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Esta pequeña tienda cántabra es un ejemplo de todo lo que está mal al comprar un portátil
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NUEVA REGULACIÓN

Esta pequeña tienda cántabra es un ejemplo de todo lo que está mal al comprar un portátil

Europa está tratando de fortalecer el derecho a reparar todo tipo de 'gadgets', pero aún sigue teniendo puntos flacos, como no abordar los portátiles. Un cántabro ha montado una tienda 'online' con todo lo necesario para repararlos en casa

Foto: Los talleres de Exxita. (Cedida)
Los talleres de Exxita. (Cedida)

"Mucha gente piensa que reparar su portátil es demasiado caro, o eso les dicen, así que acaba comprando uno nuevo". Con esa frase, Javier Sánchez Gutiérrez resume uno de los grandes problemas que encuentra cualquier usuario cuando su ordenador (u otro dispositivo) empieza a fallar. Fue lo que hizo que este autónomo decidiera dar la vuelta a su pequeña tienda de informática en Unquera, un pueblo cántabro de apenas 1.000 habitantes, más conocido por sus dulces que por despachar cables, baterías o teclados a toda España.

"Si quieres crecer, tienes que trabajar en internet, y vimos una oportunidad interesante en la importación y venta de pantallas", explica el dueño de JVS Informática a este periódico. Aquello fue hace una década y, desde entonces, han conseguido almacenar todo tipo de repuestos para alargar la vida útil de unos dispositivos a los que, generalmente, los usuarios jubilan antes de tiempo.

De hecho, casi cualquiera que lea este artículo habrá vivido situaciones en que su ordenador, de repente, ha dejado de cargar o tiene fallos en su altavoz. Pero, al llegar el momento de acudir al servicio técnico en cuestión, se han dado de frente contra las siguientes respuestas: ya no se fabrican esas piezas para solucionarlo, el arreglo tiene un precio disparatado o, directamente, es más caro que un nuevo producto. Tanto si está en garantía como si no, la salida casi siempre es la misma: desechar el aparato y sustituirlo por un nuevo.

Foto: El movimiento 'reparacionista' gana adeptos cada día.

Es lo que ha propiciado el auge del movimiento conocido como derecho a reparar, cada vez con más adeptos. De hecho, según el Eurobarómetro, prácticamente ocho de cada 10 europeos consideran que hay que exigir a los fabricantes que pongan más de su parte a la hora de reparar dispositivos o sustituir piezas. No es lo único. Algo más de tres de cada cuatro residentes en la UE prefieren reparar antes que comprar.

La consecuencia ha sido una cascada de regulaciones favorables en los últimos años. Sin embargo, en el caso de Europa, estas normativas cuentan con un amplio margen de mejora, como el hecho de que por ahora solo afecten a electrodomésticos. Eso deja fuera otros dispositivos que no pocos usuarios cambian antes de que su vida útil se haya consumido, como móviles, tabletas o portátiles. Los reguladores europeos ya han manifestado su interés en ampliar la norma para que abarque los primeros pero, en el caso de los ordenadores, ni siquiera los menciona por ahora.

El AliExpress cántabro para arreglar ordenadores

"Después de las pantallas, fuimos ampliando catálogo a teclados, baterías y más piezas", continúa Sánchez Gutiérrez en conversación con El Confidencial. Eso sí, pese a que allí solo trabajan cuatro personas, han conseguido que su stock sea una suerte de arca de Noé de los ordenadores y una de las pocas tiendas online españolas donde se puede encontrar una gama de repuestos tan amplia.

Allí hay miles de piezas para dar una segunda vida a los portátiles de las principales marcas: carcasas, conectores, discos duros, memorias RAM, ventiladores... "Somos especialistas en importación directa. Tenemos buenos proveedores en China y vendemos con un margen razonable. Luego también trabajamos con distribuidores nacionales que completan el catálogo", comenta el propietario de esta tienda, que vende tanto a usuarios finales como a otros establecimientos.

placeholder Foto: Reuters/Dinuka Liyanawatte.
Foto: Reuters/Dinuka Liyanawatte.

Preguntado por las razones de no demasiada gente se anime a reparar sus equipos, este autónomo menciona dos razones: falta de información y exceso de oferta de productos nuevos. "Cuando se pregunta al servicio oficial de la marca, es caro porque tienen un margen bestial. Por una pantalla, te van a pedir 400 euros, tirando por lo bajo, así que la gente prefiere comprar. Si vas a la tienda, depende mucho del caso, pero no es raro que tengan márgenes altos, aunque igual te pueden cobrar unos 150 euros. Si ves esos precios y el ordenador tiene ya un tiempo, al final te compras otro. Es la cultura de consumo en la que estamos", desarrolla.

Además, Sánchez Gutiérrez recalca que, en muchos casos, la sustitución de componentes no es tan difícil como muchos pueden pensar. "Cuando empezamos con las pantallas, yo mismo pensaba que era un componente que, si fallaba, olvídate. En realidad, lo puedes cambiar por unos 50 euros, mientras que un ordenador te costaría 10 veces más. La gente piensa que es mucho más caro y no lo repara, pero es algo que puedes hacer si tienes algo de tiempo y maña", comenta. De hecho, los meses de confinamiento —cuando casi todo el mundo contaba con algo más de tiempo libre— fueron su pico de ventas.

Europa aprieta las tuercas a los fabricantes

Hace un par de años, la Unión Europea aprobó una regulación en la que exigía que los electrodomésticos pudieran repararse durante la década siguiente a su compra, lo que implica tener disponibilidad de piezas en ese periodo. También se establecía que el embalaje de cada producto debería incluir el manual de reparación y que cada aparato se pudiera desmontar con herramientas de andar por casa. Ahora, la Comisión Europea ha lanzado una nueva propuesta para llevar esta regulación más allá y obligar a los fabricantes a reparar, siempre y cuando de verdad el arreglo sea más barato, independientemente de si está en garantía o no. En Estados Unidos, por cierto, se está apuntando en una dirección similar.

"La consecuencia es una mayor presión a los fabricantes, que tienen que mejorar la calidad de los productos y hacer que se averíen menos, porque trabajan sobre la obsolescencia. Siguen manteniendo precios elevados de piezas originales para que al cliente no le interese repararlo", explica Alejandro Costa, fundador y CEO de Exxita, una firma dedicada a la economía circular; esto es, a ofrecer soporte en todo el ciclo de vida de cualquier dispositivo tecnológico, desde una lavadora a un smartwatch.

"Toda la normativa europea está ayudando a estandarizar procesos y facilitar suministro de piezas, y eso va a bajar el coste de la pieza y la reparación", celebra Costa, que puntualiza que, aunque haya cada vez más usuarios que tratan de hacer reparaciones por su cuenta, "no todo el mundo tiene esa capacidad ni quiere complicarse la vida". "Al final, es una minoría, y por eso hay profesionales que lo hacen", recuerda.

La Comisión Europea también ha destacado el "aumento de los desechos y las emisiones de gases de efecto invernadero" debido a esta sustitución por equipos nuevos. Costa, sin embargo, recalca que el punto débil de esta norma es que "solo aplica sobre una gama de productos", además de que "la excepción que se da a los fabricantes es sustituirlo por uno con coste menor, pero ahí solo valoran el coste económico, no el medioambiental, cuánto cuesta producir un nuevo equipo".

Foto: Foto: EFE.

Sobre este punto, Costa subraya que hay mucho margen de mejora a la hora de "asegurar la trazabilidad de lo que se hace". "En un informe, ellos pueden decir lo que quieran", avisan en Exxita antes de poner sobre la mesa uno de los puntos fuertes de su proyecto: los pasaportes digitales, "que funcionan de forma similar al libro de revisión de los coches". "Es una forma de asegurar que se recuperan y se mantienen en la cadena de valor. Somos los primeros en Europa en tener una herramienta de este tipo", aseguran.

Ahora, la propuesta de la Comisión Europea tiene que llegar al Parlamento y el Consejo para seguir la tramitación habitual. "Creo que la gente empezará a reparar más, pero no tanto como nos gustaría. El consumismo en el que estamos no va a ceder, aunque se potencie la reparación y la reutilización", responde Sánchez Gutiérrez cuando le preguntan por el futuro del derecho a reparar. En Exxitas se muestran más optimistas, aunque lamentan que "todavía hay mucha declaración vacía de sostenibilidad y greenwashing". "Aún no estamos ni en un 1% de sostenibilidad real, no hemos empezado a curvar el modelo lineal, y tiene que hacerlo de principio a fin".

"Mucha gente piensa que reparar su portátil es demasiado caro, o eso les dicen, así que acaba comprando uno nuevo". Con esa frase, Javier Sánchez Gutiérrez resume uno de los grandes problemas que encuentra cualquier usuario cuando su ordenador (u otro dispositivo) empieza a fallar. Fue lo que hizo que este autónomo decidiera dar la vuelta a su pequeña tienda de informática en Unquera, un pueblo cántabro de apenas 1.000 habitantes, más conocido por sus dulces que por despachar cables, baterías o teclados a toda España.

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