Fernando Alonso, del éxtasis de Zandvoort al hueso que roer de Monza: "Es un test duro"
Aunque Aston Martin mejoraba en Zandvoort, Monza 'a priori' presenta los mayores desafíos para la naturaleza y carencias del AMR23. Al menos, durante la primera parte del curso
"Pronto ganaremos una carrera, cada vez estamos más cerca. Bien hecho chicos, muy buen coche para pilotar". Al terminar el pasado Gran Premio de Holanda se escuchó por la radio un mensaje de Fernando Alonso que sonaba familiar de principios de temporada, pero luego caería en el olvido. "En Mónaco estuvimos a una parada de poder ganar, en Canadá tuvimos algún problema con los frenos, y en Zandvoort, a una resalida estuvimos. Te da la esperanza de que haya otra oportunidad", explicaba el asturiano antes de arrancar en Monza. A no ser que la Fórmula 1 se vuelva absurdamente loca este fin de semana, no será desde luego en el Gran Premio de Italia.
Está por ver que Aston Martin recupere el tono del primer tercio del campeonato tras las últimas evoluciones, y las que quedan, según el equipo. Alonso se mostraba optimista para el futuro este jueves, pero antes se sirve plato con un hueso duro de roer. Aunque el equipo británico y Alonso llegan a Italia con otros aires. En comparación a 2022, para empezar, cuando Aston contaba con 20 puntos por los 215 de este año, de ellos, 168 del español. Y con el chute de moral del segundo puesto de Zandvoort y las novedades que hicieron disfrutar a su piloto con el manejo y rendimiento del AMR23.
Monza no es desde luego Zandvoort, ya que presenta desafíos radicalmente opuestos y contraindicados para la personalidad del monoplaza verde ante la configuración y exigencias del trazado italiano. Con nuevos rivales que van a plantar cara. Hasta llegar al Q3 podría suponer un desafío. "Es un test duro para nosotros este fin de semana". Aviso para navegantes
El punto débil
Monza es pista única en el campeonato. Exige de los monoplazas una configuración especial. Potencia de motor -y elasticidad para la salida de las variantes-, durante muchos años ha exigido piezas específicas para que la carga aerodinámica caiga al mínimo por su alto porcentaje de alta velocidad. Festoneado, eso sí, por las tortuosas variantes que exigen brutales frenadas y machacar pianos con coches que deslizan tan descargados. El rendimiento mecánico y de suspensiones para pasar por encima son también cruciales en estos porcentualmente pequeños sectores sobre el conjunto del trazado.
En principio, los antecedentes no juegan a favor de Aston Martin. Montmeló y Silverstone fueron el punto bajo del AMR23, trazados también de alta velocidad, pero de muy diferente configuración a Monza. En Bakú y Canadá, por el contrario, el monoplaza británico se defendió honestamente. Quizás Montreal podría servir como más esperanzadora diferencia. El quinto puesto en Spa -aunque a enorme distancia de Red Bull, Aston Martin y Ferrari- también podría indicar que se ha maquillado ese drag que tanto penalizaba en la primera parte de la temporada.
“Luchar por la vuelta rápida y el nivel de competitividad que mostramos quizás era impensable en Hungría, Spa y en las últimas carreras”, reconocía el jueves Alonso. Quien sabe. Aston Martin ha rebajado en parte ese hándicap del drag pero, ¿Suficiente para Monza? ¿Podría capitalizar Alonso las virtudes en frenada y curva lenta de las variantes del AMR23, y aguantar el tirón en las rectas? “A principio del año la habríamos tenido como una carrera preocupante porque el Aston Martin era muy rápido en las curvas y muy lento en las rectas” reconocía Alonso. “Es cierto que hemos mejorado bastante, pero sigue siendo un circuito al que tememos”. Cabe dudar que un monoplaza con hándicap de drag durante la temporada se transforme en una máquina de podio, precisamente donde tantísimo se penaliza la resistencia al avance.
Quizás en su fuero interno el español se siente esperanzado con el AMR23 este fin de semana y no quiera descubrir cartas. El simulador habrá dado alguna pista. Para empezar, levanta las manos con gesto de prudencia. Porque no se trata solo de aquello que está bajo control propio, sino también el rendimiento de los rivales. En un circuito tan específico como Monza, Aston Martin se encontrará con varios equipos que le miraban con prismáticos desde la distancia en Zandvoort.
"Aquí destacarán dos equipos"
“Creo que aquí destacarán dos equipos. Uno es Williams, con la velocidad máxima que mostraron a lo largo de la temporada, y el otro será Ferrari. Como en Canadá, estas rectas largas, curvas cortas, chicanes y cosas así, son súper rápidas. Así que creo que esos dos equipos serán el mayor desafío para nosotros en términos de competitividad, y podrían luchar por el podio entre ellos". Por no olvidar a McLaren, que generalmente brilla en Monza (el doblete con Ricciardo y Norris, el segundo puesto de Sainz) fue séptimo con Norris el pasado año el sábado, y con un importante salto cualitativo (salvo Spa) desde Austria.
Alonso también se refirió a los momentos finales del Gran Premio de Holanda en los que, reconocía el jueves, pensó por un momento que podría optar a la victoria. "Lo tenía en la cabeza. Lo primera que me vino a la cabeza es que si la salida era en parado, en el arranque podía tener una oportunidad. Y si era lanzada, intentar pegarme mucho. Recuerdo que tenía un casco súper mojado de las primeras 60 vueltas, de la lluvia, el sudor, y tenía otro casco nuevo ya listo para la resalida. Cogí el nuevo y me dije: "no'. Hoy tiene que ser este casco, porque de momento fue todo bien y si me pongo el nuevo ahora, igual me sale algo mal. Hasta en estas cosas pensaba: "este va a ser el casco con el que voy a ganar". Tenía esperanza de que hubiese habido una oportunidad. Pero, incluso adelantándole, creo que Verstappen iba a tener mucho ritmo e iba a ser un león detrás y sería siempre difícil aguantarle”.
De momento, Alonso parece mirar más allá para esas opciones de victoria. Quedar roer el hueso de Monza, que podría devolver a Aston Martin a la mitad del pelotón. “Quedan otras oportunidades, Austin, México, quizás Singapur… Habrá más ocasiones para estar más cerca, aunque a veces lo digo por la radio a mi ingeniero y se me olvida que lo está oyendo todo el mundo" explicaba Alonso antes de empezar el fin de semana italiano. Es lo que tiene la pasión desaforada por la victoria.
"Pronto ganaremos una carrera, cada vez estamos más cerca. Bien hecho chicos, muy buen coche para pilotar". Al terminar el pasado Gran Premio de Holanda se escuchó por la radio un mensaje de Fernando Alonso que sonaba familiar de principios de temporada, pero luego caería en el olvido. "En Mónaco estuvimos a una parada de poder ganar, en Canadá tuvimos algún problema con los frenos, y en Zandvoort, a una resalida estuvimos. Te da la esperanza de que haya otra oportunidad", explicaba el asturiano antes de arrancar en Monza. A no ser que la Fórmula 1 se vuelva absurdamente loca este fin de semana, no será desde luego en el Gran Premio de Italia.
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