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185 millones de visionados en TikToK: Lola Flores, modelo de mujer de la generación Z
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185 millones de visionados en TikToK: Lola Flores, modelo de mujer de la generación Z

Un libro y dos exposiciones homenajean a la Faraona cuando se cumplen el centenario de su nacimiento y 28 años de su muerte. Aunque parece que no se ha ido nunca

Foto: Lola Flores. (Gtres)
Lola Flores. (Gtres)

El nombre Lola Flores tiene en TikTok 185 millones de visionados. Una barbaridad, si se piensa que la artista lleva muerta 28 años. Sin embargo, su nombre sigue siendo tendencia y de interés para las generaciones jóvenes. También para las mayores. “Es una figura transversal que supo reinventarse en cada época. Es normal que, aunque no esté viva, siga adaptándose a los tiempos de hoy en día”, apunta Alberto Romero, comisario de la exposición Lola Flores en la Biblioteca Nacional de España, un proyecto que conmemora el centenario de la actriz y cantante.

“Lola es una persona muy polifacética, que construyó su personaje público básicamente desde el principio de su carrera, incluso antes de ser una persona famosa”, recuerda Marina Díaz, responsable de otra de las muestras que pueden verse este otoño, Errantes y perseverantes: El siglo de Margarita Alexandre, Lola Flores y Ana Mariscal, en la Filmoteca Española y que tiene a la cantaora jerezana como una de sus protagonistas. “La comunicadora e investigadora Lidia García la identifica con un personaje que es muy polimorfo. Trabaja su identidad más allá de la España franquista”.

"Es una figura transversal que supo reinventarse. Es normal que, aunque no esté viva, siga adaptándose a los tiempos de hoy en día"

Lola Flores, como intérprete y como bailarina, “tenía una potencia que iba más allá de los condicionamientos políticos”, resalta Díaz. También por su sintonía y su proximidad con el colectivo LGTBIQ+, que desde el principio fue muy afín a ellos. “Ella se sentía un referente para ellos. Y claro, ellos, como también dice Lidia García, la han mantenido en la agenda durante mucho más tiempo que la cultura oficial o la cultura de la democracia posterior al franquismo”, explica Díaz, que además es especialista en la figura de Lola Flores, con varios textos sobre su etapa cinematográfica en México, resituando su verdadera importancia en aquella industria en los años cincuenta.

El otro foco de interés y de actualidad, también vinculado al centenario, pero que pone en valor la mirada más en los márgenes, es el libro publicado por Dos Bigotes, Flores para Lola: una mirada queer y feminista sobre La Faraona. Su editor, Carlos Barea, centra su discurso en ese toque “diferenciador”, en sus propias palabras. Abriendo el campo y el universo de La Faraona a autores feministas y queer, haciendo una lectura de su figura en esta línea, evidenciando la forma en que había influido a las nuevas generaciones, “porque incluso en el libro hay personas que no habían nacido cuando ella ya murió”.

placeholder La exposición 'Si me queréis, ¡venirse! Lola Flores', en la Biblioteca Nacional de España. (Europa Press/Marta Fernández Jara)
La exposición 'Si me queréis, ¡venirse! Lola Flores', en la Biblioteca Nacional de España. (Europa Press/Marta Fernández Jara)

De esta forma podemos ver a Lola con los anteojos de Nerea Pérez de las Heras, Pepa Blanes, Fernando López o David María. Este último recoge algunos de los momentos que la comunidad LGTBQ+ ha hecho suyos desde el momento del pendiente perdido en la emisión Esta noche… fiesta, con Jose María Íñigo en el Florida Park madrileño, hasta la famosa boda de su hija Lolita, un 25 de agosto de 1983 en la Iglesia de la Encarnación de Marbella, con una de las declaraciones más imaginativas de la historia: “¡Mi hija no se puede casar! ¡Si me queréis algo, irse!”. O aquel momento del bingo, que apareció en Diez Minutos: “Cuando despertó de la operación… Lola creía que estaba en el bingo. Al volver de la anestesia la oyeron decir bingo”.

María también alimenta la historia sobre el lesbianismo coplero: “Lo del pipazo es, por ahora, una leyenda. No se ha logrado documentar dónde y cuándo expresó Lola aquello de ‘¿Quién no se ha dado un pipazo con una buena amiga?”. Para el escritor y gestor cultural, lo importante no es que se confirme la autoría de Lola, “sino que nos resulte verosímil, totalmente atribuible a su leyenda”.

Foto: Lola Flores con su hijo Antonio en 1963. (Getty/Cover/Gianni Ferrari)

Esta obra, Flores para Lola, va más allá de aquellos tratados que la situaban como icono. “Al final nosotros, con lo que dice, con lo que hace, construimos ese discurso que está entrelíneas, pero que a lo mejor ella no evidencia de una forma clara”, señala Barea que a partir de sus declaraciones, de sus frases, de sus videos, de su manera de moverse, construye un imaginaria marica y feminista, no solo de Lola, sino también de todos aquellos que están a su lado y la siguen.

placeholder “Si me queréis, ¡venirse!”, en homenaje a la cantante Lola Flores, que se muestra en la Biblioteca Nacional de Madrid. (EFE/Fernando Alvarado)
“Si me queréis, ¡venirse!”, en homenaje a la cantante Lola Flores, que se muestra en la Biblioteca Nacional de Madrid. (EFE/Fernando Alvarado)

Barea continúa incidiendo en este punto, como de pronto se vio con la necesidad de hacer una relectura de la época de Lola, de una época que había sido difícil para el colectivo LGTBIQ+ y para muchas mujeres. “Entonces, yo siempre digo, y en el libro también aparece, que la figura de Lola Flores es un referente involuntario del activismo LGTBIQ+ y del feminismo, porque si tú a ella le preguntas si es un referente feminista, te va a decir que no, incluso en su tiempo sería capaz de haberte dicho que ella no era feminista por todas las connotaciones que tenía en su momento”, dice Barea, mientras se pone en el lugar de Lola Flores.

“Cuando hablaba, era una productora industrial de titulares”, escribe López de las Heras. “Lo de Lola no eran zascas: eran aforismos de los que hacen cosquillas en el cerebro. Algunas frases de Lola son genuina autoayuda, útil para navegar por su tiempo y por el nuestro”. Y ahí menciona algunas de las frases más carismáticas y que la han hecho inmortal: “Cuando yo digo una mentira, se convierte en verdad”; “¿Sabes por qué yo estoy guapa? Porque el brillo de los ojos no se opera”; “A lo mejor a usted le hubiera encantado hacer esa vida, pero no ha podido porque no era Lola Flores” o “¿Es usted hemosesuá… o mariquita?”.

"Cuando yo digo una mentira, se convierte en verdad"; "¿Sabes por qué yo estoy guapa? Porque el brillo de los ojos no se opera"

Mención especial merecen las imitadoras de Lola Flores de las que Lidia García como Carlos Carvento hablan. “El caso es que Lola, aliada como ella sola, incluso tenía una relación bastante estrecha con algunos integrantes de la legión de transformistas que la imitaban”, resalta García. Que enumera a personajes imprescindibles de la noche y el farándula marica como el gran Paco España o Juan Gallo, sus dos imitadores más reconocidos. “En la serie televisiva Los ladrones van a la oficina los dos hicieron un divertido cameo en el que Lola daba vida a una pitonisa anónima mientras que Juan Gallo hacía de la propia Lola Flores”, recuerda García, autora de ¡Ay, campaneras! Canciones para seguir adelante, uno de los mejores textos introductorios del fenómeno folclórico. “No era la primera vez que Lola se prestaba a un juego de espejos similar: incluso en algunas actuaciones en directo se había divertido tratando de engañar al público presentando en escena a su doble travesti; mientras tanto ella, descacharrada de risa, espiaba desde bambalinas esperando a que el respetable advirtiera la diferencia”

Foto: Imagen de la exposición de Carlos Saura en el centro cultural de La Malagueta (Málaga), de la película 'Sevillanas'. (Alamy)

Lola Flores, en palabras de la historiadora Marina Díaz, tenía toda una raíz dramática y performativa, que solamente pudo desarrollar en sus últimas películas y en algunos espectáculos donde ella recitaba. “Ahí realmente te das cuenta de que era como la mentora de cierta poesía republicana, tanto de Lorca como de Rafael de León, que son las dos caras de la moneda de todo ese lirismo analógico. Y que ella mantuvo de una forma prioritaria”, explica Díaz.

Sus vídeos, recortados y muchas veces sin contexto, funcionan estupendamente en Youtube o Instagram. "Son muy jugosos"

Luego Lola se convirtió en una estrella de la televisión, supo acomodarse a los nuevos tiempos, siempre acompañada de Lolita y, a veces, con su hermana. Videos, que recortados y muchas veces sin contexto, funcionan estupendamente en YouTube o Instagram. “Son muy jugosos”, comenta Díaz. “Te hacen entender muy bien cómo ella se expandía a través de todos los medios en los que conseguía desarrollarse. Era una verdadera empresaria de su marca”.

El nombre Lola Flores tiene en TikTok 185 millones de visionados. Una barbaridad, si se piensa que la artista lleva muerta 28 años. Sin embargo, su nombre sigue siendo tendencia y de interés para las generaciones jóvenes. También para las mayores. “Es una figura transversal que supo reinventarse en cada época. Es normal que, aunque no esté viva, siga adaptándose a los tiempos de hoy en día”, apunta Alberto Romero, comisario de la exposición Lola Flores en la Biblioteca Nacional de España, un proyecto que conmemora el centenario de la actriz y cantante.

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