El hombre detrás de la crisis de Gobierno en Italia: de 'Gran Hermano' a virrey en la sombra
Rocco Casalino mueve muchos hilos del poder en Italia, y es también una de las piezas clave en la crisis de gobierno que sacude estos días El país entre Conte, el M5S, el PD y Renzi
Rocco Casalino es un extraño caso de consejero y portavoz de un mandatario con un poder desmesurado que levanta ampollas. Aparece por todas partes como una sombra inevitable. Tantas, que cuando ayer el ex primer ministro Matteo Renzi daba un portazo a la coalición de gobierno parecía que le daba un portazo específico a este personaje: "Resolver los problemas con un tuit es populismo. La política no es un 'reality show", decía Renzi. ¿Recuerdan aquella frase mítica del exvicepresidente español Alfonso Guerra que decía que el que se moviese no saldría en la foto? En Italia, hoy hay pocas cosas seguras, pero una de ellas es que Casalino seguro saldrá en la foto (la otra cosa segura en Italia es que cualquier cosa segura puede dejar de ser segura en unos minutos).
Él no hace fontanería, practica el exhibicionismo. Ya lo advirtió cuando le entrevistaron antes de entrar en la casa más famosa del mundo: “Soy malditamente exhibicionista y 'voyeur”. Era el año 2000 y Rocco era uno de los 10 concursantes de aquel terremoto mediático que supuso en Italia, como en el resto del mundo, la primera edición de 'Gran Hermano'. Y de ahí, de ser el concursante inteligente y culto de aquella famosísima edición, en la que quedó en cuarto lugar, ha ido subiendo escalones hasta convertirse en el virrey del país.
Eso molesta y escuece a muchos que entienden que no se puede pasar de participar en un 'show' donde te ven cada mañana lavarte los dientes a sentarte a una mesa con Merkel y Macron. Pero pasa, tal cual, para escarnio de sus críticos, que le ven codeándose con los mandatarios europeos en reservados. Los demás van solos, él acompaña siempre a su primer ministro. Merkel, Macron, Conte y… Casalino. Las fotos de ambos con otros presidentes se han convertido ya en una broma. “Rocco Casalino, la sombra de Conte. Un portavoz a lo Hitchcock”, es el titular de un artículo del 'Corriere'. “Es más fuerte que un ministro, el hombre clave en el Gobierno. Es un ministro de propaganda”, explica Simone Canettieri, periodista de 'Il Foglio' especializado en el Movimiento 5 Estrellas (M5S), a El Confidencial.
Hoy, el apellido Casalino suena con fuerza. Italia se enfrenta a una nueva crisis de Gobierno. La Italia Viva del ex primer ministro Matteo Renzi ha abandonado el barco, quizás a cambio de cambiar al capitán y contramaestre, y la mayoría parlamentaria de sus ex del Partido Democrático (PD) y el M5S se tambalea. “Italia Viva quiere la cabeza de Casalino. El PD lo soporta, pero tampoco les gusta”, explica Canettieri.
“Conte y Casalino quieren pasarme por encima en el Parlamento”, dijo el propio Renzi el lunes, para luego añadir, poniendo a Casalino en primera línea de fuego, que “la idea de ser pasado por encima por Casalino es una idea que nunca hubiera creído cuando empecé a hacer política”. “No me interesa lo que dice Casalino”, ha solventado el exministro de Interior y antiguo incendiario de la última crisis de Gobierno italiana, Matteo Salvini. El portavoz de Conte es siempre mirado de reojo por la política tradicional, como un extraño invitado a una fiesta que no le pertenece. Pero el hecho es que, aunque Renzi "nunca lo hubiera creído", el ex 'gran hermano' pasa de hecho por encima de muchos, y aunque a Salvini "no le interese", el ex 'gran hermano' juega un papel crucial en la política actual italiana que interesa a tantos.
La voz de los populistas
Casalino nace en política de la mano del M5S. Los populistas siempre supieron que internet y la comunicación eran clave en su 'revolución democrática'. Un exconcursante de 'Gran Hermano', además licenciado en ingeniería electrónica y con una imagen de hombre capaz, reunía todos los requisitos que el cómico Beppe Grillo, líder del Movimiento, pretendía entre sus reclutas vip. Casalino, por entonces, era más que un licenciado en ingeniería; era licenciado en una herramienta más útil: televisión. Había participado tras salir de la Casa en varios programas de entretenimiento e información, y en 2007 se había convertido en periodista profesional inscrito en la región de Lombardía. “Él asume toda la teoría de Grillo y Casaleggio [el otro líder del M5S] de que lo importante es la comunicación. En 2013, él ya empieza a gobernar en ese campo dentro del Movimiento”, explica Canettieri.
Acompaña desde entonces, en el mismo coche, a los personajes más importantes del M5S, como Luigi Di Maio, actual ministro de Exteriores, o Virginia Raggi, actual alcaldesa de Roma, a los debates televisivos. Los prepara y alecciona para enfrentarse a los focos. Finalmente, en 2018, bajo su batuta, el M5S es el partido más votado de Italia y alcanza su sueño de poder. “Entonces, Di Maio pone a Casalino al lado de Conte para tener controlado al primer ministro”, explica Canettieri. Conte es un simpatizante del Movimiento, pero no un afiliado, al que tras el acuerdo con la Lega se nombra primer ministro como solución intermedia de una complicada coalición.
El primer ministro, por su parte, ha negado esa labor impuesta de pastoreo de Casalino y en una entrevista en 'Il Fatto Quotidiano' dijo: “Yo no estudié como primer ministro, a diferencia de muchos políticos de carrera. Cuando fui nominado, ni siquiera tenía una cuenta de Facebook. En ese momento, elegí a mis colaboradores y elegí a los mejores, a los más talentosos. Elegí a Casalino después de hablar con él. Creo que un primer ministro no debe rodearse de hombres que siempre dicen sí, sino de profesionales que sepan dar su aporte”.
"Los viejos me dan asco"
Lo ha dado. Ha construido una historia para Conte, personal y de personaje, y ha manejado la pandemia con lo que se conoce en el gabinete de comunicación como la 'estrategia Casalino'. ¿En qué consiste? Los días previos a cada decreto se filtran todo tipo de normas para probar la aceptación de la gente y prepararla ante medidas poco populares. “Es un hombre disponible y capaz. El teléfono móvil de Casalino es hoy el poder de Italia. Tiene veintitantos grupos de WhatsApp desde los que maneja los hilos”, señala Canettieri.
Su figura es hoy indiscutible. No parece que Conte sacrificara su cabeza en una posible remodelación de Gobierno, pero en Italia, desde los tiempos de Bruto y Julio César, en la cúspide del poder se teme, sobre todo, a los amigos. ¿Puede ser Casalino la cabeza que se cobre Renzi para regresar a la mayoría parlamentaria? A
estas alturas, eso se antoja poco botín para haber demolido los cimientos del Ejecutivo en medio de la pandemia y haber, a tenor de las primeras encuestas, sacrificado su ya deteriorada imagen pública.
En todo caso, el ex 'gran hermano' puede pagar sus excesos, su sobreexposición, esa que anunció antes de entrar en la Casa que tanto le gustaba. Muchas veces ha hecho meteduras de pata públicas por exceso de confianza. “Muchos lo critican también por homofobia. Es un político que salió del armario y en Italia aún hay mucha homofobia”, concluye Canettieri.
En realidad, tiene diversos escándalos, pero el más sonado es por una entrevista en 2004 donde dijo frases como los “pobres huelen mal” o “los viejos me dan asco y las personas con síndrome de Down me molestan”. Explicó años después que aquello formaba parte de una práctica de una obra de teatro, y el director de la academia lo niega. Nunca se ha aclarado, pero en 2004 Casalino era un joven muy famoso que se hacía un hueco hablando, mucho, de todo, hasta conseguir hoy alcanzar ese lugar donde se decide no si hablas tú, sino si pueden hablar los otros.
Rocco Casalino es un extraño caso de consejero y portavoz de un mandatario con un poder desmesurado que levanta ampollas. Aparece por todas partes como una sombra inevitable. Tantas, que cuando ayer el ex primer ministro Matteo Renzi daba un portazo a la coalición de gobierno parecía que le daba un portazo específico a este personaje: "Resolver los problemas con un tuit es populismo. La política no es un 'reality show", decía Renzi. ¿Recuerdan aquella frase mítica del exvicepresidente español Alfonso Guerra que decía que el que se moviese no saldría en la foto? En Italia, hoy hay pocas cosas seguras, pero una de ellas es que Casalino seguro saldrá en la foto (la otra cosa segura en Italia es que cualquier cosa segura puede dejar de ser segura en unos minutos).
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