Andrea Stella, el antiguo ingeniero de Fernando Alonso que saca los colores a Mercedes y Aston Martin

Cuando Lando Norris se acercó a Zak Brown para abrazarle tras su victoria en el pasado Gran Premio de Miami, el americano señalaba con el brazo extendido a su izquierda. El piloto le mostró cariño, pero el americano seguía insistiendo en que mirara hacia ese lado, como señalando a otro artífice de la victoria. Lando Norris empezó a andar y se encontró con Andrea Stella, que le esperaba con los brazos extendidos . Por supuesto, se fundieron en un gran abrazo.

Norris había necesitado 110 grandes premios para conseguir la victoria. Su primer triunfo tenía un claro cómplice en Stella, la figura que ha transformado Mclaren, y uno de esos singulares casos de un soldado raso técnico que termina de general del ejército.

McLaren será la envidia de Mercedes y Aston Martin, suministrador y segundo cliente, a quienes da caña no solo en la pista, sino también en sagacidad técnica. Vale retrotraerse en el tiempo para conocer las fuentes del éxito de uno de los triunfadores actuales de la Fórmula 1.

Aunar capacidad técnica y liderazgo no siempre van de la mano, pero Stella ha demostrado reunir ambas cualidades desde su ascenso a la máxima responsabilidad de McLaren. Tema aparte es triunfar, y en el corto espacio de año y medio, también lo está logrando.

Asumir responsabilidad, quitarse mérito

Stella llegó a McLaren en 2015 junto con Fernando Alonso. El italiano pasó directamente de la universidad a Ferrari en 2000, y allí desarrolló toda su carrera hasta el fichaje por su actual equipo. Tímido y reservado, siempre alejado de los focos, Stella está desplegando una extraordinaria labor. Si la Fórmula 1 requiere un plazo relativamente amplio para causar impacto, en su caso está siendo fulminante. Y siempre con un singular estilo: quitarse mérito, asumir la responsabilidad.

“Sabíamos que en cuanto pusiéramos a disposición de Lando el material ganador, lo lograría. Así que sentíamos la responsabilidad y, lo he repetido muchas veces, dependía de nosotros, no de Lando”, declaraba tras la victoria de su piloto en Miami.

“El mérito es de Lando, que ha seguido evolucionando durante el invierno, y sobre todo, mejorando en la clasificación, y dando vueltas que no tienen que ser del cien por cien cuando tienes un coche rápido”. No fue precisamente este aspecto en el que brilló el británico en Miami pero, aun así, las flores al piloto.

Stella también responsabilizó al equipo cuando recordaba que la famosa derrota de Norris en Sochi 2021, que tanto pesó sobre los hombros del británico, fue error del equipo al no avisar a su piloto del chaparrón que le hizo perder una victoria segura. En su estilo, Stella asumiendo siempre la carga del error.

Dar la vuelta a McLaren como un guante

El ingeniero italiano sustituyó a Andreas Seidl a Audi. Quienes conocían el funcionamiento interno de McLaren te decían que hasta ese momento era Stella el líder en la sombra de McLaren, al frente de la dirección operativa. La primera decisión del italiano, bajo su prisma técnico, fue prescindir de James Key, transformar el organigrama técnico del equipo, y dividirlo en tres áreas fundamentales, con un responsable al frente de cada una.

No será casualidad que desde su dirección, McLaren ha destacado por una extraordinaria evolución técnica en un corto lapso de tiempo, con importantes saltos cualitativos con un proceso de evolución de extraordinaria efectividad.

Zak Brown avisó al comienzo de la pasada temporada. "Sabemos que nos fijamos algunos objetivos de desarrollo que no alcanzamos y era que era mejor ser honestos al respecto”. Efectivamente, el americano corroboraba en febrero el aviso previo de Stella durante el invierno. En las primeras ocho carreras, McLaren logró 17 puntos.

Ante la falta de evolución del monoplaza de 2022, Stella cogió el toro por los cuernos con la reestructuración del equipo. En Austria comenzó el proceso de evolución por etapas del MCL60, que transformó el monoplaza. Al llegar a la decimosexta carrera del campeonato había sumado 145 puntos. La diferencia con Mercedes y Aston Martin fue abismal, ambos equipos (con la misma unidad de potencia) atascados y desorientados con su desarrollo durante la temporada.

Un McLaren "B-Spec"

En Miami, McLaren presentaba tantas evoluciones en su monoplaza actual que Brawn llegaba a denominarlo “B-spec”, la denominación usada en el pasado en la Fórmula 1 cuando los cambios radicales en un monoplaza durante la temporada suponían un monoplaza casi nuevo. El formulario de la FIA para detallarlas el pasado fin de semana ocupaba casi dos páginas.

Lando Norris ganó su primer gran premio con un monoplaza que mostró un ritmo fulminante en carrera. Con RB20 de Verstappen estaba tocado y no pudo seguirlo, pero Ferrari tampoco, durante la carrera. Mercedes y Aston Martin quedaron laminados por el equipo británico. El AMR24 cuenta con la misma unidad de potencia, suspensión y caja de cambios del W15 de Mercedes. Pero McLaren decidió desmarcarse y desarrollar su propia suspensión, factor que parece dar sus réditos. Y lecciones técnicas a sus dos rivales de marca.

¿Tiene Andrea Stella una varita mágica para lograr semejantes resultados en tan poco tiempo? ¿Cuál es su filosofía de liderazgo para brillar a semejante velocidad? Evidentemente, la Fórmula 1 no es cuestión de personas, sino de implementación de sistemas y, en este sentido, el pragmatismo y la visión del italiano tendrá algo que ver en los éxitos de McLaren.

La filosofía que inspira su liderazgo

“No soy alguien que trabaja por objetivos o expectativas. Realmente trabajo por proceso, identificando cuál es el enfoque correcto, cuál es la visión correcta y luego dejo que los resultados lleguen “, explicaba a modo de visión programática en una reciente entrevista.

“No queremos tener un arranque impulsivo de un proyecto y luego quedarnos sin fuerza durante tres meses”, explica Stella como parte de su visión técnica, que ayuda mejor a entender el enorme progreso de McLaren.

“Queremos tener una mejora sostenida, especialmente desde el punto de vista aerodinámico en todas las áreas del coche. Esta era la declaración de misión, y no puedo estar lo suficientemente agradecido a las personas con las que pude trabajar y a todas las personas del equipo por el entusiasmo con el que adoptaron este enfoque”. Es decir, la organización funciona inspirada bajo un nuevo y nítido liderazgo.

Sin embargo, es el agua que el italiano bebió en la mejor época de Ferrari la que está dando de beber a McLaren, una experiencia personal que Stella supo asimilar y ahora trasmitir desde su condición de líder de una organización.

“Dieron la idea del nivel de motivación que se necesita para tener éxito, que está ligeramente por encima del nivel con el que la mayoría de la gente se siente cómoda”, explicaba Stella sobre las principales lecciones que aprendió trabajando con Michael Schumacher, Jean Todt, Ross Brown y Rory Byrne.

“Por ello, si quieres ser parte de nuestro viaje, algo que dijimos muy claramente en McLaren, necesitas aprender a sentirte cómodo estando incómodo, porque este viaje necesariamente será incómodo. Nos corresponde a nosotros, especialmente en posiciones de liderazgo, crear las condiciones para que este malestar sea agradable”. Sin duda, en McLaren deben estar agradablemente incómodos. En Mercedes y Aston Martin, sin duda, estarán desagradablemente incómodos.