Un quinto puesto de Fernando Alonso que no aclara si la mejora de Aston Martin es real

En sesiones clasificatorias como vivida en el circuito de Zandvoort, es donde los pilotos como Fernando Alonso suelen destacar. Un circuito pequeño y estrecho junto a condiciones de la pista cambiantes de mojado a seco, es el coctel ideal para verse atrapado en una trampa. Ni siquiera alguien de tanto talento y experiencia como Lewis Hamilton se vio libre de problemas y no fue capaz de poner su coche entre los diez mejores para la parte final y decisiva de la clasificación. Por eso es preciso poner contexto, al buen resultado logrado por el piloto español. Es difícil disgregar después de lo vivido en la sesión clasificatoria, cuanto se debe el quinto puesto del español, a la mejora en las prestaciones de su coche y a su buen hacer como piloto.

En este escenario, era lógico que el asturiano estuviera contento con su resultado: "Muy contento. La clasificación fue, otra vez, un poco una pesadilla con la lluvia. No sabíamos que neumáticos poner, si neumáticos intermedios nuevos o usados, porque cuando se va secando, a veces, los nuevos van incluso peor. Luego, -proseguía Fernando- cuando se seca la pista y sólo hay ese carrilito tienes que ir como un Scalextric en esos dos metros sin moverte, para la izquierda o la derecha, y vas practicamente en tiempos de seco". Pero la situación era mucho más compleja incluso de la que describía Fernando porque había que tener en cuenta el tráfico y los brutales diferenciales de velocidad que en el momento decisivo puede encontrarse un piloto.

El podio en el punto de mira

El bicampeón mundial destacaba la buena noticia de haber logrado un quinto puesto, que le acerca a una posibilidad real de podio para la carrera. Al igual que ocurrió en la sesión clasificatoria ,la aparición de la lluvia podría ser un factor disruptivo durante la carrera. El típico escenario donde la experiencia y talento carrerista de Fernando siempre marcan diferencias. La parrilla de salida marcaba claramente, que los respectivos resultados reflejaban la mezcla de asunción de riesgos y no cometimiento de errores que había decidido cada piloto. “Es que era muy fácil cometer un error, -recordaba el piloto de Aston Martin- porque cuando tienes que parar en boxes y poner un nuevo juego de neumáticos, a lo mejor se te pasa el momento justo de la pista"

Como se comprobó en los casos de Logan Sargeant y Charles Leclerc, la posibilidad de cometer errores que aludía el de Oviedo era real y de hecho reconoce que por momentos temió que tanto tiempo en el filo de la navaja se les volviera en contra: "Arriesgamos poniendo los neumáticos de seco al final, tuvimos dos banderas rojas justo cuando íbamos a cruzar la meta, llegamos a 30 segundos del final sin ningún tiempo todavía. Muy estresante, espero que desde fuera se viera mas más tranquila y emocionante, pero desde dentro mucha adrenalina. Tengo ganas de descansar un poco ahora"

La gran pregunta de todos modos que rondaba el ambiente, giraba alrededor de cuanto tenía el resultado del piloto y cuanto de la mejora del coche. El hecho que por delante del asturiano estuviera un McLaren, un Mercedes y un Williams invita a pensar que la situación competitiva del Aston Martin está más o menos en el mismo punto que antes de irse de vacaciones, pero Fernando, afirmaba estar muy satisfecho con todo el paquete de mejoras introducido para esta carrera: "Esto contento con el coche. Todas las mejoras nos confirmado los datos que teníamos en la fábrica. Son buenas noticias, el coche ha mejorado".

Y si Fernando dice con esa rotundidad que las mejoras han funcionado hay que creerle. Sin embargo, es inevitable preguntarse si las mejoras en realidad lo que han hecho ha sido poner en evidencia que la desventaja súbita del AMR-23 sobre sus inmediatos rivales en las ultimas carreras, era mayor de la que se imaginaba. Pensemos que Silverstone es una pista de alta velocidad, completamente diferente a lo que pudiera ser Zandvoort que es un circuito que precisa de una alta carga aerodinámica. Si en ambos circuitos el Aston Martin tanto antes como después de las vacaciones los coches británicos se sitúan como el quinto o sexto mejor coche, es que verdaderamente lo de igualar la racha de podios de principio de la temporada va a ponerse muy cuesta arriba.

En esta ecuación además no se está teniendo en cuenta a los Ferrari, cuyo rendimiento tan pronto les sitúa cercanos a los intocables Red Bull, como les sume en la absoluta mediocridad. Es posible también que por la situación de extremo riesgo de no haber marcado ningún crono a medio minuto del final de la sesión, que Fernando se dejara alguna décima para asegurar la vuelta. La cuestión, es que aun poniendonos en el mejor de los escenarios, un segundo de diferencia entre Fernando y el poleman Max Verstappen es una distancia excesiva. De no disputarse en seco y con sol la carrera, quizá haya que esperar hasta Monza para sacar conclusiones sólidas sobre la mejora real del presente paquete de evoluciones.

Un esfuerzo con recompensa

"Quiero dar las gracias a toda la gente de la fábrica porque trabajaron todo el mes de julio para estas mejoras, incluso teniendo cuatro carreras como tuvimos el mes pasado, -explicaba Alonso-, porque en agosto, al estar cerrada la fábrica, teníamos que producir todas estas piezas (con antelación). Así que han dado el resultado esperado y estoy contento con ello".

A la hora de valorar sus opciones para la carrera, el asturiano quiso ser cauto, porque aunque respondiera con una sonrisa cuando le preguntaron si creía posible superar a Albon y pelear con Norris y Russell por el podio, también es consciente que por detrás tiene a Checo Pérez, cuyo mejor registro a 1'3 segundo de su compañero de equipo Max Verstappen no es real. Como siempre que ocurre en Zandvoort, donde resulta sumamente difícil realizar adelantamientos será clava sacar partido a la arrancada y la primera vuelta. Todo esto por supuesto de disputarse la carrera en seco, pues si la lluvia vuelve a aparecer será el momento de no descartar nada.