Por qué el Gran Premio de España será más importante todavía después del adiós de Imola

La cancelación del Gran Premio de Emilia Romagna ha dejado con el pie cambiado a la Fórmula 1. No solo a Liberty, que ha perdido dos de los siete grandes premios inicialmente previstos. También a los equipos, que asumen el coste. Por no hablar del promotor. En la vertiente deportiva, los rivales de Red Bull tendrán que esperar hasta el Gran Premio de España para recibir respuesta al trabajo de estos meses.

¿Cancelación? En primer lugar, habrá que determinar legalmente si la cita italiana será eliminada del calendario en 2023, retrasada a otro momento del año o pospuesta para el futuro. De la decisión tomada por FOM y las autoridades locales dependerán las potenciales repercusiones legales y financieras ¿Cabe aún recuperar la cita italiana? "Visto el calendario, será difícil pensar en la recuperación de la prueba este año", declaraba Stefano Domenicali tras la suspensión del gran premio. De hecho, a mediodía del miércoles los promotores del gran premio han ofrecido devolver el importe de las entradas o canjearlas para el próximo año

Con poco margen de maniobra

Acoplar Imola en 2023 se antojaba harto improbabl, ya que debía encajarse dentro de un marco de carreras europeas por evidentes razones logísticas. Sin embargo, en un calendario ya de por sí compactado resultaba casi imposible. Tras Mónaco y España quedaba un fin de semana libre (10/11 junio) hasta Canadá, pero con una maratón de cuatro carreras seguidas, incluyendo el traslado a Montreal y vuelta. Además, ese fin de semana coincidía con las 24 Horas de Le Mans, que celebra su centenario.

Incluir un gran premio entre Canadá y la primera carrera de julio también creaba otro paquete de cuatro seguidas, el mismo caso de encajarse entre Silverstone y Hungaroring, a mediados de julio. Una hipotética opción era utilizar el primer fin de semana de agosto anticipar las vacaciones para el 18/19/20 del mismo mes, reduciendo el período vacacional de la Fórmula 1 a algo más de dos semanas. Lo que también se ha desechado Ante el salto de continentes posterior, solo quedaba trasladar a noviembre la cita italiana, ya como última carrera del calendario.

Ferrari, todo a Montmeló

Desde un punto de vista deportivo y técnico, la suspensión del GP de Emilia Romagna no parece una buena noticia para algunos. Dicho de otra manera, quienes al llegar a Europa iniciaban una primera fase de mejoras más profundas para intentar reducir distancias con Red Bull tendrán que esperar al GP de España para validar en la pista su potencial rendimiento. Porque Mónaco es una pista poco representativa como campo de pruebas.

En Imola, Ferrari pretendía incorporar una nueva suspensión trasera para seguir perfilando la eficiencia aerodinámica del SF23 y domesticar el crítico comportamiento que señalan sus pilotos. El monoplaza italiano habría acusado particularmente la introducción de la nueva directiva para 2023 que elevaba en 15 mm la altura del monoplaza al suelo, descuadrando el esquema aerodinámico del SF75 del pasado año, y que está costando comprender y poner a punto a sus ingenieros.

El equipo italiano está intentando corregir la plataforma aerodinámica del SF23 con progresivas evoluciones que en Montmeló darían otro salto cualitativo después de las que se esperaban introducir en Imola, también como parte del proceso que culminaría en España. Entre otros elementos, podría incluirse en Montmeló unos pontones rediseñados, como también iba a ser el caso de Mercedes en la pista italiana. Del resultado de tal paquete de evoluciones -que ahora se demorará hasta España- dependerá el potencial de evolución del SF23 para el resto de la temporada. De lo contrario, Ferrari podría pensar ya en derivar sus esfuerzos al monoplaza de 2024. De momento, en Imola se trunca parte del programa.

Puede que Ferrari decida incorporar en Mónaco la suspensión trasera prevista para Imola, además de otros elementos aerodinámicos, aunque pocos datos podrán obtenerse en un trazado sin curvas medias y rápidas. Por tanto, el equipo italiano tendrá que esperar a Montmeló para comprobar el resultado del trabajo de estos últimos meses.

Los nuevos pontones de Mercedes, a esperar

La suspensión del GP de Emilia Romagna también supone un contratiempo para Mercedes, que pretendía iniciar en Imola la primera fase de la transformación del W14, de largo alcance, tras el reconocimiento en Baréin del fallido esquema de su monoplaza actual. "Lo que buscamos con la evolución (prevista para Imola) es crear una plataforma nueva para eliminar variables e interrogantes de la ecuación y decir 'esto no es un problema, ahora que tenemos una nueva especificación como, por ejemplo, la suspensión delantera'", explicaba hace pocas fechas Toto Wolff, poniendo en evidencia el desconcierto del equipo alemán en diferentes áreas de su monoplaza.

"Estamos buscando soluciones de carrocería que son, digamos, más convencionales que otras, y que crearán diferentes flujos de aire", en alusión también a la modificación de los famosos pontones laterales de los dos wing car de Mercedes, que visualizaría el cambio de rumbo y el fracaso del primer concepto wing car de Mercedes. "Es casi un reseteo de lo que hubiera sido un buen arranque hace doce meses, para luego añadir rendimiento al coche". No habrá respuestas, tampoco, hasta el Gran Premio de España.

Aston Martin, mirando ya a Mónaco

Evidentemente, Aston Martin no perderá terreno frente a Ferrari y Mercedes de haber funcionado las evoluciones previstas por parte de estos. Dan Fallows había avisado que durante estas primeras carreras su equipo ha buscado comprender su monoplaza sin introducir grandes cambios en esta fase del campeonato.

En los seis primeros meses de este año, Aston Martin se beneficia de casi un 40 % más de túnel de viento que Red Bull y un 25 y 20% más que Ferrari y Mercedes por su clasificación -séptimo- el año pasado. El fruto de este trabajo interno se apreciará en la segunda parte de la temporada. Ahora llegará Mónaco, una de las carreras señaladas por Mike Krack y Fernando Alonso como uno de los posibles hitos más competitivos para el AMR23, muy ágil en frenada y curva lenta. Quién sabe...