"¡Quiero ganar esta carrera!": por qué cada vez queda menos para la 33 de Fernando Alonso

De no ser por la superioridad de Red Bull, el actual campeonato sería de una intensidad verdaderamente apasionante. Y de no ser por Fernando Alonso, habría pocas historias que contar. El Gran Premio de Canadá reforzó una vez más ambas afirmaciones.

"Si no hubieses tenido que gestionar ese problema…", le decía su ingeniero al piloto español tras pasar bajo la bandera a cuadros. "Lo sé, lo sé, no quería decir nada… Lo dimos todo de nuevo". ¿Pudo Alonso batir a Max Verstappen en Montreal? Posiblemente, no ¿Podría Aston Martin haber recortado diferencias frente a Red Bull? Probablemente, sí ¿Puede entrar la pelota de la 33 en la portería en 2023? Ese día está más cerca.

Quizás Alonso y su ingeniero estaban proyectando al final de la prueba el potencial del AMR23 en condiciones de pleno rendimiento, limitado por un problema con el combustible que a la postre no lo fue tanto. Sin embargo, algo sospechaba —o sabía— el asturiano cuando el día anterior avanzaba que "esperaba estar a dos segundos y no a 20 de Max Verstappen". Así fue en numerosos momentos de la carrera canadiense. La mejor conclusión de cara al frenesí de carreras que llega ahora y hasta la pausa veraniega.

"Dejádmelo a mí"

Alonso perdió la segunda posición con Hamilton en la salida. Si le impidió mantenerse cerca de Verstappen en la primera parte de la carrera, solo el piloto y su equipo lo saben. Era el objetivo de Fernando: mantener al holandés en su punto de mira, presionarle ante un coche de seguridad, para un posible asalto al cambiar neumáticos, o para capitalizar un potencial error de aquel. Como el que cometió a siete vueltas del final, cuando se despistó en un piano y hasta se permitió bromear con ello por la radio. De alguna manera, el asturiano logró el objetivo a pesar de ese a lift and cost que le pidió su equipo, más propio de la Fórmula E que de la Fórmula 1.

En Montreal, Alonso y Aston Martin exhibieron también más ritmo que Hamilton y Mercedes. No solo por el adelantamiento. El español montó el compuesto duro en la última parada, por el blando del británico. A partir de la vuelta 42 llegó la fase clave de la carrera entre ambos. Su ingeniero sorprendió cuando le pedía que mantuviera el lift and coast, es decir, levantar el pie del acelerador y dejar fluir el coche antes de llegar a una curva y frenar ¿Consumía más de la cuenta el AMR23? ¿Estaban sufriendo los frenos, especialmente castigados en el Gilles Villeneuve? El propio Alonso no quiso desvelar después qué le condicionaba, pero sí dejó clara su intención y actitud: "Quiero ganar esta carrera, tío". Estaba tirando. Pero debía seguir regulando.

Controlada esta parte, llegó la segunda clave del duelo con Hamilton. Junto al problema que gestionó Alonso cabía la amenaza del británico que, con el compuesto medio, recuperó terreno en la parte final frente a un Fernando con el compuesto más duro y, quizá, más lento. El británico bajó la diferencia a menos de dos segundos en la vuelta 57. Su ingeniero avisó con alarma al asturiano. Hamilton fue hasta medio segundo más rápido en algunos de los giros precedentes. Entonces, el español zanjó los temores por la radio: "Copy, dejádmelo a mí". A continuación, y en dos vueltas, elevó la ventaja sobre el británico a 2,8 segundos. En la vuelta 64 le endosó cuatro décimas. Partido terminado ¿Qué ritmo real hubiera podido desplegar su AMR en condiciones idóneas? "Lo sé, lo sé…".

"Me ha encantado la carrera"

"Fue una carrera muy intensa, porque fueron 70 vueltas de clasificación hoy, no hubo tiempo para relajarse", reconoció Alonso al terminar, y a quien no se le caía la sonrisa de la boca. "Perdimos la posición con Lewis, intentamos adelantarle, lo que facilitó luego la estrategia, y al final, que íbamos con las duras y él con las medias, tenía un poco más de ritmo. Cuando pensé que la carrera estaba estabilizada y yo terminaba segundo, y él, tercero, no estaba tan seguro y tuvimos que empezar al límite otra vez. Han sido rivales fortísimos, ha sido una carrera de empujar todo el rato. Me ha encantado". Efectivamente, los tres mejores pilotos del mundo se enfrentaron en un duelo intenso y trepidante. "He disfrutado la carrera por eso, por 70 vueltas de crono, dos segundos por delante, dos por detrás, y nadie daba su brazo a torcer".

"Ha sido nuestra carrera más competitiva del año, solo siete segundos detrás de los Red Bull", sentenció Alonso al terminar, con gesto de haberse exprimido a sí mismo y a su máquina. Refrendó así la más importante evolución aerodinámica del año en el AMR23, y que pone viento en las velas del equipo británico ante el futuro. Cierto es que al terminar en Canadá, Verstappen avisó. "Este es un circuito que no nos iba tan bien, pero al final hemos hecho un gran trabajo". Si el RB19 perdió un punto de competitividad por los problemas para generar temperaturas en el Gilles Villeneuve, el AMR23 ganaba terreno. Aunque, al margen del factor circuito y la temperatura ambiental Aston Martin ha movido un par de décimas su monoplaza hacia delante. Alonso avisó el viernes que una más refinada puesta a punto del AMR23, ahora vitaminado, permitirá seguir avanzando en su rendimiento.

De nuevo, el Gran Premio de Canadá mantuvo la tendencia oscilante entre Aston Martin, Mercedes y Ferrari. El equipo italiano hubiera podido rivalizar con los dos anteriores de no ser por tan desastroso sábado. Qué gran campeonato sería este sin la abrumadora superioridad de Red Bull. Pero Fernando Alonso dejaba el Gilles Villeneuve trasluciendo algo que ya siente: el AMR23 ha dado un paso adelante, y con proyección de mejora. "Vaya parte trasera de tu coche", le decía Hamilton a Verstappen en la sala antes del podio. "¿La mia?" preguntaba el español. "La tuya también es increíble", remataba el británico.

"Las mejoras están funcionando perfectamente, pudimos rodar en los tiempos de vuelta de Max durante un tiempo y tenemos más partes que llegarán para optimizar el conjunto" sentenciaba Fernando Alonso tras el Gran Premio de Canadá. De ahí esa enorme sonrisa que no se caía de la boca. Red Bull está más cerca. La 33, también.