Cuándo y por qué la última derrota de Max Verstappen le convirtió en una bestia indomable

Max Verstappen terminó segundo en el pasado Gran Premio de Miami. La última vez que sucedió algo similar fue en… Azerbaiyán 2023. Desde entonces, ha ganado todas las carreras, sí, todas, salvo el quinto puesto de Singapur y la retirada de Australia en 2024.

Algo ocurrió en Bakú 2023 el pasado año que transformó la relación entre del piloto holandés con el RB19. Allí, Verstappen fue derrotado por Sergio Pérez en un intenso mano a mano. No ha vuelto a ocurrir. Las lecciones de aquella carrera sentaron las bases del dominio de Verstappen. El primero en sufrirlo, su compañero, que no ha vuelto a soplarle.

Los inesperados problemas del neerlandés en Miami con el RB20 también le obligaron a forcejear técnicamente con su máquina, en combinación a su ingeniero, Gampiero Lambiase, igual que el pasado año en Bakú. La siguiente cita del calendario 2023 era Miami. Verstappen salió desde la decimoquinta posición, y Pérez desde la pole. El neerlandés arrasó al mexicano y logró la victoria. No paró de ganar hasta Singapur.

¿Y si las lecciones de Miami ofrecen los mismos réditos que en 2023 aquellas de Bakú? ¿Será o no vulnerable Verstappen a partir de ahora o incluso más fuerte?

El pato cojo se escapó vivo

Verstappen se mostró muy insatisfecho con el RB20 en Miami desde el viernes y en la carrera sprint. Se quejaba de "demasiado sobreviraje". En el gran premio, tanto con medios y, sobre todo con duros, otro tanto. No pudo mantener el ritmo de Lando Norris tras cambiar neumáticos, con subviraje en algunos puntos, lo contrario en otros, explicaría al final de la prueba.

Sin adherencia en las curvas lentas, el incidente con el famoso bolardo evidenció imprevisibilidad del RB20, que también se apreció en las vueltas de clasificación en el Q3. "Y cuando tienes estos dos problemas, (subviraje y sobreviraje) no puedes equilibrar el coche, porque persigues dos cosas diferentes. Piloté con el grip que tenía, que no era demasiado".

No obstante, aun con tantos problemas a rastras, ni siquiera Charles Leclerc pudo recortar las diferencias con Verstappen en la segunda parte de la carrera. No debió resultar muy estimulante para Ferrari que el pato cojo aún se escapara vivo.

Aprender en la derrota

Vista atrás a Baku 2023, la última carrera en la que Verstappen fue derrotado por Sergio Pérez. Aquel salía desde la pole, este desde la tercera posición. Pérez superó a Leclerc y se puso a la estela del neerlandés. Verstappen no conseguía hacer rotar el coche en varias curvas como deseaba. "Tenemos neumáticos diferentes este año y creo que esto ha marcado la diferencia en cómo sacar lo mejor del coche", explicaba Verstappen de aquella carrera, con palabras que no han vuelto a escuchársele hasta este reciente Gran Premio de Miami.

A diferencia de Pérez, el neerlandés castigó más sus neumáticos y fue superado por su compañero en la parada en boxes. Tampoco pudo atacarle después. Sin embargo, como reconocería luego el propio Verstappen, dio con la tecla técnica a diez vueltas del final.

Mientras rodaba detrás de Pérez, se dedicó con Lambiase a probar todo tipo de combinaciones de volante para intentar mejorar el comportamiento de su máquina. Por la radio se abrió una constante comunicación en la que su ingeniero le iba sugiriendo configuraciones de diferencial, frenada de motor, reparto de frenada...

"Creo que aprendí mucho de la carrera en Bakú, cómo hacer algunas cosas diferentes con el coche, cómo configurarlo", afirmaría Verstappen meses después. "No gané esa carrera en Bakú, pero realmente probé muchas cosas y diferentes herramientas en el coche, y por eso en la carrera fui un poco inconsistente. Pero en un momento dado cogí un buen ritmo con lo que encontré. Aunque dañé demasiado mis neumáticos, la experiencia fue bastante interesante para las siguientes carreras. Implementé aquello y me ha ayudado en todos los circuitos". Aquella fue la última carrera que ganó Pérez.

El pasado fin de semana, la radio de Verstappen y Lambiase sonaba igual que en Bakú 2023. "No puedo girar en la curva, es un desastre", se quejaba Verstappen. "Display 11, pantalla uno, posición cinco…", "diferencial siete, seis y medio", "pantalla 10, posición 10"… Lambiase comenzó una larga letanía de instrucciones de jerga incomprensible, salvo para los protagonistas. ¿Habrá aprendido algo nuevo Max Verstappen de sus dificultades en Miami, como en Bakú el pasado año? Si así fuera, para echarse a temblar.