Perder peso con la dieta endomorfa: ¿realmente funciona?

En la búsqueda para perder peso, hay infinidad de tipos de dieta y regímenes para adelgazar. La mayoría de ellos se centran en los alimentos, pero, ¿y si hubiera que centrarse más en el individuo que en las comidas involucradas? Tomando esa base se sustenta la dieta endomorfo, pero, ¿realmente funciona?

En los años 40, el investigador y psicólogo William Herbert Sheldon definió los tres tipos de cuerpo que podían asignarse a un individuo: ectomorfo, mesomorfo y endomorfo. El último tipo de cuerpo, el endomorfo, se caracterizaba por ser un cuerpo de menor estatura con una estructura ósea más grande y el propio Sheldon los definía como "redondos y blandos".

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La estructura endomorfa se asociaba comúnmente con un metabolismo más lento y una propensión a retener la grasa sobre el músculo, algo que, en palabras del investigador, hacía que el endomorfo tuviera más probabilidades de adelgazar con éxito. Su trabajo, que inicialmente fue aceptado, generó posteriormente mucha controversia.

Mezcla de macronutrientes

Una dieta para este tipo de cuerpos se centra en la mezcla correcta de macronutrientes en lugar de en la restricción de calorías. Así, las personas que siguen este tipo de alimentación deben obtener el 30% de sus calorías de los carbohidratos, el 35% de las proteínas y el 35% de las grasas. También se les anima a que opten por alimentos ricos en fibra, grasas saludables y que eviten el azúcar y los carbohidratos refinados. Sin embargo, las recomendaciones sobre los alimentos específicos y la frecuencia de alimentación no están definidas.

Hay otras formas de crear un plan de alimentación más personalizado, como una evaluación individualizada y una prueba de nutrigenómica

Mascha Davis, dietista, fundadora de Nomadista Nutrition y autora del libro 'Eat Your Vitamins' (Cómete tus vitaminas), apunta a Today que la descomposición de macronutrientes en la dieta endomorfo podría ser efectiva para los individuos que luchan por perder peso, ya que el plan se centra en el aumento de la fibra y de las proteínas.

No obstante, advierte que la dieta todavía se basa en muchas generalidades y, por lo tanto, no es un enfoque que recomendaría a sus clientes. Ella sostiene que hay otras formas de crear un plan de alimentación más personalizado, como una evaluación individualizada y una prueba de nutrigenómica, que evalúa los genes relacionados con la dieta, el peso, la salud cardíaca y el estado físico.

Davis añade que, al no ser lo suficientemente personalizada, la dieta endomorfo ignora muchos otros factores, como la genética, los análisis de sangre, los antecedentes personales, el estrés y el sueño. Tampoco la ciencia parece apoyar la validez de esta dieta. Los datos que vinculan los comportamientos dietéticos, el éxito en la pérdida de peso, el metabolismo y el tipo de cuerpo son limitados. Sólo existen unos pocos estudios que citan las características potenciales de un tipo de cuerpo endomorfo.

La ciencia no la apoya

Basándose en investigaciones anteriores sobre enfoques de reducción de carbohidratos, la dieta puede ser beneficiosa para ciertos individuos que son más propensos a acumular grasa en la región del vientre, y por lo tanto, más propensos a la sensibilidad a la insulina.

El éxito y la sostenibilidad a largo plazo de esta dieta para los individuos son cuestionables

Para Ashley Koff, dietista y directora general de Better Nutrition, tomar el desglose de macronutrientes y traducirlo en una dieta requiere trabajar con un profesional que pueda evaluar la ingesta nutricional total dentro del contexto de la salud, el historial médico y el estilo de vida de cada paciente.

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Tanto Davis como Koff están de acuerdo en que el éxito y la sostenibilidad a largo plazo de esta dieta para los individuos son cuestionables. El entorno, la salud intestinal, posibles enfermedades e incluso con quién se socializa puede afectar a la capacidad de perder peso y mantenerlo.

Por ello, la dieta perfecta es probablemente la que se puede mantener con éxito a largo plazo y que permite vivir más tiempo y de una manera más saludable aunque no perdamos todo el peso que queramos.