Roger Dean, el diseñador de las grandes portadas de la psicodelia (y del logo del 'Tetris')

El hecho de haber sido uno de los portadistas más icónicos del rock en los años 70 no convierte a Roger Dean (Ashford, Inglaterra, 1944) en un hombre de otra época. Después de haber vendido cerca de 100 millones de reproducciones de sus ilustraciones fantásticas, el artista creó el logotipo del adictivo juego Tetris y nutrió la imaginación del cineasta James Cameron, con quien terminó litigando por su participación en Avatar. De todo ello habla antes de su llegada a España con la gira The Classic Tales of Yes.

PREGUNTA. ¿Cómo se ha desarrollado su trabajo con Yes a lo largo de tantas décadas?

RESPUESTA. En los últimos años, Steve Howe [guitarrista y fundador de la banda] ha grabado sus discos bastante cerca de mi estudio, lo que me permitía ir y escuchar en qué estaba trabajando. Pero así no obtienes más que un pequeño vistazo. Desarrollo mi arte de varias maneras. A veces trato de entender las ideas que inspiraron la música, otras puede existir un atajo a través del título. Uno de los placeres de trabajar con músicos, a diferencia de la mayoría de las personas, es que tienden a dejarme trabajar. Lo cual es bueno para mí y bueno para ellos.

P. ¿Le gusta trabajar con los artistas desde el principio, incluyendo su logotipo? Por seguir con Yes, la portada de su disco Close to the edge, uno de los más famosos de la historia del rock, es básicamente un logo sobre un fondo verde.

R.Después de pintar Fragile [Atlantic, 1971] no sabía si me volverían a pedir que trabajara con Yes. Yo tenía algunas ideas sobre hacer un logo para la banda, y un día, mientras desayunaba en el tren a Brighton —era el Pullman Brighton Belle, un tren famoso en su época, recuerdo que aquel era su último viaje— boceté algunas ideas a lápiz. Poco después la banda me contactó para hablar sobre su siguiente álbum, que se llamaría Close to the Edge [Atlantic, 1972]. Les mostré aquel logo y les gustó. Luego me sugirieron que la portada tuviera solo el logo y el título. Pensé que era muy buena idea.

P.¿Influyó el arte en la música de la época, o fue la música la que influyó en el arte? Pienso en usted con Yes, pero también en las duplas Hipgnosis/Pink Floyd, Mati Klarwein/Santana, más adelante James Marsh/Talk Talk…

R. No creo que la cuestión de la influencia en ninguna dirección fuera tan simple, pero la combinación de música y arte creó una cultura muy interesante.

P. ¿Cree que Vd. habría llegado a un público tan extenso de no haber sido por Yes? Y ellos, ¿hubieran vendido tantos discos sin sus ilustraciones?

R. Creo que Yes habría llegado a su público igualmente, pero el arte puso de su parte. Respecto al público al que he llegado yo, la respuesta sería: posiblemente. Mi primera portada fue para The Gun, una banda de rock de CBS dirigida por el Ronnie Scott's Jazz Club. Luego me pidieron un montón de portadas de jazz, pero con tantas limitaciones que dejó de gustarme. En MCA Records me encargaron el primer álbum de Osibisa, para el cual pinté un fondo rosa con elefantes volando. Era su primer disco, esperaban vender unas 7.000 copias, pero solo el póster vendió medio millón. Al final hice o 20 o 30 diseños distintos de los que se vendieron unos 60 millones entre pósteres, postales, calendarios, libros, etc. Mi primer libro, que salió en 1975, vendió un millón y cuarto de copias. Todas estas cifras eran enormes para aquellos tiempos.

P. Su trabajo en la música casi siempre ha estado asociado al rock progresivo. ¿No le han llamado artistas de otros estilos?

R: Me encantaba trabajar con bandas de blues como Alexis Korner y John Dumber's Blues Band, trabajé con muchas bandas experimentales y trabajé en la ópera, haciendo los decorados y el vestuario para el Festival Puccini. También me gusta la música electrónica. He trabajado con Youth y Jaz Coleman, de Killing Joke. Youth tiene una banda llamada The Orb, y Coleman trabaja en música orquestal como compositor; he disfrutado mucho con ellos.

P. Fuera de la música su nombre se asocia a una silla, la Retreat Pod Chair que aparecía en La naranja mecánica de Stanley Kubrick. ¿Qué importancia tiene el diseño en su carrera?

R. Bueno, en realidad fue obra de mi hermano Martyn. El diseño es de gran importancia para mí, y eso se suele percibir menos de lo que me gustaría. Yo preferiría diez veces construir edificios a pintar, lo que no quiere decir que no me guste pintar. Pintar me encanta, lo que muestra cuánto más me gusta el diseño. Pero estoy en esa etapa de mi vida en la que me he dado cuenta de que no voy a hacerlo todo. Tengo cuadernos de bocetos para hacer otras 150 pinturas, la cuestión es si las voy a hacer. Hay otras cosas que me gustarían más. La arquitectura siempre está en mi cabeza.

P. El ilustrador Jean Giraud (Moebius) y Vd. han sido comparados con frecuencia. ¿Se conocieron? ¿Qué opinaron de sus respectivos trabajos?

R. Nunca supe qué pensaba de mi obra. Para mí él era un genio. Por cierto, diseñó algunas portadas, creo que al menos dos para Jimi Hendrix. Tenía una imaginación asombrosa y era brillante técnicamente. Nunca lo conocí, pero desearía haberlo hecho.

P: ¿En algún momento han tenido algún uso para su trabajo las drogas, fueran naturales o sintéticas? ¿Considera su obra arte psicodélico en algún sentido?

R: Ninguna droga ha jugado ningún papel en mi trabajo. No sabría cómo llamar a mi trabajo, me han preguntado si es surrealista, si es realismo mágico, si es psicodélico, pero realmente no he encontrado una categoría en la que me sienta cómodo. Cuando vendía esas enormes cantidades en los años 70, solía recibir sacos de correo todos los días, y una gran parte daba por sentado que yo hacía todas estas pinturas bajo la influencia de drogas psicodélicas. Muchos de los que me escribían consideraron mis pinturas como una parte importante de su propia experiencia psicodélica, así que una broma que hice entonces fue considerar que mi trabajo era psicodélico por adopción, no por ingestión.

P. Lo que sí ha dicho es que es más un paisajista que un artista fantástico.

R. ¡He dicho todo tipo de cosas! En cierto modo tenía un problema con la fantasía porque mucha gente usaba esa palabra de una manera muy desdeñosa. Se asociaba con el cómic y el arte para niños de forma muy condescendiente. Pero desde aquello he cambiado de opinión. Tolkien dijo que consideraba la literatura fantástica como la forma más elevada de literatura, y tras pensarlo mucho terminé de acuerdo con él. Hay uno o dos de mis cuadros que la gente ha considerado fantásticos, pero lo curioso es que no hay ningún elemento en ellos que no esté pintado directamente del natural. Es la forma en que se combinan —para mí un proceso de diseño— lo que determina algo que la gente considera fantástico.

P. ¿Cómo llegó a diseñar el logotipo del Tetris?

R. Tetris es un juego increíblemente adictivo; disfruté trabajando con las personas que lo crearon y trabajaron en él. Considero un amigo a Alexey Pajitnov [el ingeniero ruso que creó el juego] y a muchos de sus amigos que pasaron a formar parte de la empresa Animate. Sin embargo, Tetris fue un concepto difícil de entender gráficamente porque no hay forma de eludir su naturaleza inherente. Tetra significa cuatro, el juego trata sobre formas formadas por cuatro cuadrados: es brutalmente pragmático en ese sentido. Si le ponías una curva en cualquier parte podías destruirlo por completo, así que en ese sentido no era un trabajo para mí. Pero lo intenté y disfruté haciendo el logo. Y resultó un gran éxito, lo que ha sido una mezcla de gran alegría y gran frustración para mí.

P. ¿Qué potencial tienen los videojuegos para un artista como Vd.?

R: Cuando trabajé en Secret of the Black Onyx monté un equipo con un escritor, músicos, artistas y seis informáticos muy talentosos que hicieron posible el proyecto. Hay más en camino.

P. El disco de Yes The Royal Affair: Live fue diseñado a partir de una retransmisión en Facebook durante 2020. ¿Aquello fue un impulso pandémico o tiene un interés real para Vd. el trabajo colaborativo en redes sociales?

R. Al inicio de la pandemia mi hija Freyja, que llevaba ocho años viviendo en Tokio, insistió en volver a Inglaterra porque pensaba que necesitábamos que nos cuidaran. Y yo, muy tonto de mí, le dije: "Vale, pero no vengas sin algo que hacer". ¡Y vino con una bolsa llena de proyectos: rediseñar mi casa, montar una escuela online, hacer pódcast y todo tipo de cosas! La pintura de los bocetos preliminares del Royal Affair surgió de algunas de las clases que impartí online; fueron filmados en vivo y eso es lo que se utilizó.

P. Una década después del litigio que le enfrentó con James Cameron por uso indebido de sus ilustraciones en la película Avatar —pleito que Vd. perdió—, ¿considera que su trabajo no ha tenido el debido respetado por parte del cine?

R: No siento que sea mi trabajo el que no ha sido respetado. Es el copyright del que se ha abusado. ¡No se llevaron mi obra de arte porque no les gustó! Sospecho que se utilizó porque el director de arte sintió que era la única manera de conseguir el contrato. Desafortunadamente, no hay mucho positivo que pueda decir sobre esa experiencia, pero tal vez una cosa que pueda decir es que mi trabajo se ve fantástico en la pantalla grande. Lo sentí cuando lo vi por primera vez: estaba enfadado, consternado y asombrado. Pensé: ¡esto se ve realmente genial!

P: Volviendo a su colaboración con Yes, Vd. toma parte que la gira que les trae a España en estos días.

R. Estaré en la gira europea con mi exposición de pinturas y grabados, que he pensado llevar a un nivel superior. Hasta he considerado la idea de hacer kimonos bordados gigantes o algo así. No me obligues a decir esto, no es un anuncio de intenciones, es solo una fantasía pasajera… pero podría suceder.

P. Si Vd. tocara algún instrumento, ¿acaso no sería parte del grupo?

R: Cuando era muy joven, en la escuela en Hong Kong y brevemente en Inglaterra, toqué la batería, pero nunca tuve la idea de hacerlo profesionalmente. No tengo ningún deseo de tener otra carrera; me gusta lo que hago, cómo vivo y trabajo. Admiro a todos y cada uno de ellos, pero la verdad es que nunca he tenido ambiciones musicales.