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Ford y Red Bull o cómo aprovecharse del éxito de la F1 entrando por una puerta lateral
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EN NUEVA YORK SOLO LOS COLORES DEL RB19

Ford y Red Bull o cómo aprovecharse del éxito de la F1 entrando por una puerta lateral

El acuerdo, que se inicia en 2026, se aleja del modelo de Mercedes, Ferrari o Alpine, pero permite grandes dividendos a un fabricante que se marchó hace 20 años de la Fórmula 1

Foto: La presentación de la librea del futuro RB19 fue solo una excusa para lanzar guiños al mercado americano y escenificar el matrimonio con Ford. (Red Bull)
La presentación de la librea del futuro RB19 fue solo una excusa para lanzar guiños al mercado americano y escenificar el matrimonio con Ford. (Red Bull)

La presentación del nuevo RB19 fue lo de menos. De hecho, solo se pudo descubrir la decoración en el acto de Red Bull en Nueva York. De presentar alguna novedad, hubiera requerido un minucioso escaneo 3D para descubrirlo. Por tanto, habrá que esperar para conocer el nuevo monoplaza austríaco. En realidad, aprovecharon el despliegue en Estados Unidos para escenificar un espectáculo repleto de guiños hacia este mercado. Singularmente, se trató de la ceremonia en la que se visualizó el matrimonio con Ford a partir de 2026, con el presidente y CEO, Jim Farley, micrófono en mano junto al propio Horner y sus tres pilotos.

Una supuesta presentación de pretemporada intentó englobar demasiados contenidos, incluso fuera de la Fórmula 1. Eso sí, terminó con el plato fuerte del día, ya presentando antes a los comensales. Un secreto a voces que del que el entorno de la Fórmula 1 estaba al tanto: la asociación técnica con Ford, diferente a otros esquemas seguidos por los fabricantes presentes en la competición a partir de 2026.

Las razones del giro de Ford

Red Bull es embrión de Ford. Para ser más exactos, del fracasado equipo Jaguar que ejerció como el principal intento del fabricante americano para competir en la Fórmula 1 con su propia estructura. Luego, fue adquirida por la marca de bebidas energéticas a finales de 2004, literalmente, echando de sus despachos a los directivos del equipo, tan pronto se ejecutó la compraventa. Hoy, Ford ha revocado algunos de sus principios que le alejaron de la competición automovilística desde entonces.

Jim Farley hizo un canto de futuro a la estrategia y gama de vehículos eléctricos del fabricante americano en los próximos años en la presentación. Incluso Max Verstappen y Sergio Pérez aparecieron en un video conduciendo algunas unidades de la marca 100% eléctricas. "El regreso de Ford a la Fórmula 1 con Red Bull Racing sirve para ver hacia dónde nos dirigimos como empresa: vehículos y experiencias cada vez más eléctricos, definidos por software, y modernos. La Formula 1 será una plataforma increíblemente rentable para innovar, compartir ideas y tecnologías, e interactuar con decenas de millones de nuevos clientes".

Si de electrificación se trata, Ford no ha elegido la Fórmula E, sino la Fórmula 1, y por varias razones. Las futuras unidades de potencia de 2026 contarán con 350 kW (500 cv) de potencia, incrementando sustancialmente el porcentaje eléctrico sobre la generación actual. Esto será explotado como potente vehículo de marketing. Ya empezó la misión el propio Farley. Ford también trabajará con Red Bull Powertrains en el terreno de las cámaras de combustión, ya que la Fórmula 1 incorporará para entonces los combustibles sintéticos. Millones de vehículos del mundo seguirán necesitando alimento para propulsar aquellos. No obstante, es el impacto global de la Fórmula 1 y su creciente popularidad en el mercado americano el factor que ha convencido a Ford para finalizar 22 años de ausencia en la competición.

Christian Horner aprovechó el acto para anunciar diferentes proyectos destinados al mercado americano. Por ejemplo, varios show room (exhibiciones con monoplazas en distintas ciudades del mundo) en algunas urbes americanas, a cargo del carismático Daniel Ricciardo, también presente con un importante papel en el evento. Horner comunicó igualmente que se abrirá un concurso público para que los aficionados elijan la decoración del RB19 en las tres carreras que se celebrarán en Estados Unidos en 2023, Austin, Miami, y Las Vegas.

El socio ideal para Red Bull

"No somos una organización operada corporativamente, y es una de nuestras fortalezas para funcionar como equipo. Para el futuro, este es un requisito innegociable", declaró el pasado año Christian Horner para desbaratar el posible acuerdo con Porsche. El fabricante alemán perseguía adquirir un 50% del capital del equipo austríaco, con el subsiguiente control corporativo desde Sttugart, y no desde Milton Keynes.

Red Bull constató la debilidad que suponía depender de un gran fabricante oficial cuando Honda anunció sorpresivamente su retirada. Para defender su futuro, se creó la división Red Bull Powertrains: en pocas palabras, se convirtió en su propio motorista. Para ello, nada como un gran socio, tanto desde el punto comercial como técnico. Mientras Porsche quería control político y técnico, Ford es fiel a su estrategia en el deporte del motor: asociarse con plataformas solventes y especializadas para aprovechar sinergias técnicas y comerciales, pero nada de ser actor principal. No habrá ejecutivos de empresa como en los tiempos de Jaguar, intentando dirigir un equipo de carreras como un departamento más de su estructura empresarial.

El modelo de Ford recuerda las épocas en las que imprimió su sello en la Fórmula 1 desde 1967. Con una inversión mínima en aquella década, se convirtió en el mecenas del motor más importante y exitoso de la Fórmula 1 hasta la llegada de los turbo a primeros de los 80. Salvo el fracasado paréntesis de Jaguar, su logo siempre apareció vinculado a su condición de motorista. Después de décadas de éxitos y victorias, al último título logrado con el famoso DFV en manos de Williams y Keke Rosberg en 1982 se unieron las cinco victorias con Ayrton Senna y McLaren en 1993, y el título con Michael Schumacher en Benetton en 1994. A partir de 2026 y hasta 2030, Ford lucirá su logo en las unidades de potencia y carenados de los monoplazas de Red Bull, como en los tiempos de Stewart con Tyrrell, Senna o Schumacher con Benetton.

Ford se asocia a un equipo ganador, aunque sin las inversiones de Audi, que asume un proyecto completo con su propia estructura. El fabricante americano también desembarca en la arena de la Fórmula 1 al calor de la fenomenal plataforma mediática que hoy es Estados Unidos, gracias en parte a la serie de Netflix, cuyo éxito mencionó el mismo Verstappen en el acto de Nueva York. Para Red Bull, que vende latas de bebida, también se trata de una extraordinaria pantalla en el mercado americano, algo que no habría logrado con Porsche.

La FIA anunció la lista de fabricantes oficiales que participarán en la Fórmula 1 a partir de 2026 en paralelo a la presentación de Red Bull. Alpine, Audi, Ferrari, Honda (mantiene su acuerdo de colaboración con Red Bull hasta 2025) Mercedes y Ford han confirmado su presencia. De Porsche, por ahora, ni rastro.

La presentación del nuevo RB19 fue lo de menos. De hecho, solo se pudo descubrir la decoración en el acto de Red Bull en Nueva York. De presentar alguna novedad, hubiera requerido un minucioso escaneo 3D para descubrirlo. Por tanto, habrá que esperar para conocer el nuevo monoplaza austríaco. En realidad, aprovecharon el despliegue en Estados Unidos para escenificar un espectáculo repleto de guiños hacia este mercado. Singularmente, se trató de la ceremonia en la que se visualizó el matrimonio con Ford a partir de 2026, con el presidente y CEO, Jim Farley, micrófono en mano junto al propio Horner y sus tres pilotos.

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