"El mundo merece verlo". El Valkyrie que algún día pilotará Alonso y "casi arruina" a Aston Martin

"En realidad se debe a este coche. El mundo merece verlo. Es porque está aquí, y creo que merece ser mostrado y hacerlo competir”. Con este y otros argumentos justificaba Lawrence Stroll la pasada semana la entrada de Aston Martin en las 24 Horas de Le Mans y el Mundial de Resistencia en 2025. Se refería el canadiense al Valkyrie, uno de los coches más radicales, espectaculares y evocadores que existen actualmente. Posiblemente quepan más adjetivos porque cuando Adrian Newey lo diseñó buscó la máquina más extrema que su genio podía expresar.

"Tenemos este increíble Hypercar (el Valkyrie AMR Pro) que será un testimonio de todas las personas que lo diseñaron y construyeron para poder ejecutarlo de la manera para la que fue diseñado". Porque se trata de coche nacido para las carreras, y diseñado para Aston Martin por Adrian Newey y Red Bull Advanced Tecnologies. Una máquina a la que, sin duda, se subirá algún día Fernando Alonso, compita o no con su actual marca en las 24 Horas de Le Mans.

El contraataque a Ferrari

Pocos superdeportivos han suscitado semejantes emociones. Porque se trata de una sofisticadísima máquina, nacida de una singular historia articulada por Red Bull para no perder a Adrian Newey. Ferrari ofreció al ingeniero británico un contrato "de estilo de vida y con salario de estrella de cine", según el propio Horner. Eran los frustrantes años de asociación del equipo con Renault y sus fallidos motores híbridos. La oferta de Ferrari incluía diseñar máquinas de calle, algo que atraía particularmente al ingeniero británico. Como contraataque, Horner le ofreció el mismo caramelo, aunque sin tener el cómo ni el dónde. Creó entonces Red Bull Advanced Technologies para satisfacer las inquietudes de Newey. Genio uno, genial, el otro.

Se requería un socio financiero. El por entonces nuevo CEO de Aston Martin, Andy Palmer, se convirtió en cómplice. El Mundial de Resistencia planeaba la nueva categoría Hypercar, y la marca británica pretendía participar en ella. El reglamento incluía la fabricación de versiones de calle del coche de competición. Newey creó así el Valkyrie, del que se construyeron 150 unidades, a casi tres millones de euros cada uno. 1005 CV de potencia con un V12 con sonido escandaloso y embriagador y una tecnología para quitar el hipo. Por no hablar de su imagen radical. Era un coche de carreras con matrículas de calle.

"Trabajar con una empresa automovilística, incluso con una marca más pequeña como Aston Martin, te obliga a estudiar todos los gastos que hagas. Y por supuesto, está Adrian Newey, que seguramente ni sabe donde está el departamento financiero", relataba al respecto el propio Horner. “Ha creado un coche impresionante, pero casi lleva a Aston Martin a la bancarrota. Pero ese coche es un diamante en bruto”. Se entiende que Stroll justificara que el Valkyrie es un coche que "el mundo merece ver".

Una bestia parda domesticada

Paradójicamente, fue el propio Lawrence Stroll quien paró el proyecto cuando se hizo cargo de la marca Aston Martin, que pretendía incorporarla a la Fórmula 1 a través de Racing Point. Hoy, los principales rivales de mercado de Aston Martin compiten en las 24 Horas y el WEC: Lamborghini (a partir de 2024), Porsche y, por supuesto, Ferrari, que ganó en su retorno la mítica cita francesa. Sin olvidar a BMW y Alpine. Stroll ahora quiere que el Valkyrie se enfrente a ellos y a las nueve marcas presentes en el certamen.

Para Stroll, el modelo de participación en las 24 Horas de Le Mans y Daytona y el WEC e IMSA americano (los programas previstos) tiene sentido. El magnate canadiense creó Aston Martin Performance Technologies, "que pretende llevar el rendimiento y las tecnologías de nuestro equipo de Fórmula 1 a nuestros coches de calle. Y queremos llevar la tecnología de este coche (Valkyrie) también a nuestros automóviles de calle. El ADN (de Aston Martin) siempre ha sido el de las carreras, y quiero potenciar esa tradición".

Curiosamente, para competir con el Valkyrie, Aston Martin tendrá que domesticar sus impresionantes prestaciones para convertirlo en una máquina fiable de carreras de resistencia, ceñida también a las exigencias reglamentarias que cuentan con un sistema de compensación de prestaciones y aerodinámica para homogeneizar las diferentes concepciones técnicas de los distintos prototipos de cada fabricante. En definitiva, hacer rugir un poco menos la bestia parda que Newey creó en su día.

Alonso y el impacto de una foto con el Valkyrie

¿Pilotará Fernando Alonso el Aston Martin Valkyrie de las 24 Horas de Le Mans y el WEC? El español ha repetido que volverá a la carrera francesa tras cerrar su experiencia en la Fórmula 1. Al anunciar su fichaje por la marca británica, el asturiano admitió la posibilidad de participar en más proyectos en el futuro con Aston Martin. Doble ganador con Toyota en Le Mans, sin duda recibirá ofertas de los numerosos fabricantes presentes en el WEC. Sin embargo, su vinculación con Aston Martin le hacen candidato idóneo para formar parte de su estructura.

Compita o no con Aston Martin en esta disciplina, cabe incluso el próximo año Alonso ruede con el Valkyrie Hypercar. Durante 2024, la marca británica realizará un intenso trabajo de desarrollo a través de la estructura responsable del proyecto, la organización americana Heart of Racing. Alonso sería un candidato ideal para probar la versión de carreras y ofrecer su visión gracias a su experiencia con los prototipos. Por no olvidar que una prueba con el Valkyrie, aunque meramente promocional, supondría un brutal impacto y retorno mediáticos para Aston Martin.

Mucho se ha rumoreado estos días sobre la participación de Alonso y Stroll en el proyecto, aunque desde Heart of Racing no consideran dicha eventualidad por el momento. Pero en el futuro habrá candidatos de sobra, además de los dos pilotos actuales de Fórmula 1. Mike Schumacher participará el próximo año con Alpine en Le Mans y el WEC. Sebastian Vettel también estudia para 2024 una oferta del equipo privado Jota y Porsche, junto con Robert Kubica y Jenson Button.

Max Verstappen ya sabe lo que es subirse a la versión de calle del Valkyrie. En un circuito, con casco y mono de carreras, pero también circulando por la calle, con cierta polémica, e incluso y multa de tráfico. Tiene uno en propiedad. Obviamente, Aston Martin no iba a desaprovechar la oportunidad para recordarle en las redes sociales qué tipo de máquina posee. Y en el futuro, quién sabe.