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Maranello, el pueblo rojo de Fernando Alonso
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FERRARI CELEBRA LA APERTURA DE SU NUEVA TIENDA EN CASA

Maranello, el pueblo rojo de Fernando Alonso

"Tenéis que ir a Maranello para saber lo que significa Ferrari". Llama la atención que Pedro de la Rosa, un hombre que durante más de una década lleva

Foto: Maranello, el pueblo rojo de Fernando Alonso
Maranello, el pueblo rojo de Fernando Alonso

"Tenéis que ir a Maranello para saber lo que significa Ferrari". Llama la atención que Pedro de la Rosa, un hombre que durante más de una década lleva respirando Fórmula 1, todavía no conociese en profundidad los valores de la Scuderia. No le falta razón porque, aunque alguien haya visto un centenar de carreras o decenas de victorias de los monoplazas rojos, su filosofía se entiende dando un paseo por Maranello, el pueblo adoptivo de los españoles De la Rosa, Marc GenéFernando Alonso

El rojo simboliza poder, vitalidad y ambición. Aporta también una actitud optimista ante la vida y evoca una serie de emociones aparentemente contradictorias como el amor o la violencia. De rojo está teñido Maranello porque pronunciar este pequeño pueblo de la Emilia Romaña de 17.000 habitantes significa hablar y sentir a Ferrari.
Tiendas, restaurantes y algún hotel se dejan llevar por la marea roja que envuelve a esta localidad cercana a Módena. Al principio llama la atención, luego forma parte de la normalidad del paisaje el ver a un porcentaje llamativo de habitantes ataviados con un mono rojo de mecánico en cuyo escudo aparece bordado el Cavallino Rampante. Muchos de los 3.500 trabajadores de Ferrari viven en Maranello.

Un libro ferrarista de 35 kilos por 18.000 euros

Este martes, más de 150 periodistas de todo el mundo se dieron cita en este 'pueblo rojo' para celebrar la apertura de la nueva tienda oficial, situada en los bajos del Planet Hotel Maranello. Allí se puede comprar desde una alfombrilla para el ratón del ordenador o una taza de café -ambos por 18 euros-, a un pistón por 1.200 euros, un casco como el de Fernando Alonso por 4.500 euros, una maqueta por 6.400 euros o un libro que pesa 35 kilos y cuesta 18.000 euros. Precios altos pero más accesibles que sus vehículos. El merchandising 'made in Ferrari' prolifera como se pudo comprobar tras la reciente apertura de la segunda Ferrari Store en Madrid.
 

Quizás ese momento comercial sea el único capaz de paralizar por unos instantes el romanticismo que emana de las calles de Maranello. Uno llega a preguntarse si fue antes el huevo o la gallina... Maranello ya existía pero creció y se desarrolló entorno a la empresa de Enzo Ferrari, el extrabajador de Alfa Romeo que dejó dicha compañía para fundar su propio sueño en 1929.

Teatro Auditórium Enzo Ferrari para ver en pantalla grande las carreras; monumento a Enzo Ferrari para las celebraciones, centro de información turística llamado Made in Red, Ristorante Drake (apodo que tenía el Enzo piloto), Ristorante Cavallino Rampante, un parque y una calle dedicadas a Enzo, otra a su hijo Dino, a Nuvolari, a Ascari... Quizás tanta pasión pueda venir acompañada por el rugido de algún bólido que se 'pasea' por la pista de Fiorano, cuyo asfalto se puede ver desde la calle. En este 2013, LaFerrari logró ser el coche de carretera más veloz batiendo el anterior récord del circuito de este tipo de vehículos con 1:20 (el récord total lo ostenta Michael Schumacher con 0:56 logrado con su monoplaza de 2004).

Muchos pasan por Maranello pero pocos se quedan

Quien necesite una dosis extra de Ferrari ha de recurrir al Museo Ferrari, que acaba de aumentar en 1.000 metros cuadrados su espacio. Allí, Enzo Ferrari 'abre' las puertas de su despacho para recordar lo aparentemente sencillo que resultó levantar un 'imperio' automovilístico... un teléfono y papel para escribir. A partir de
estas herramientas se han levantado paredes donde se exhiben monoplazas como los de Gilles Villeneuve, Ascari o Schumacher, además de un cine donde se proyecta una película con los héroes de Maranello, en la que no falta Fernando Alonso. La joya de la corona es la Sala de las Victorias, donde están los trofeos y cascos de los pilotos campeones del mundo y los monoplazas que ganaron el título de Constructores.

El respeto y la emoción, en pocos metros cuadrados, cubren la mayor épica del automovilismo. En esta sala, sus trabajadores están deseando hacer hueco para colgar cascos y triunfos de nuevos campeones vestidos de rojo. Muchos pilotos pasan por Maranello, por su circuito y su factoría, pero pocos se quedan en ese museo y en esa sala... que, por cierto, cualquier fanático puede alquilar para todo tipo de celebraciones.

"Tenéis que ir a Maranello para saber lo que significa Ferrari". Llama la atención que Pedro de la Rosa, un hombre que durante más de una década lleva respirando Fórmula 1, todavía no conociese en profundidad los valores de la Scuderia. No le falta razón porque, aunque alguien haya visto un centenar de carreras o decenas de victorias de los monoplazas rojos, su filosofía se entiende dando un paseo por Maranello, el pueblo adoptivo de los españoles De la Rosa, Marc GenéFernando Alonso

El rojo simboliza poder, vitalidad y ambición. Aporta también una actitud optimista ante la vida y evoca una serie de emociones aparentemente contradictorias como el amor o la violencia. De rojo está teñido Maranello porque pronunciar este pequeño pueblo de la Emilia Romaña de 17.000 habitantes significa hablar y sentir a Ferrari.
Tiendas, restaurantes y algún hotel se dejan llevar por la marea roja que envuelve a esta localidad cercana a Módena. Al principio llama la atención, luego forma parte de la normalidad del paisaje el ver a un porcentaje llamativo de habitantes ataviados con un mono rojo de mecánico en cuyo escudo aparece bordado el Cavallino Rampante. Muchos de los 3.500 trabajadores de Ferrari viven en Maranello.

Un libro ferrarista de 35 kilos por 18.000 euros

Este martes, más de 150 periodistas de todo el mundo se dieron cita en este 'pueblo rojo' para celebrar la apertura de la nueva tienda oficial, situada en los bajos del Planet Hotel Maranello. Allí se puede comprar desde una alfombrilla para el ratón del ordenador o una taza de café -ambos por 18 euros-, a un pistón por 1.200 euros, un casco como el de Fernando Alonso por 4.500 euros, una maqueta por 6.400 euros o un libro que pesa 35 kilos y cuesta 18.000 euros. Precios altos pero más accesibles que sus vehículos. El merchandising 'made in Ferrari' prolifera como se pudo comprobar tras la reciente apertura de la segunda Ferrari Store en Madrid.
 

Fernando Alonso