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Muchas reinfecciones pero síntomas leves: comienza a perfilarse el futuro del covid
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¿DESCARTAMOS MÁS GRAVEDAD?

Muchas reinfecciones pero síntomas leves: comienza a perfilarse el futuro del covid

Ómicron sigue evolucionando con nuevas subvariantes, algunas de ellas combinaciones de versiones diferentes del virus. Su mayor efecto es que cada vez hay más reinfecciones

Foto: Brote de covid en Shanghái. (Reuters/Aly Song)
Brote de covid en Shanghái. (Reuters/Aly Song)

Aunque la mayor parte de la sociedad esté pasando página, la pandemia no ha terminado. Los últimos datos de incidencia acumulada así lo indican: 608,16 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días entre los mayores de 60 años. Sin embargo, estas cifras ya no significan lo mismo que al principio. De hecho, en términos de gravedad apenas tienen trascendencia, porque la repercusión en los hospitales y en las UCI es escasa. Entonces, ¿hacia dónde va el covid y cómo vamos a convivir con esta enfermedad a partir de ahora?

Con la supresión de la mayor parte de las medidas para evitar la transmisión, incluido el uso de la mascarilla, asumimos que el virus puede circular casi a sus anchas, así que el daño que cause dependerá de dos factores: la protección que tengamos los seres humanos (gracias a las vacunas o a la inmunidad natural por haberse infectado antes) y las características del propio virus. Por eso, la vigilancia sigue siendo esencial: los científicos siguen secuenciando muestras para comprobar la evolución del SARS-CoV-2. ¿Cómo está cambiando el 'bicho' que ha sometido al mundo en los dos últimos años?

¿Qué sabemos de las variantes que circulan?

El informe más reciente sobre variantes del Ministerio de Sanidad indica que el sublinaje BA.2 domina claramente en España, pero en la línea de lo que ocurre en otros países europeos, ya se han notificado algunas secuencias correspondientes al linaje recombinante XE. ¿De qué estamos hablando? Simplemente, de una combinación entre la ómicron original (BA.1) y BA.2 que se detectó por primera vez el pasado mes de enero en el Reino Unido y que en España, por el momento, solo representa un 2% de los casos. No obstante, “está incrementando su incidencia y probablemente empezará a ser la dominante”, comenta en declaraciones a Teknautas María del Mar Tomás, portavoz de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc).

Foto: Personal sanitario trabaja en una planta del madrileño hospital Gregorio Marañón. (EFE)

Sea cual sea la evolución de esta variante recombinante, su comportamiento clínico es semejante al resto de las versiones de ómicron conocidas. Los síntomas principales son fiebre, tos, mucosidad, cansancio y dolor de cabeza. Por eso, no se esperan sorpresas más allá de que vaya ganando terreno con respecto a otros sublinajes debido a su alta contagiosidad. “Seguramente, no tendrá un impacto clínico relevante en comparación con ómicron”, señala la experta.

XE no es la única variante que surge como mezcla de otras, puesto que también se ha detectado la XD y la XF, que tienen parte de delta y de ómicron, por lo que también se han denominado 'deltacron'. No obstante, ninguna de estas parece haber tenido el éxito de la primera. Pero, ¿cómo surgen estas combinaciones? Todo depende del azar: que una misma persona se infecte a la vez con dos versiones diferentes del SARS-CoV-2. “Cuando conviven dos virus en el mismo hospedador, se puede generar un recombinante, que coge trozos del genoma de ambos”, explica Sonia Zúñiga, investigadora del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). En cualquier caso, estas nuevas variantes “se siguen considerando sublinajes de ómicron y no son más preocupantes”, aclara, aunque “se vigilan si finalmente se imponen y tuvieran alguna característica más que pudiera ser preocupante”.

placeholder Test de covid en China. (EFE)
Test de covid en China. (EFE)

Al margen de las recombinaciones, ómicron sigue su evolución con subvariantes como BA.4 y BA.5, de las que se han detectado casos tanto en África como en Europa. De momento, no se consideran preocupantes: no son más graves ni más transmisibles, según ha aclarado ya la Organización Mundial de la Salud (OMS), y la sintomatología sigue siendo leve para los vacunados. No obstante, al ser más recientes, hay menos datos acerca de la respuesta inmune o de la eficacia de las vacunas.

Por qué hay más reinfecciones que nunca

Lo que sí se sabe es que estas nuevas variantes tienen una mayor tendencia a provocar reinfecciones. Personas que ya han pasado la enfermedad, vacunadas o no, parecen contagiarse una y otra vez. “Ha habido un antes y un después con ómicron. Las variantes previas provocaban una mayor respuesta inmune porque afectaban a nivel sistémico y las reinfecciones eran raras, mientras que las de ahora se limitan al tracto respiratorio superior, por lo que no producen una inmunidad duradera”, asegura la experta de la Seimc, que también es investigadora del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (Inibic), y microbióloga del hospital universitario de esta ciudad.

En otras palabras, cuando el virus es más invasivo, la respuesta del sistema inmunitario es más fuerte, implicando las células de la memoria, los linfocitos B y T. Sin embargo, una infección que se limita a las vías respiratorias superiores (nariz, boca y garganta), como sucede con los catarros, no provoca esa “cascada inmunológica”. El resultado es que estamos expuestos a nuevas infecciones. El caso más llamativo que se ha podido documentar es el de una trabajadora sanitaria española de 31 años que se infectó con delta y se reinfectó con ómicron solo 20 días después, según un estudio que se acaba de presentar en Lisboa (Portugal) en el Congreso Europeo de Microbiología Clínica y Enfermedades Infecciosas (ECCMID).

placeholder Mascarilla por la calle. (EFE)
Mascarilla por la calle. (EFE)

Ómicron escapa a mejor a los anticuerpos que se han generado por la infección con otras variantes y también a los anticuerpos de las vacunas”, recuerda Zúñiga. Algunos estudios preliminares indican, además, una tendencia hacia la 'especialización' de nuestras defensas: “Hay personas que se han infectado con BA.2 que solo han generado anticuerpos neutralizantes para BA.2 pero no para BA.1 ni para las variantes anteriores”, comenta la viróloga. En cambio, las que se habían infectado con esa primera versión de ómicron (BA.1) sí parecen responder, al menos parcialmente, a la subvariante BA.2.

Un estudio de la Universidad de Viena, aún sin revisión por pares, ha utilizado sueros de pacientes que se habían infectado con ómicron pero que no se habían vacunado y su respuesta ante el virus es muy débil. Al ver los resultados, los investigadores recomiendan a estas personas que se vacunen, porque la inmunización que les aporta haber superado la enfermedad parece ser muy escasa. En cambio, la protección que ofrece la vacuna es más amplia. En ese sentido, “aunque las variantes que circulen sean sublinajes de ómicron, el riesgo de ir al hospital y de morir se mantiene para los no vacunados”, recuerda la experta del CSIC. Por el mismo motivo, es esencial seguir vigilando las versiones recombinantes del virus, puesto que “no sabemos exactamente cómo se van a comportar”.

¿Hacia un nuevo coronavirus causante de resfriados?

Al ver esta evolución de la pandemia, los expertos barajan tres posibles escenarios para los próximos meses. El primero es que el virus siga evolucionando y que la gravedad se vaya reduciendo en el tiempo a medida que vaya aumentando la inmunidad entre la población. Un segundo escenario, aún más optimista, es que las variantes que surjan sean menos graves, de manera que no se necesiten dosis de refuerzo ni nuevas vacunas, porque serían coronavirus que nos reinfectarían continuamente, al igual que ocurre con otras patologías respiratorias leves. Finalmente, la menos probable es que surja una nueva variante virulenta, altamente transmisible y que suponga el inicio de una nueva crisis sanitaria.

Foto: Las granjas de visones, un foco de infecciones de covid-19 (EFE)

“Las nuevas variantes irán sustituyendo a las anteriores y es probable que sean menos virulentas aunque muy transmisibles”, opina María Tomás. Si esa evolución se confirma, “los síntomas serán más leves, habrá muchos asintomáticos, no nos daremos cuenta, no nos haremos test y el virus estará circulando de forma natural por el ambiente”, anticipa. En definitiva, el SARS-CoV-2 se transformaría en una infección mucho más parecida a la que provocan los cuatro tipos de coronavirus que circulan habitualmente entre nosotros y provocan resfriados. Al menos será así en personas completamente vacunadas y sin problemas inmunológicos de base, aunque habrá que seguir protegiendo a la población vulnerable.

Zúñiga también considera que ese es el futuro más probable para el covid, pero cree que hay que ser cautelosos al respecto. “Eso es lo que queremos creer los virólogos, pero todavía es pronto. Este virus se quedará mucho tiempo con nosotros y esperamos que tienda a convertirse en un coronavirus como sus hermanos del resfriado común, es decir, estacional y que cada vez cause menos problemas. Sin embargo, eso hay que verlo a varios años vista y sin descartar que en personas inmunosuprimidas o que tengan algún problema puede causar una neumonía de cierta gravedad”, advierte.

De hecho, los cuatro coronavirus del resfriado común podrían haber tenido una trayectoria similar. “Probablemente, cuando emergieron en su momento, hace muchísimos años, también fueron muy virulentos para el ser humano, pero después se convirtieron en lo que son, virus que causan catarros comunes. Este virus puede tener la misma evolución, pero no va a ser de inmediato”, según la viróloga del CSIC.

placeholder Visones que fueron sacrificados en una granja. (EFE)
Visones que fueron sacrificados en una granja. (EFE)

De hecho, no se puede descartar que vaya a surgir una variante más grave. “Los virus son especialistas en sorprendernos, pero si pensamos en cómo puede ser su evolución en humanos es poco probable que vaya a surgir una variante más grave”, apunta la experta. Lo normal, y lo que sucede con otros virus, es que se vaya atenuando. Sin embargo, en este caso hay un elemento distinto que mantiene en alerta a los virólogos: el SARS-CoV-2 ha pasado de humanos a animales y es posible que se estén creando reservorios en otras especies.

De hecho, con los visones se ha creado un círculo de contagio: es el único caso demostrado de transmisión de humano a animal, con circulación en ese nuevo hospedador y vuelva de visón a humano. El problema es que “ese virus que salta del visón al humano es más virulento que el que entró en visón, porque se ha adaptado al animal”, comenta Zúñiga. Al haberse detectado también en otras especies, como ciervos o felinos, preocupa que se estén generando reservorios de manera inadvertida desde los que podría volver a saltar al humano. “En principio, la probabilidad no es muy alta, pero hay que estar alerta”, señala.

Aunque la mayor parte de la sociedad esté pasando página, la pandemia no ha terminado. Los últimos datos de incidencia acumulada así lo indican: 608,16 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días entre los mayores de 60 años. Sin embargo, estas cifras ya no significan lo mismo que al principio. De hecho, en términos de gravedad apenas tienen trascendencia, porque la repercusión en los hospitales y en las UCI es escasa. Entonces, ¿hacia dónde va el covid y cómo vamos a convivir con esta enfermedad a partir de ahora?

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