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Las 10 mejores dietas para adelgazar de 2016
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Y el mejor régimen del año es...

Las 10 mejores dietas para adelgazar de 2016

Cada año 'U.S. News & World Report' recoge las opiniones de expertos en alimentación y realiza un 'ranking' con los mejores regímenes para perder peso y cuidar de nuestra salud. 'And the winner is...'

Foto: Empieza el año con buen pie, pero sobre la báscula. (iStock)
Empieza el año con buen pie, pero sobre la báscula. (iStock)

Si tuviésemos que seleccionar el propósito de Año Nuevo universal, está claro que ponernos a dieta sería el ganador. Tras varios días de abundantes comilonas, sentarnos a degustar un plato grasiento y ultracalórico es, por lo general, lo que menos nos puede apetecer. Así que nos sentimos con las suficientes fuerzas –y kilos de más– para empezar un régimen desde el primer día del año –aunque normalmente lo alargamos hasta después del día seis– y conseguir una salud de hierro y una figura estupenda antes de que llegue el verano.

Decididos estamos, pero ¿qué dieta debemos seguir que verdaderamente funcione? Calificándolas con una nota máxima de 5 puntos otorgados en función de su capacidad para ayudar a perder peso a corto o largo plazo, lo fácil o complicada de llevar a cabo que sea o los beneficios reales para nuestra salud, cada año 'U.S. News & World Report' recoge las opiniones de dietistas, nutricionistas y psicólogos expertos en alimentación para realizar un 'ranking' con las mejores dietas con el objetivo de guiarnos en la difícil tarea de encontrar la que mejor nos funcione. Como no podía ser de otra manera, también tienen sus recomendaciones para 2016, y son estas:

1. La dieta DASH (4,5)

Situada en el primer puesto de la clasificación el pasado año, en 2016 hay un empate técnico entre ésta, la TLC y la dieta Mind. La dieta DASH responde al acrónimo 'Dietary Approaches to Stop Hypertension' ('enfoque alimenticio para detener la hipertensión') y, como su nombre indica, fue desarrollada por el Instituto Nacional de Salud estadounidense como una dieta específica para tratar a pacientes con tensión alta, aunque los expertos de 'U.S News' consideran que es una dieta ideal para todo tipo de personas.

Se trata de una dieta muy variada en la que se prima la ingesta de frutas, verduras y lácteos bajos en grasa. También se consumen cereales integrales, carne, pescado y legumbres, pero de forma más restringida. Las grasas saturadas, los azúcares refinados y los carbohidratos están prácticamente prohibidos. La dieta va acompañada de un plan de actividades de ejercicio físico y reduce a la mínima expresión el consumo de alcohol.

Los expertos de la Clínica Mayo crearon su dieta con el objetivo de ayudar a perder hasta 45 kilos en un año

La sal, como es lógico tratándose de una dieta específica para tratar la hipertensión, se reduce y controla a un mínimo diario, lo que implica desterrar de nuestra alimentación la mayoría de conservas, embutidos y sopas instantáneas.

2. Dieta TLC (4,5)

Al igual que la DASH, la dieta TLC (acrónimo de 'Therapeutic Lifestyle Changes', 'cambios terapéuticos de estilo de vida' en castellano) fue diseñada por el Instituto Nacional de Salud estadounidense, aunque en esta ocasión como una dieta para tratar el colesterol. De nuevo, los expertos han considerado que es una dieta ideal para todo tipo de perfiles, pues es “muy saludable, completa y segura”.

La dieta TLC se centra en reducir los niveles de colesterol en lugar de en perder peso, de hecho, sus creadores aseguran que pueden bajar entre un 8% y un 10% en apenas seis semanas. ¿Cómo? Con un menor consumo de grasas saturadas de alimentos como la carne o la leche y lácteos no desnatados.

3. La dieta MIND (4,5)

Centrada en el consumo de alimentos que ayuden a reducir el riesgo de trastornos neurológicos –en particular, la enfermedad de Alzheimer–, sus siglas provienen precisamente de 'Mediterranean-DASH Intervention for Neurodegenerative Delay', traducido como 'intervención mediterránea-DASH para el retraso neurodegenerativo.

La dieta MIND se centra en menús llenos de verduras de hoja verde, nueces, bayas, pescados, frijoles, cereales integrales y aceite de oliva, o lo que es lo mismo, todos aquellos alimentos que la evidencia científica ha demostrado son buenos para el cerebro. Considerada como una de las más sanas y fáciles de seguir, como decíamos, este año se sitúa en primer lugar junto con las otras dos también diseñadas por el Instituto Nacional de Salud estadounidense.

4. La dieta mediterránea (3,9)

No falla. La dieta tradicional de nuestro país ocupa cada año un puesto entre las mejor valoradas, y no es de extrañar por la cantidad de alimentos y formas de preparación de los mismos de lo más saludables. Abundantes pescados, frutas, verduras, cereales integrales o legumbres, siempre cocinadas con aceite de oliva, y menos carnes rojas, azúcares y grasas saturadas, son la base de una alimentación mediterránea.

Además de ayudarnos a adelgazar, numerosos estudios defienden los importantes beneficios para la salud, como su capacidad para reducir los riesgos de padecer algunos tipos de cáncer o enfermedades de corazón. Sin ir más lejos, el estudio PREDIMED –la investigación de mayor envergadura que se ha realizado sobre nutrición y salud a nivel mundial– ha demostrado científicamente que la dieta mediterránea enriquecida con frutos secos y aceite de oliva virgen extra reduce en un 30% el riesgo de infarto de miocardio, de accidente vascular cerebral o de muerte por causa cardiovascular.

5. Dieta de la fertilidad (3,9)

Lo creas o no, la alimentación puede afectar a nuestra capacidad para concebir ya que lo que comemos come afecta a todo, desde la sangre hasta las células o las hormonas.

El flexitarianismo se creó para designar a aquellas personas cuya dieta es fundamentalmente vegetariana pero no hacen ascos a la carne

Tras realizar un estudio en el que encontraron que las mujeres que comían regularmente grasas saludables, granos enteros y proteínas vegetales tenían un mejor suministro de óvulos que las que tenían una dieta regular de carbohidratos refinados, carnes rojas y grasas saturadas, los doctores de la Escuela de Salud Pública de Harvard Jorge Chavarro y Walter Willett dieron nombre a una de las dietas más comentadas el pasado año y de las que seguro se hablará a lo largo de 2016.

6. La dieta de la Clínica Mayo (3.9)

Los expertos en salud de la Clínica Mayo –una de las compañías de hospitales privados más prestigiosa del mundo– crearon esta dieta hace años con el objetivo de ayudar a perder hasta 45 kilos en un año. Precisamente, el régimen se centra en la pérdida de peso a largo plazo, ayudando a desarrollar un estilo de vida diseñado para perder peso y no recuperarlo.

La dieta de la clínica Mayo no elimina ningún nutriente pero, como la mayoría de planes de adelgazamiento, prima la ingesta de frutas, vegetales y cereales integrales. La particularidad de este régimen es que insiste en el cambio en los hábitos de vida, no sólo en lo que respecta a la alimentación, también en lo relativo al ejercicio físico, al menos 30 minutos a un ritmo moderado cada día. Además incide en los peligros de los alimentos procesados, que están muy limitados en la dieta.

7. Weight Watchers (3,9)

La dieta de Weight Watchers es la única dieta comercial que se cuela en el 'ranking' (en España la marca se comercializa con el nombre Entulínea). Según los expertos de 'U.S. News' supera al resto de dietas de pago en su capacidad para ayudarnos a perder peso a corto plazo y por lo fácil que es de seguir.

El regimen pone el énfasis en el trabajo en grupo (para tener éxito en la dieta es importante el apoyo de los que nos rodean), la ingesta de muchas frutas y verduras y deja espacio para las indulgencias ocasionales, que considera necesarias para no desesperar en el intento.

8. La dieta flexitariana (3,8)

El flexitarianismo es un neologismo reciente –mezcla de 'vegetariano' y 'flexible'– que se creó para designar a aquellas personas cuya dieta es fundamentalmente vegetariana, pero no hacen ascos a la carne de vez en cuando, sobre todo si se encuentran fuera de casa. Aunque ninguna organización vegetariana la reconoce, es un primer paso para muchas personas que deciden dejar a un lado la carne y el pescado, pero no de forma radical.

La dieta flexitariana enfatiza el consumo de frutas, vegetales, cereales integrales y proteínas vegetales, que suplan las que aportaría la carne, aunque la dieta también permite el consumo de huevos y lácteos. La carne como tal sólo se añade en muy pequeñas cantidades como ingrediente en platos de pasta o ensaladas.

9. Volumétrica (3,8)

Uno de los principales inconvenientes de las dietas es que pasamos hambre. Buenas noticias: con la volumétrica no. Especialmente útil a largo plazo, se centra en mantenernos saciados y reeducar nuestra forma de comer. Creada por la profesora de nutrición de la Universidad Estatal de Penn Barbara Rolls, parte de la idea de que la gente tiende a comer todos los días la misma cantidad de comida, independientemente de las calorías que esta tenga. Una dieta basada en la reducción de las cantidades es, en opinión de Rolls, mucho más difícil de seguir que una dieta en la que se coma mucho en cantidad, pero poco en calorías.

La dieta Mediterránea ayuda a reducir los riesgos de padecer cáncer y enfermedades de corazón

Sus menús están formados principalmente por frutas, verduras, cereales integrales, proteínas magras, legumbres y lácteos bajos en grasa, aunque también se come bastante pasta y frituras de vez en cuando.

10. La dieta Jenny Craig (3,7)

Fundada en 1983 por Jenny Craig y su esposo, es una de las dietas más saludables y los expertos aseguran que sus efectos visibles a corto plazo pueden mantenerse con facilidad al menos durante 12 meses. El hecho de que 'celebrities' internacionales como Mariah Carey, Kirstie Alley o Queen Latifah, sigan a rajatabla el programa de la señora Craig, también ha impulsado que su seguimiento se haya extendido entre la población. Además de asesoramiento continuo y un control personalizado del peso de cada paciente, ofrecen la posibilidad de recibir cada día el menú completo ya preparado en nuestra puerta o recogerlo en alguno de los más de 700 centros que tiene la compañía en todo el mundo.

Si tuviésemos que seleccionar el propósito de Año Nuevo universal, está claro que ponernos a dieta sería el ganador. Tras varios días de abundantes comilonas, sentarnos a degustar un plato grasiento y ultracalórico es, por lo general, lo que menos nos puede apetecer. Así que nos sentimos con las suficientes fuerzas –y kilos de más– para empezar un régimen desde el primer día del año –aunque normalmente lo alargamos hasta después del día seis– y conseguir una salud de hierro y una figura estupenda antes de que llegue el verano.

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