Andrea Stella o cuando vivir con Schumacher y Alonso te ayuda a triunfar en McLaren

Meritocracia y la Fórmula 1 son sinónimos. No existe otra forma de sobrevivir y prosperar en uno de los entornos más competitivos del mundo. Andrea Stella es la personificación de tal matrimonio. En 2015 emigró a McLaren desde Ferrari con Fernando Alonso como ingeniero del español. Hoy dirige el equipo británico, la auténtica revelación de la temporada, superando el arranque de Aston Martin en 2023.

En diciembre de 2022, Stella se hizo cargo del equipo tras la oferta de Zak Brown. Este año, McLaren navegaba a la deriva en la primera parte del campeonato. Tras el Gran Premio de Mónaco, el equipo de Alonso sumaba 120 puntos por los 17 del equipo de Norris y Piastri. El español había logrado cinco podios hasta el momento. Hoy, son los pilotos de MCL60 y sus pilotos no se bajan del cajón, y McLaren superaba por el cuarto puesto a Aston Martin.

Stella fue aquel ingeniero que casi llega a las lágrimas por la radio tras la increíble victoria de Fernando Alonso en Malasia 2012. De discreto perfil, tímido y sereno, el ingeniero italiano ha ascendido por todos los escalones posibles en la Fórmula 1. En la cima, su éxito está siendo indiscutible. Con 51 años, cuenta con una apasionante experiencia personal y profesional como ingeniero. Pero no es frecuente que un técnico también posea capacidad de liderazgo. Andrea lo tiene todo.

¿Cómo y por qué semejante trayectoria de aquel tímido y bisoño ingeniero de performance de Michael Schumacher, de carrera con Fernando Alonso, y hoy artífice de la extraordinaria recuperación de McLaren? Pues talento, y meritocracia.

La columna vertebral de McLaren

Cuando Andreas Seidl anunció a Zak Brown que se marchaba con destino a Audi, el americano lo tuvo claro. "La primera persona a la que iba a llamar para ver si lideraría el equipo de Formula 1 es el caballero sentado a mi lado, Andrea, pero entonces no estaba seguro de si sería algo que consideraría". El italiano aceptó. Su impacto ya es más que palpable. Fuentes internas reconocían a este medio que Stella era la columna vertebral de la organización incluso cuando Seidl estaba al frente.

Su liderazgo interno era muy potente, y la oferta de Brown era el paso natural. Al llegar a McLaren con Alonso en 2015, Stella pasó de ser su ingeniero a Responsable de Operaciones de Carrera durante tres años. En 2018, siempre en ascenso, pasó a Responsable de Rendimiento y Director Ejecutivo un año después, hasta convertirse en 2022 en el máximo responsable. Algo tendrá el agua cuando la bendicen.

La escuela en los años de gloria de Ferrari

Stella entró en Ferrari como ingeniero junior en 2000 tras un proceso de selección en varias universidades italianas, a la caza de alumnos aficionados la Fórmula 1. El joven compartía con su padre la afición, que creció tras una visita de ambos en Maranello. Logró su sueño y empezó como ingeniero de rendimiento en uno de los tres equipos de pruebas que por entonces tenía el equipo italiano. Tuvo la suerte de integrarse de golpe en el grupo humano más extraordinario de la historia de la Fórmula 1.

"En 2000, cuando me uní a Ferrari, era un equipo que comenzó su viaje cuatro o cinco años antes, con Jean Todt, Michael Schumacher, Ross Brawn, Rory Byrne y uniéndose gradualmente al equipo, James Allison y Nikolas Tombazis", explicaba en un reciente podcast de la página oficial de la Fórmula 1. "Creo que el elemento principal fue la experiencia y la calidad de las personas involucradas. Fue simplemente extraordinario".

Stella se empapó de excelencia con lecciones vitales para su futuro. “Fue muy contagioso. Si no estabas motivado y trabajabas con él (Schumacher), tu nivel de motivación llegaba inmediatamente. Sentirse cómodo en la incomodidad era algo muy normal. Ese es el estándar, porque estamos aquí para triunfar, no hay otra opción”. La comodidad en la incomodidad, también su lema en McLaren.

La experiencia con Alonso

Stella y Alonso convivieron en Ferrari, y crearon tal vínculo que saltaron juntos a McLaren. "Creo que, cuando Fernando rinde a estos niveles, hay sólo unos pocos pilotos en la historia que pueden soportar la comparación”, explicaba sobre aquella famosa temporada de 2012. "Quizás se puedan contar con los dedos de una mano, y no son los títulos mundiales los que dictan la clasificación". Después de Schumacher, el ingeniero italiano siguió acumulando experiencia al máximo nivel con Alonso, crucial también para sus relaciones con los pilotos que siguieron a continuación. Norris y Piastri no pueden tener mejor líder.

Stella después conocería después el mandato de Stefano Domenicali, donde también comprendió el valor de las relaciones y la calidad humana. "Si pienso en mis años en Ferrari, veo, con el ejemplo, líderes que se comportan y demuestran que las relaciones personales son importantes. Para mí, como ingeniero junior, recibí una fuerte huella. Vi cómo se establece una cultura en un equipo". Según Stella, su trayectoria ha consistido en trata de desarrollar las enseñanzas recibidas entonces.

"Era algo que se podía experimentar, vivir y respirar todos los días. Para mí, haber recibido esta impronta y haber estado expuesto a trabajar con estas excelentes personas, se trataba luego más de desarrollo. El guión estaba casi listo y luego necesitas evolucionar, desarrollarte, tener la mente abierta y asegurarte de que tu ego no se interponga en tu camino". Pero un tema es la filosofía, y otra la práctica. Además de su formación técnica, en Stella también ha cuajado un gran líder, condición no siempre fácil de aunar con aquella.

"Si me hubieran preguntado hace seis meses..."

"No soy alguien que trabaja por objetivos o expectativas. Realmente trabajo por procesos, identificando cuál es el enfoque correcto, cuál es la visión correcta y luego dejo que los resultados lleguen", explica como singular declaración de principios que está articulando en McLaren y reorganizando su estructura para implementarlos. "Pero, en este caso, si me hubieran preguntado hace seis meses, habría dicho que eso nunca será posible” explica Stella sobre el meteórico éxito con McLaren. Además, ha reforzado recientemente el equipo técnico con la llegada de varios ingenieros de gran experiencia, como Rob Marshall, uno de los clásicos de Red Bull. Y McLaren ya tiene en funcionamiento su propio túnel de viento.

Se trata, en definitiva de fundamentos. Los que Andrea Stella tiene marcados a fuego tras 15 años en Ferrari y ahora está plasmando con gran éxito en el equipo británico Y quizás logre culminar algún día esos triunfos que no pudo cuajar cuando llegó con Fernando Alonso a McLaren