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Pasticho italiano: Renzi abandona la coalición y deja en el aire el futuro del Gobierno
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Dimisión de las ministras de IV

Pasticho italiano: Renzi abandona la coalición y deja en el aire el futuro del Gobierno

El ex primer ministro italiano ha anunciado la dimisión de las dos ministras de su partido, Italia Viva (IV), que eran parte del Gobierno de coalición liderado por Giuseppe Conte

Foto: Foto de archivo de Matteo Renzi. (Reuters)
Foto de archivo de Matteo Renzi. (Reuters)

Según la web de cocina giallozafferano, el 'pasticho' es “un primer plato que inicia una fiesta en cuanto se coloca en la mesa, sin esperar a las ocasiones especiales”. El diccionario patrio, además, añade un significado a este vocablo que se traduciría como “desorden, confusión o chapuza”. La política italiana es, desde hace décadas, un inmenso 'pasticho' capaz de cocinarse de formas inimaginables. Cayó el Gobierno, de nuevo, pero no del todo. Hay matices.

El ex primer ministro italiano Matteo Renzi anunció este miércoles la dimisión de las dos ministras de su partido Italia Viva (IV) del Ejecutivo de coalición que lidera Giuseppe Conte. La gobernabilidad del país queda en el aire en un momento clave, con la pandemia apretando y a medio aprobar el plan para gestionar los fondos europeos de recuperación.

Se intenta ahora formar una nueva mayoría para evitar a toda costa ir a elecciones, algo que ni Conte, ni Renzi ni nadie de los del grupo de enfadados quieren. ¿Por qué? Porque saben que todos ellos van a perder. No hay estrés, no se preocupen, sin novedad en las casas: 'pasticho' para cenar a 60 millones de italianos. Otra vez.

Foto: Protesta de sanitarios contra el Gobierno en Italia por la falta de recursos. (Reuters)

Crisis a fuego lento

La crisis política se ha ido retransmitiendo y subiendo de intensidad en las últimas cuatro semanas ante el estupor y desinterés de una sociedad semiencerrada en sus domicilios, obligada a elegir entre el susto que es la economía y la muerte que es el virus. La extraña coalición del Movimiento 5 Estrellas (M5S), el Partido Democrático (PD) e Italia Viva (IV), un partido no votado por nadie, nacido tras las elecciones con tránsfugas liderados por el ex primer ministro y exlíder del PD Matteo Renzi, ha caído por ley gravitatoria.

Pareció y parece, para al menos un 73% de la población, según una encuesta que publica este miércoles 'Corriere', una cuestión de egos provocada por ese mal de poltrona que afecta a algunos exmandatarios que asumen con dificultad el papel de actor secundario. Renzi regurgita haberse ido antes de tiempo, fruto de aquel referéndum constitucional de diciembre de 2016 en el que se sacrificó sin que nadie se lo pidiera.

Y el problema es que desde entonces no sabe cómo volver. Nadie le puede negar que, al menos, ha conseguido ocupar las portadas de todos los periódicos y telediarios con su grupo de 18 senadores que no le pertenecen, pero que son la llave para ¿acabar? con el fantasma de un populismo que le acabó primero a él. El M5S pasó años sacudiendo la piñata de Renzi, sus excompañeros del PD son hoy sus mayores enemigos y la 'vendetta' es una palabra italiana de tradición familiar y política.

placeholder El primer ministro italiano, Giuseppe Conte. (EFE)
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte. (EFE)

Lo curioso es que Renzi fue el artífice de esta coalición de gobierno de costuras entre tres enemigos íntimos, cuando el otro Matteo de la política italiana, Salvini, quiso en agosto de 2019 hacer caer el Gobierno para ir a unas elecciones que le daban como ganador. El problema es que ahora no se entiende bien qué le llevó a formar un Gobierno con un primer ministro, Giuseppe Conte, que detesta tanto como al M5S, y qué le ha llevado casi un año y medio después a bajarse del barco en el peor de los momentos posibles. Más allá de problemas estructurales sobre fondos europeos y políticas sociales que ha sacado a relucir Renzi como excusa, ¿los políticos creen que la gente entiende que en medio de un incendio devastador en el que están ardiendo sus casas los bomberos se peleen por la dirección de la manguera?

¿Te atreves?

El final ha sido tragicómico. Días de discusiones con los medios de por medio en que Renzi culpaba a Conte y Conte, cansado de las amenazas cada vez menos veladas y crecido por el apoyo personal de los sondeos, decidió tirarle el guante: ¿te atreves?

Y Renzi se atrevió. A las 18:15, el ex primer ministro anunciaba que sus dos ministras, con las que comparecía, Teresa Bellanova y Elena Bonetti, dejaban el Ejecutivo. “Hace falta coraje y sentido de responsabilidad para dejar una poltrona”, presumía un Renzi que sabe que es obligado en cada crisis de gobierno usar la atenuante de desapego al cargo. La política patria está tan mal vista que todos intentan parecer que no la ejercen.

“El sentido de responsabilidad es hoy buscar soluciones. Nosotros estamos al lado de todos los que luchan contra el virus, las familias. Nuestra responsabilidad es dar respuestas. La crisis política no es de Italia Viva, la crisis política está desde hace meses. Resolver los problemas con un tuit es populismo. La política no es un 'reality show”, señalaba el ex primer ministro, en clara referencia al poderoso asesor Rocco Casalino, mano derecha del primer ministro y exconcursante de 'Gran Hermano'. En todo caso, Renzi garantiza que apoyará medidas concretas aunque salga del Ejecutivo. “No facilitaremos un Gobierno de una derecha antieuropea que siempre hemos combatido”, ha aclarado Renzi, Es decir, Italia Viva rompe con Conte, pero le aclara que puede volver.

Foto: El ministro de Exteriores de Italia, Luigi Di Maio. (Reuters)

... Y una resurrección

Minutos antes de ese anuncio, Conte se había reunido con el presidente, Sergio Mattarella, y anunciaba que “seguimos si hay una mayoría sólida, no queremos votos de aquí y allí”. Ese "aquí y allí" tiene nombre y apellidos: Clemente Mastella.

La cíclica política italiana tiene la capacidad de resucitar 'muertos'. Aquí el 'loop' es magnífico, sublime, 'pasticho' en receta clásica. Mastella fue ministro de Justicia entre 2006 y 2008, y dimitió por un escándalo relacionado con las cuentas de la Sanidad en su región de Campania. Se fue dejando cadáveres y haciendo caer en 2008 el Gobierno de Romano Prodi. Trece años después, regresa al primer plano con su extraña democracia cristiana de la Unión Democrática por Europa, a veces de izquierda y a veces de derecha, pero siempre alrededor del poder.

Foto: El primer ministro italiano, Giuseppe Conte. (EFE)

“Conte ya tiene los votos”, mascullaba Renzi los días previos, sabedor de que Mastella tiene en el Senado los senadores suficientes del grupo mixto para alcanzar ese milagro que es el Conte III.

La figura del 'premier' empieza a tener algo de mística en un país al que le faltan calles para honrar a tantos mandatarios caídos en servicio. Nadie pensó antes de los comicios de 2018 en un Gobierno de Conte I, pocos apostaban tras la crisis de 2019 que hubiera un Conte II, y pocos se atreven ya a aventurar que no haya un Conte III, IV o V si fuera necesario. Conte parece tener una virtud importante en la política italiana: entendió que, en el 'pasticho', la clave es la bechamel.

Según la web de cocina giallozafferano, el 'pasticho' es “un primer plato que inicia una fiesta en cuanto se coloca en la mesa, sin esperar a las ocasiones especiales”. El diccionario patrio, además, añade un significado a este vocablo que se traduciría como “desorden, confusión o chapuza”. La política italiana es, desde hace décadas, un inmenso 'pasticho' capaz de cocinarse de formas inimaginables. Cayó el Gobierno, de nuevo, pero no del todo. Hay matices.

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