falta de comprensión de cómo se desarrollan los coches de carrera y los equipos si Toto piensa que estamos desarrollando el coche en torno a un solo piloto. Se desarrolla para que sea lo más rápido posible y, a veces, los coches rápidos son difíciles. Así ha sido históricamente. Los buenos pilotos se adaptan, se ve en condiciones húmedas, mixtas, variadas. La élite, se adaptan rápidamente. "Esa es una de sus habilidades clave (Verstappen): su capacidad para adaptarse a la sensación de los niveles de agarre que le brinda un automóvil. No hay ninguna dirección en la que adaptemos algo que se adapte a un piloto específico, simplemente estamos tratando de diseñar y construir el auto más rápido que podamos para que nuestras herramientas, nuestra simulación y nuestro túnel de viento nos proporcionen esa dirección".