Por qué a Carlos Sainz se le pone en bandeja un día histórico ante los tifosi

Gran Premio de Francia, pero en ahora en Monza. "Este fin de semana estamos rodando muy bien, pero a mí me hace sentirme raro, porque un fin de semana que vas tan rápido delante de todos los tifosi en Monza, y tener que salir último o penúltimo me da mucha rabia, porque creo que podíamos estar en la lucha por la victoria". Como en Paul Ricard, Carlos Sainz se movió a sus anchas, y la pole de Leclerc también pudo haber caído de su lado. Saldrá desde la última línea. Sin embargo, los tifosi pueden ahora soñar con una gran fiesta de uno de sus adalides.

Al menos hasta el sábado, en Ferrari pueden respirar aliviados ante el primer asalto del Gran Premio de Italia. Frente alta y orgullo intacto hasta el momento. El título estará perdido, pero salvar la cara en Monza no tiene precio, más ante el contexto del contundente aviso dado por su presidente, John Elkam, en una entrevista publicada el mismo día en la Gazzeta dello Sport.

El F1-75 ha derrochado la velocidad punta que no se esperaba en Monza. Charles Leclerc saldrá primero. Resta ahora superar la emboscada que Red Bull y Max Verstappen tienen preparada para la carrera. Y si Sainz remontara hasta el podio, la proeza sabría a victoria. Por el F1-75 corre en su 'versión Monza'. Solo falta que el equipo no falle por las heridas en las que su presidente echaba sal.

Una gran vuelta, sin recompensa

"Gran confianza y agradecimiento por el trabajo realizado por Mattia Binotto y todos nuestros ingenieros. Pero no hay duda de que el trabajo en Maranello, en boxes, en el muro corto y al volante necesita madurar", diagnosticaba el gran jefe con elegante verbo de reproche. "Tenemos que seguir creciendo y esto va para los mecánicos, para los ingenieros, para los pilotos, y por supuesto para toda la dirección, incluido el director del equipo. Lo hemos visto en la fiabilidad, en la conducción, en la estrategia... Todavía hay demasiados errores. Confiar en Binotto y su equipo fue la elección correcta y valió la pena. Gracias a ellos somos competitivos y volvemos a ganar. Pero no estoy satisfecho porque creo que siempre podemos hacerlo mejor". Más claro, agua.

Ferrari tiene velocidad punta en Monza. Red Bull, a diferencia de otras carreras, no tanta, se ha constatado hasta el momento. Porque se la reserva para la carrera, favoreciendo más el cuidado del neumático que velocidad última. De modo que cabe temer a Verstappen y a una máquina de improvisar siempre al ataque y rompiendo la cintura al rival como es Red Bull. Mientras, la pole en la pista para Leclerc era tema de honor, porque la primera posición estaba asegurada ante las penalizaciones de Verstappen y Sainz.

Leclerc, en su estilo, remató en el momento clave. Pero hasta esa última vuelta del Q3 Sainz había llevado la iniciativa. Mejor tiempo del Q2, otro tanto en el primer intento del Q3, Sainz se mostraba contundente en cada giro, menos en el último. "Ralenticé un poco para ver si Lando me adelantaba antes de la última curva, pero ha sido inteligente y no lo ha hecho. Es una pena, porque mi vuelta de 1.20.4 la he tenido que hacer sin rebufo”, comentaría después el español, "ha sido una buena vuelta al límite, todo lo que he perdido en recta lo tenía que recuperar en las curvas, y aun así he mejorado mi primera tanda de la Q3”. El español apuntaba que "perdía una décima en cada recta (sin rebufo). Eso quiere decir que he tirado mucho en esas curvas… Es una pena no haber tenido ese rebufo para poder pelear por la pole".

Como en Francia, Sainz ofrece una de sus mejores versiones del año, que necesitará recuperar para remontar con el monoplaza más veloz este fin de semana. Pero, en esta ocasión, ante los aficionados italianos. "No voy a mentir, duele empezar tan atrás mañana, especialmente con lo competitivo que ha sido el coche este fin de semana, y lo bien que me siento con él, especialmente ahora después de la cuali", apuntaba nada más bajarse de su monoplaza. "Intentaré dar un buen espectáculo y remontar lo máximo posible porque hay un buen ritmo, pero me gustaría estar más arriba en la parrilla para intentar lograr un doblete para los tifosi".

La gran incógnita de la carrera

¿Qué ritmo ofrecerá Ferrari en carrera? La gran incógnita. Por un lado, Charles Leclerc necesita defenderse de un Max Verstappen con motor nuevo. Red Bull ha abierto este fin de semana un gran abanico de opciones estratégicas. Verstappen insistió al terminar la sesión: el RB-18 rueda más descargado para cuidar la degradación en una carrera a una sola parada. Quizás, esperando un rendimiento similar de Ferrari al de los dos últimos grandes premios. Luego, puede jugar con diferentes opciones de neumáticos y estratégica para sorprender a la contra a Ferrari. No tiene nada que perder. Pero Monza es más benigno con los neumáticos, y con temperaturas decentemente elevadas. ¿Dónde estará el F1-75?

Ferrari podría sorprender al equipo austríaco. "El ritmo de carrera es mejor que el de los entrenamientos", avisó Leclerc tras las simulaciones del viernes. ¿Será cierto, o en la Scuderia se quiere mantener el ambiente y la moral de sus tifosi hasta que cruzar espadas con Red Bull? “Desde que pusimos el coche en la pista en los libres uno había mucho más equilibrio, era mucho mejor, el trabajo de las últimas semanas en Maranello hemos dedicado mucho esfuerzo para ver dónde podíamos hacerlo mejor, y por qué en las dos últimas carreras no fuimos bien”, reconocía Sainz tras la sesión clasificatoria.

"Eso no quiere decir que mañana vayamos a ser mucho más competitivos, pero al menos hoy estamos en la 'pole' y en tercer lugar en una pista donde no lo esperábamos. Estoy contento con eso y esperemos poder recuperar mañana". Salida y el atasco de la primera variante, alto porcentaje de coche de seguridad real o virtual que arroje los dados de la fortuna.... Son trampas a superar en Monza, además de las que Ferrari se ha puesto a sí mismo este año, y que se encargaba de recordar el presidente Elkam.

Carlos Sainz no parte con opciones de ganar el Gran Premio de Italia. Pero subir a ese majestuoso podio de Monza, con los aficionados a sus pies, supondría una heroicidad ante un público tan agradecido a las gestas. Aunque, ¿alguien hubiera apostado por una victoria de Pierre Gasly y Daniel Ricciardo estos últimos dos años?