De Pedro Almodóvar a Luis Tosar: la cultura que apoya a Yolanda Díaz

"Lúcida reflexión de @RemediosZafra sobre cómo trabajo, vida, intimidad y reputación online se confunden en nuestras habitaciones hiperconectadas. Una llamada necesaria a pausar la mirada, cerrar por un tiempo los ojos y pensar en nosotras mismas. ¡Gracias!", escribió Yolanda Díaz en Twitter en mayo de 2021 en referencia a una columna de la ensayista Remedios Zafra (Zuheros, Córdoba, 1973). Desde entonces, esta pensadora es uno de los pilares intelectuales de la candidatura de Sumar, puesto que ha estado presente en comisiones como la que atañe al impacto de la precariedad laboral en la salud mental con las que la gallega ha construido su proyecto en este último año. Por supuesto, Zafra asistió el domingo 2 abril a la presentación de la candidatura de Díaz a la presidencia del Gobierno. Lo hizo, además, junto al filósofo Santiago Alba Rico (Madrid, 1960), quien en 2015 fuera candidato al senado por Podemos y que acabaría arrimándose a Íñigo Errejón tras la famosa ruptura con Pablo Iglesias. De hecho, ya en 2019 declaró en una entrevista que “Podemos no es ya el motor de transformación de este país”.

Zafra y Alba Rico, junto a las también escritoras Belén Gopegui (Madrid, 1963) y Marta Sanz (Madrid, 1967), más el editor Constantino Bértolo (Navia de Suarnia, 1946) -presentes en Magariños- son algunos de los miembros del mundillo cultural que llevan apoyando a Díaz desde que decidiera lanzar su carrera (y como poco ese tiempo de escucha). Siempre han estado en el entorno de la izquierda, sobre todo en la órbita de Izquierda Unida y el Partido Comunista. Sus libros, que han sido bastante premiados -a ninguno se les puede considerar outsider o marginal-, también reflejan esas inquietudes ideológicas.

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La escritora cordobesa, que también es investigadora del Instituto de Filosofía del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, ha publicado los ensayos El bucle invisible (Premio Internacional Jovellanos, 2022) sobre las transformaciones de nuestra vida por el algoritmo, El entusiasmo (Premio Anagrama de ensayo, 2017), sobre la precariedad que trae consigo la era digital o (H)adas (Premio Málaga de Ensayo, 2013), sobre las mujeres que trabajan en el ámbito tecnológico. El feminismo, el ciberfeminismo, la falta de oportunidades, de recursos o la desigualdad otean sus temas. Por la misma vertiente se lanzó hace ya unas cuantas décadas Alba Rico, que fue guionista de La Bola de Cristal -su madre, Lolo Rico, fue la creadora del programa infantil-. Siempre dijo que a través de los electroduendes quería "contar Marx a los niños".

Por su parte, Gopegui formó parte del boom de escritores veinteañeros de los noventa. Su primer libro fue La escala de los mapas (1993), al que le siguieron después otras exitosas novelas, sobre todo entre un público cultureta (entonces no se decía hípster) como La conquista del aire, Lo Real o Deseo de ser punk. En sus entrevistas siempre se ha mostrado cercana a IU, Podemos y ahora Sumar. Su pareja, Bértolo, fue editor entre 1990 y 2003 de Debate y después lanzó el sello de nuevos escritores Caballo de Troya. Es autor de ensayos como La cena de los notables o Miseria y gloria de la crítica literaria (2022), sobre los insultos entre escritores. Sanz, que como Gopegui también tiene casi toda su obra en Anagrama, es autora de novelas como Farándula (Premio Herralde de novela en 2015), y creó la figura del detective gay Arturo Zarco con la novela Black, Black, Black (2010). Ha hecho campaña por IU y ha señalado que "toda literatura es ideología aunque nos hayan hecho creer que la política mancha la concepción literaria".

Belli y Atxaga

Una de las grandes protagonistas del acto de Díaz fue también una escritora, la nicaragüense Gioconda Belli (Managua, 1948), que ha sido duramente represaliada por el dictador Daniel Ortega, quien le ha llegado a quitar la nacionalidad. Paradójicamente, Belli fue una gran activista contra el dictador Anastasio Somoza y formó parte del movimiento sandinista en los setenta y ochenta, llegando a formar parte de los primeros gobiernos de esta fuerza de izquierdas, mucho antes de que Ortega, antiguo compañero, tornase en dictador. Su obra, con poemarios como El ojo de la mujer o la novela La mujer habitada, abrazan el feminismo, la sexualidad, la lucha y la revolución. Un idealismo que alcanzó sus mejores cotas a finales de los setenta y ochenta.

Otro gran valedor de Díaz, aunque no estuvo en el acto del día 2, es el vasco Bernardo Atxaga (Asteasu, 1951), autor de novelas como Obabakoak y El hijo del acordeonista. Es el coordinador de Cultura de Sumar y ya señaló hace unos meses que Díaz "es una política de gran capacidad y un atisbo de fe". Ligado también a IU -hizo campaña durante años por Ezker Batua- participó en algún acto de Podemos, pero se ha vuelto a implicar más con Sumar.

Bernardo Atxaga: "[Yolanda Díaz] es una política de gran capacidad y un atisbo de fe"

De entre las autoras más jóvenes destacan la filósofa Elizabeth Duval (Alcalá de Henares, 2000) y la poeta Elvira Sastre (Segovia, 1992), quienes se acercaron en un principio a Podemos para quedarse ahora en los círculos yolandistas. Han saltado a los grandes grupos editoriales: la primera publica ahora su libro Melancolía en Planeta y la segunda ganó el premio Biblioteca Breve de Seix Barral con Días sin ti en 2019.

Almodóvar, Tosar, Alonso

El cine es otro ámbito en el que Díaz ha calado con fuerza como ya ocurriera años antes con el PSOE (y algo menos con Podemos). Luis Tosar (Lugo, 1971), quien ya había mostrado sus simpatías hace años por Podemos, de quien dijo en 2017 que era "una alternativa política maravillosa", ha estado cerca de Díaz desde la presentación de Sumar en el Matadero de Madrid el pasado julio. La actriz Itziar Castro (Barcelona, 1977) sí estuvo en Magariños y se mostró muy entusiasmada con la candidatura de Díaz, como expuso en sus redes sociales. Lo mismo que la actriz Anabel Alonso (Barakaldo, 1964) quien aunque no estuvo el día 2 sí ha señalado en varias ocasiones su cercanía política con la candidata gallega: "Pega con la mano abierta sin despeinarse. Yo la admiro mucho, me parece una política de altura".

El actor malagueño Antonio de la Torre (Málaga, 1968), protagonista de grandes éxitos del cine español como El Reino y La trinchera infinita, es otro de los acérrimos yolandistas, si bien ha expresado que le gustaría que Podemos también formara parte de la candidatura de Sumar. Este es el tuit que tiene fijado en su cuenta desde el pasado 9 de abril: "Sumar y Podemos tienen que ir juntos. Por favor, entiéndanse, que hay mucho en juego".

Y quien se ha dejado ver junto a Díaz es Pedro Almodóvar (Calzada de Calatrava, 1949), si bien no acudió el día 2. Estuvieron juntos el día del Orgullo del año pasado y en los pasados Premios Feroz levantó a la propia Díaz al asiento con su defensa de la sanidad pública.

Kilometrada cultural

La kilometrada que Yolanda Díaz se ha hecho en los últimos meses de evento cultural en evento cultural da sus frutos. "No se ha perdido ni uno", comentan periodistas que han coincidido con ella, ya sea en la última gala de los Goya, los Feroz, los Turia o el Festival de Málaga. Sabe que es un caladero propicio y en el que hay votos que pueden venir de la izquierda del PSOE, pero también del propio PSOE, quien en anteriores ocasiones ha tenido mucha más fuerza mediática en el ámbito cultural. De hecho, todavía se recuerda la famosa campaña de la Zeja de Zapatero, si bien los nombres que apoyaron entonces al socialista hoy no se muestran tan en campaña ni mucho menos tan cercanos al PSOE (como Sabina o Miguel Bosé, sin ir más lejos).

"Yo todos los fines de semana en Madrid voy al cine y al teatro. Tengo que estar en un viaje internacional para no hacerlo"

Díaz ha visitado en estos meses teatros, filmotecas, casas de cultura. No ha dado puntada sin hilo. Su puesta de largo en julio del año pasado fue en el Matadero, uno de los grandes centros culturales de Madrid. En Albacete reivindicó hace unos meses a Sara Montiel, Almodóvar y José Luis Cuerda, ilustres manchegos para todos los gustos y colores. Ha tenido más veces en la boca el Estatuto del Artista y el Bono Cultural casi que Miquel Iceta, el ministro de Cultura, a quien no en pocas ocasiones le ha ganado esta partida.

“Yo todos los fines de semana en Madrid voy al cine y al teatro. Tengo que estar en un viaje internacional para no hacerlo. Me fascina el cine, el teatro, igual que soy una fascinada del arte contemporáneo”, ha declarado en alguna entrevista. Y ahí están sus tuits tras ver montajes como Castelvines y Monteses, de Sergio Peris-Mencheta, El abrecartas, de Vicente Molina Foix, en el Teatro Real -si hay que ponerse de tiros largos, se pone- o Desmontando a Séneca, con Jorge Javier Vázquez, en el Teatro Reina Victoria. El presentador de Sálvame, que ha defendido muchas veces al PSOE, es otro encandilado con Díaz.

Solo parece que hay dos cosas que se le escapan a la gallega, ya que también tiene seguidores en el mundo del arte contemporáneo y la moda: en todos estos actos apenas hay músicos (con cierta relevancia mediática) ni artistas veinteañeros/treintañeros. ¿Actores jóvenes de cine/televisión con Díaz? ¿Músicos de festivales con Díaz? Quizá es que no están con nadie, pero eso ya es otro tema.