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La rumana Blue Moon sorprende y se lleva la Concha de Oro en un San Sebastián inesperado
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69 EDICIÓN DEL FESTIVAL DE SAN SEBASTIÁN

La rumana Blue Moon sorprende y se lleva la Concha de Oro en un San Sebastián inesperado

La directora rumana Alina Grigori se lleva la Concha de Oro en una edición con un palmarés lleno de nombres femeninos

Foto: La directora de 'Blue Moon', Alina Grigore, recibiendo la Concha de Oro. (Reuters)
La directora de 'Blue Moon', Alina Grigore, recibiendo la Concha de Oro. (Reuters)

Nadie -salvo el jurado- se esperaba que esta noche la Concha de Oro de la 69 edición del Festival de San Sebastián recayese en 'Blue Moon', la película de la rumana Alina Grigore, un drama que no había dado demasiado de qué hablar entre la prensa especializada. Sabiendo que la georgiana Dea Kulumbegashvili -que el año pasado epató y cabreó a partes iguales con 'Beginning', una ópera prima radical e incómoda- tendría la última palabra como presidenta del jurado -en el que también han participado cineastas poco convencionales como Audrey Diwan, flamante nueva León de Oro, y el productor Ted Hope ('Olvídate de mí')-, la única certeza pasaba por una ganadora inusual. 'Blue Moon' ('Crai Nou' en su título original) es también la ópera prima de Grigore, guionista, directora y también actriz -ha participado en muchos trabajos enmarcados en la Nueva Ola Rumana- que en su debut utiliza la deriva decadente de una familia y el abuso sexual de su joven protagonista, Irina (Iona Chitu) para hablar de un proceso colectivo y global: la deshumanización de una sociedad interesada sólo en el dinero y el beneficio propio.

En un año marcado por el éxito de las directoras en los principales festivales y galardones del mundo -Chloé Zhao en los Oscar, Julia Ducournau en Cannes y Diwan en Venecia-, también San Sebastián ha optado por un palmarés marcadamente femenino. Además de la Concha de Oro para Grigora, la Concha de plata a Mejor dirección se la lleva a Dinamarca Tea Lindeburg, también con una ópera prima, 'As in Heaven' (algo así como 'Como en el cielo'), un drama rural ambientado en el siglo XIX con una protagonista adolescente (Flora Ofelia Hoffmann) que debe asistir el parto de su madre en una noche que marcará su destino y el de su familia.

placeholder La directora y guionista Alina Grigore en la alfombra roja del Festival de San Sebastián. (EFE)
La directora y guionista Alina Grigore en la alfombra roja del Festival de San Sebastián. (EFE)

En el primer año en el que se concede el premio a la Mejor interpretación sin hacer distinción por géneros, el jurado ha reconocido el trabajo de Hoffman en la película de Lindeburg, ex aequo junto a la estadounidense Jessica Chastain, que en 'Los ojos de Tammy Faye', de Michael Showalter, interpreta a la telepredicadora evangelista Tammy Faye, muy popular en los años sesenta y responsable de la construcción de uno de los primeros parques temáticos religiosos de Estados Unidos. Después de verse envuelta en varios escándalos de corrupción y fraude, Faye se alejó de los medios de comunicación y ahora su historia vuelve convertida en un biopic cuya protagonista seguramente concurrirá entre las finalistas de los Oscar a Mejor actriz.

El premio del jurado se lo ha llevado Lucile Hadzihalilovic con 'Earwig', uno de los títulos más extraños y personales de la Sección Oficial, una especie de cuento gótico protagonizado por una niña enferma con dientes de hielo que no puede salir de su casa... hasta que sale. Ambientada a mitad del siglo XX en un país europeo sin concretar, 'Earwig' también ha participado en el Festival de Toronto y, además de por su narrativa oscura y sensorial, ha destacado por la fotografía de Jonathan Ricquebourg. Sin embargo, el premio a Mejor fotografía se lo ha llevado la francesa 'Enquête sur un scandale d'État', de Thierry de Peretti, un thriller protagonizado por Vincent Lindon en el que un topo y un protagonista desvelan la existencia de una trama de narcotráfico de Estado liderado por Jacques Billard, figura mediática y policía de alto rango.

placeholder Thierry de Peretti y el actor Vincent Lindon en el Festival de San Sebastián. (EFE)
Thierry de Peretti y el actor Vincent Lindon en el Festival de San Sebastián. (EFE)

De la misma forma que tampoco está segregado por sexos el premio a Mejor interpretación secundaria, han sido al final los chicos y las chicas de 'Quién lo impide', la película medio documental medio ficción de Jonás Trueba, los que, como reparto al completo, se han llevado el único premio gordo con acento español. El film de Trueba también se ha hecho esta mañana con el premio Feroz Zinemaldia que entrega la prensa especializada.

El director más veterano de la Sección Oficial, el inglés Terence Davies, de 75 años, ha conseguido el galardón a Mejor guión gracias a 'Benediction', un drama romántico de época que recupera la biografía del poeta Siegfried Sassoon, veterano de la Primera Guerra Mundial, antibelicista y dandy que fue bastante habitual de los medios de la época (principios del siglo XX) para defender sus posturas políticas pero que ocultó su homosexualidad en un tiempo en el que suponía una condena al ostracismo. La película bascula entre la delicadeza y el lirismo habitual de Davies y la crudeza de las imágenes reales de la Gran Guerra en una de las grandes obras de la filmografía del británico. El premio Zabaltegi ha sido para 'Vortex', de Gaspar Noé, un drama crudo en pantalla partida protagonizado por Dario Argento en su primer papel protagonista y Françoise Lebrun.

Por último, el Premio del cine vasco ha ido a parar a 'Maixabel', de Icíar Bollaín, basada en los encuentros entre Maixabel Lasa, viuda de Juan María Jáuregui, ex gobernador civil de Guipúzcoa, e Ibon Etxezarreta, uno de los etarras que lo asesinó. En el papel de Lasa, Blanca Portillo; en el de Etxezarreta, Luis Tosar, en una historia real que aboga por la reconciliación después de los años de plomo y la desaparición de ETA. Como premio RTVE Otra mirada, 'Noche de fuego' de Tatiana Huezo, producción mexicana que ya pasó por la sección Una cierta mirada de Cannes y que trata sobre "una niña de apenas seis años cambia su apariencia a la de un niño para vivir “más segura” en un país tan doloroso y violento como México".

Nadie -salvo el jurado- se esperaba que esta noche la Concha de Oro de la 69 edición del Festival de San Sebastián recayese en 'Blue Moon', la película de la rumana Alina Grigore, un drama que no había dado demasiado de qué hablar entre la prensa especializada. Sabiendo que la georgiana Dea Kulumbegashvili -que el año pasado epató y cabreó a partes iguales con 'Beginning', una ópera prima radical e incómoda- tendría la última palabra como presidenta del jurado -en el que también han participado cineastas poco convencionales como Audrey Diwan, flamante nueva León de Oro, y el productor Ted Hope ('Olvídate de mí')-, la única certeza pasaba por una ganadora inusual. 'Blue Moon' ('Crai Nou' en su título original) es también la ópera prima de Grigore, guionista, directora y también actriz -ha participado en muchos trabajos enmarcados en la Nueva Ola Rumana- que en su debut utiliza la deriva decadente de una familia y el abuso sexual de su joven protagonista, Irina (Iona Chitu) para hablar de un proceso colectivo y global: la deshumanización de una sociedad interesada sólo en el dinero y el beneficio propio.

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