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¿Un móvil eterno y que puedes reparar? Existen y estos son los mejores
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que un chapuzón no jubile tu teléfono

¿Un móvil eterno y que puedes reparar? Existen y estos son los mejores

Para que cada golpe no conlleve un susto, lo ideal es hacerse con un móvil capaz de resistir cualquier accidente o que, al menos, sea fácil de reparar (incluso por ti mismo)

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Un golpe fortuito o un chapuzón accidental pueden dar al traste con los cientos de euros que vale ese 'smartphone' que nos acompaña en el bolsillo allá donde vayamos. Sin embargo, elegir bien tu nuevo móvil puede servir para evitar que su primer impacto vaya seguido de un susto (y de un costoso viaje hasta el servicio técnico). A día de hoy, ya es posible hacerse con teléfonos resistentes o que, al menos, sean fáciles de reparar cuando el daño ya esté hecho.

Actualmente, el que se lleva la palma en lo que respecta a la sencillez de su reparación es el Fairphone 2. Lanzado en 2015, el móvil creado por la compañía holandesa que trabaja solo con fábricas en las que se respetan las condiciones laborales de sus trabajadores tiene ciertas características que lo convierten en una especie de móvil modular: algunos de sus componentes son fáciles de sustituir y, además, la propia empresa los vende por separado.

Es precisamente por ello que el portal iFixit valora este móvil de poco más de 500 euros con la máxima nota posible en su clasificación de reparación de ‘smartphones’: el Fairphone no solo se ha ganado un 10 de puntuación, sino que es el único teléfono que la tiene actualmente. La posibilidad de desmontar hasta los más pequeños módulos con un destornillador estándar y el hecho de incluir las instrucciones de desmontaje convierten a este dispositivo en la mejor opción si la intención del comprador es ponerse manos a la obra en cuanto algo falle.

No obstante, hay más alternativas (aunque no tan fáciles de reparar) buscando entre las principales marcas del mercado. Una de ellas es el LG G5, que se puso a la venta hace ahora un año siguiendo en cierta medida la filosofía modular y está disponible por unos 350 euros. Según iFixit, este dispositivo merece rozar el sobresaliente porque algunos de sus componentes son modulares y, además, tiene pocos tornillos y no recurre a ningún tipo de pegamento, lo que convierte el a veces tedioso proceso de abrir el móvil en algo sencillo.

El problema, en el caso de este modelo, vendría con la rotura de la pantalla. Tal y como han podido comprobar los ingenieros de la plataforma, el hecho de que todas las piezas estén unidas entre sí hace que el bloque al completo tenga que ser sustituido cuando el cristal se rompa. Un pequeño inconveniente que supondría un aumento en el coste de la reparación, aunque se lleve a cabo de forma autodidacta.


Paradójicamente, este es el Samsung más moderno con una nota aceptable en lo que a su reparación se refiere. Otros, como el S5, apenas llegan al aprobado y, por su parte, el flamante S8 se queda en un 4: tanto su batería como su pantalla están fijados de tal forma que tratar de repararlo por cuenta propia se convierte en una misión poco menos que imposible.

Mientras tanto, el iPhone 7 y su hermano mayor, el iPhone 7 Plus, presentan un digno 7 en esta singular clasificación. En ambos casos, la batería es de fácil acceso, aunque la amplia variedad de tornillos presentes en los ‘smartphones’ de Apple hace que, en ocasiones, una reparación requiera de hasta tres tipos de destornillador diferentes.

Esa es la misma nota que reciben tanto la versión anterior del iPhone como dos teléfonos asiáticos: el Meizu MX6 (disponible desde hace solo unos meses por menos de 300 euros) y el One Plus 2, que también cuenta con tornillos estándar y piezas fáciles de reemplazar. En ambos casos, la gran pega es la misma: la pantalla está ensamblada de tal forma que cualquier rotura implica una sustitución de todos sus componentes.

¿Cuáles resisten mejor?

Puede que tampoco esté de más prevenir y, a la hora de elegir un nuevo ‘smartphone’, decantarse por uno que ofrezca algo más de resistencia. Para ello, lo ideal es comprobar cuál es su grado de protección IP, un estándar que determina cuál es la resistencia de un móvil ante el polvo y el agua, dos de los principales enemigos de los componentes electrónicos del ‘smartphone’.

Ese IP (International Protection Rating) va seguido de dos números: el primero indica el nivel de resistencia al polvo y puede ser un 5 o un 6 (pueden entrar pequeñas partículas en el primer caso y es totalmente hermético en el segundo), mientras que el siguiente indica la resistencia al agua, yendo esta desde el 5 hasta el 8. El nivel más bajo señala que el móvil puede resistir un chorro de agua, mientras que el más alto implica que el teléfono puede ser sumergido a más de un metro de profundidad.

En este sentido, móviles como el Samsung Galaxy S8 o el LG G6 parecen buenas opciones: ambos cuentan con un nivel de resistencia IP68, lo que indica una protección casi absoluta ante el polvo o incluso un baño. En este caso, probablemente el dispositivo de LG sea el más completo: su Gorilla Glass tanto en la parte delantera como en la trasera asegura resistencia a las rayaduras y a los golpes.

No obstante, aquellos que busquen todavía más resistencia pueden recurrir a los teléfonos rugerizados, aquellos que cuentan con una protección extra tanto para la intromisión del polvo y el agua como para evitar que los golpes causen desperfectos. En este singular sector, destacan los teléfonos comercializados por la compañía de maquinaria de construcción Caterpillar bajo la marca Cat.

El Cat S60 cuenta con un chasis de aluminio reforzado para que soporte caídas de hasta dos metros e inmersiones en cemento

Por ejemplo, el Cat S60 no solo cuenta con una certificación IP68, sino que además cuenta con un chasis de aluminio reforzado (siguiendo especificaciones militares) para que soporte caídas de hasta dos metros y aguanta inmersiones incluso en el cemento. Un móvil todoterreno, disponible por algo más de 500 euros, pensado para todo aquel que no quiera preocuparse cada vez que su móvil sufre un accidente, por aparatoso que sea.

No obstante, para optar a uno de estos móviles resistentes a todo tipo de golpes no es necesario hacer un desembolso tan alto. De hecho, otras opciones como Blackview BV6000, Ulefone ARMOR o Doogee T5 apenas llegan a los 200 euros. Si bien sus diseños no son los más atractivos del mercado, su capacidad de encajar golpes o chapuzones y sus precios los convierten en alternativas más que serias para quienes prefieran tener un móvil inmortal (o casi).

Un golpe fortuito o un chapuzón accidental pueden dar al traste con los cientos de euros que vale ese 'smartphone' que nos acompaña en el bolsillo allá donde vayamos. Sin embargo, elegir bien tu nuevo móvil puede servir para evitar que su primer impacto vaya seguido de un susto (y de un costoso viaje hasta el servicio técnico). A día de hoy, ya es posible hacerse con teléfonos resistentes o que, al menos, sean fáciles de reparar cuando el daño ya esté hecho.

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