'O corno', de Jaione Camborda, primera directora española en ganar la Concha de Oro

Pleno de mujeres directoras en este Festival de San Sebastián. Cuatro han sido las cineastas premiadas con los principales galardones: la Concha de Oro, el Premio Especial del Jurado y la Concha de Plata a Mejor dirección. Además, es la primera mujer española en conseguir la Concha de Oro.

Que Claire Denis fuese la presidenta del jurado de la 71.ª edición del Festival de San Sebastián acotaba las posibles ganadoras de la Concha de Oro a películas formalmente arriesgadas y de una narrativa más críptica y lírica de lo convencional. Finalmente, ha sido O corno, la segunda película de la guipuzcoana Jaione Camborda, la primera producción en gallego en participar en la Sección Oficial, la que se ha llevado la Concha de Oro. Desde 2018, cuando ganó Isaki Lacuesta con Entre dos aguas, el premio gordo de San Sebastián no se lo llevaba una producción española. Ambientada en la Isla de Arousa en los años 70, O corno se centra en la vida de María, una marisquera que trabaja como partera y ayudando a las mujeres de su comunidad a practicarse abortos clandestinos.

"Este es un momento muy emocionante", ha reconocido Camborda. "Detrás de una película hay muchas decisiones y muchos posicionamientos y no he podido estar rodeada de un mejor equipo". Ha agradecido también a su marido, por hacerse cargo de sus hijos de apenas meses cuando ella se fue a rodar. "Me alegra también que haya sido este jurado, al que admiro. Son muy importantes los referentes. Y dedico la Concha a las directoras que están por venir y que también serán referentes".

Hace más de una década que Camborda se asentó en Galicia y es la mirada sobre esta tierra la que ha centrado su discurso fílmico como directora y guionista. En O corno, Camborda explora la capacidad de la mujer de concebir vida, casi desde una aproximación biológica. La película comienza con una escena de un parto que dura casi 10 minutos y que provocó un desmayo en una de las proyecciones de Zinemaldia. A través de su protagonista, María (la bailarina Janet Novás en su primer trabajo en el cine), la directora también plantea una organización de las mujeres de la zona basada en la sororidad y los cuidados de las unas con las otras, en un momento, el tardofranquismo, en el que el aborto seguía penado con cárcel.

El Premio Especial del Jurado se lo ha llevado también una mujer con su segundo largometraje. La guionista de Border, la sueca Isabella Eklöf, adapta —a su manera— la novela autobiográfica Kalak, del noruegodanés Kim Leine, en un drama de una gran belleza fotográfica —retrata los paisajes de Groenlandia— y una narrativa y unos personajes frustrantes, que reniegan de las convenciones, y que provocan que el espectador pueda quedar a la deriva. Y es ese tratamiento realista y depurado de la imagen el que le ha valido a Nadim Carlsen el premio a Mejor fotografía. "Isabella y yo nos conocimos en la escuela de cine y hemos ido colaborando. Hemos querido enfocar de una forma más íntima en esta ocasión. Hay que tener mucha valentía para hacer esta película, para tratar estos temas, para irnos a rodar a Groenlandia en pleno invierno y para rodar en 16 mm", ha agradecido en una carta Carlsen, que no ha podido acudir a la gala.

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Kalak ha provocado críticas tan vehementes como contrapuestas. El protagonista de Kalak, Jan (Emil Johnsen), es un enfermero danés que se muda a Groenlandia junto a su familia, huyendo de un trauma del pasado. Sus relaciones con las mujeres solo pasan por la seducción y el deseo, casi de manera patológica, y es la interpretación risueña de Johansen la forma en la que el espectador consigue crear el vínculo de empatía con un personaje moralmente ambiguo que parece vagar de escena a escena. Lo más interesante es esa voluntad transgresora de Eklöf, tanto en el fondo como en la forma.

La Concha de Plata a Mejor dirección ha sido para las taiwanesas Tzu-hui Peng y Ping-wen Wang, dos directoras —una de ellas con formación periodística, la otra en Bellas Artes— que con su ópera prima, Un viaje en primavera, se han hecho hueco en uno de los festivales de cine más importantes. Su reflexión sobre el duelo está rodada en hokken taiwanés, un idioma en vías de extinción. El protagonista de Un viaje en primavera es un hombre que se niega a superar la muerte de su esposa. Y lo hace obviando el propio hecho de la muerte y escondiendo su cuerpo en el congelador. "Esta película refleja a través de ella un lugar en el mundo. A veces, en el proceso de grabación me veía a mí misma como una escultora, pero con luces y sombras", ha reconocido una de las directoras.

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En la categoría de guión, el Premio del Jurado ha recaído en los argentinos María Alché y Benjamín Naishat por Puan, una comedia protagonizada por Marcelo Subiotto en el papel de un profesor de filosofía en lucha por una plaza en la universidad tras a muerte de un catedrático. También cuenta el reparto con Leonardo Sbaraglia, en una de las pocas comedias en Sección Oficial. "Se lo dedicamos a las personas que nos enseñaron a escribir y pensar en la educación pública argentina", han agradecido los guionistas. Precisamente ha sido el papel de este profesor de filosofía la que le ha valido la Concha de plata a Mejor interpretación para Subiotto, ex aequo con. el veterano actor japonés Tatsuya Fuji por Great Absence, de Kei Chikaura, un drama sobre la memoria y la pérdida de la misma. "Ayer proyectamos nuestra película y cuando se encendieron las luces me impresionó la imagen que vi dentro del cine", ha dicho el japonés. "Todo el mundo estaba de pie y aplaudiendo, con sonrisas cálidas, gracias al cine".

Y el Premio a Mejor interpretación de reparto se lo ha llevado Hovik Keuchkerian por su rol en Un amor, la adaptación al cine de la novela homónima de Sara Mesa a cargo de Isabel Coixet. Keuchkerian es Andreas, un horticultor de origen armenio que vive en el pequeño pueblo de La Espera, al que llega Nat (Laia Costa), la protagonista.

"Que me dé el premio Vicky Luengo que es mi hermana, y una bestia como actriz", ha comenzado su discurso Keuchkerian. "Creo que tendríamos que contagiarnos de la pureza de estos dos chavales", en referencia a los protagonistas de Yo capitán, de Mateo Garrone. "Yo no sé lo que es el cine. Creo que es algo muy personal y muy particular y cada uno tendrá su visión del cine. En este premio está todo el equipo, todos los departamentos y todas las personas, desde que Sara Mesa escribió esa novela brutal. Sin todo ese equipo no existiría El Alemán. Y todo equipo tiene un pedazo de entrenador al que mirar, en el que apoyarse. Y ese pedazo de entrenador es Isabel Coixet. Me pareces una tía con una valentía, un coraje y un arrojo, una crack absoluta".