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La guerra en Gaza, vista desde las activistas olvidadas de Irán: "¿Dónde está la empatía?"
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critican la hipocresía de occidente

La guerra en Gaza, vista desde las activistas olvidadas de Irán: "¿Dónde está la empatía?"

Oriente Próximo es un vasto territorio lleno de vasos comunicantes: ¿qué piensan las mujeres activistas iraníes del actual conflicto en Gaza? ¿Ha afectado en su lucha?

Foto: Protesta contra Israel, el 19 de abril de 2024. (EFE / Abedin Taherkenareh)
Protesta contra Israel, el 19 de abril de 2024. (EFE / Abedin Taherkenareh)

Buena parte del pueblo iraní siente que su lucha por la libertad está envuelta desde hace décadas en un avispero donde la geopolítica, de forma directa e indirecta, es clave para el apoyo global que recibe en su lucha. Lo mismo sienten los habitantes de Gaza y Cisjordania, pero desde la orilla opuesta. Los muertos, presos o apaleados de ambas tierras se analizan bajo el horror de contemplar la sangre fresca, pero bajo la atenuante o agravante de su ideología.

Oriente Próximo es un vasto territorio lleno de vasos comunicantes. El Gobierno de los ayatolás es el principal apoyo que tiene Hamás en la esfera internacional y eso, denuncian algunas iraníes, hace que muchos de los que están en contra del brutal ataque que sufren ahora los palestinos por parte de Israel se coloquen de perfil ante su causa. ¿Son equiparables ambos hechos? En el caso de las mujeres, ¿qué piensan las activistas iraníes del actual conflicto en Gaza? El Confidencial se ha puesto en contacto con cinco activistas persas para entender su visión sobre lo que ocurre en Palestina y cómo afecta a su lucha. Tres de ellas viven en Irán, una está exiliada en Norteamérica y la quinta vive en España. Sólo la última no ha pedido que sea ocultado su nombre por miedo a las represalias.

"Lo que está sucediendo en Gaza es un desastre humano, independientemente de cómo, quién y con qué motivación se inició. Matar a niños y personas indefensas, poner a las personas en condiciones en las que no tienen agua, alimentos ni servicios sanitarios mínimos, es lo más sucio. Ahora, creo que Hamás es un grupo ideológico y, como cualquier otro grupo ideológico, mantener su ideología y difundir sus creencias es más importante que salvar las vidas de las personas. Personalmente, pienso que si Hamás cree que más asesinatos y catástrofes ayudarán a difundir aún más su ideología, agradecerá que suceda", explica D.

"Yo creo que esta guerra de Gaza influye en nuestro movimiento feminista de forma negativa. El mundo ahora cree que los Gobiernos Islámicos son oprimidos y se han olvidado que la República Islámica sigue matándonos según sus leyes. La República Islámica de Irán está aprovechando esta situación para con una propaganda gigante intentar cambiar la opinión del mundo y manipular la realidad. Mucha gente en la comunidad internacional que ahora apoya al Gobierno Islámico, no sabe nada de ideología islámica y no sabe básicamente que está apoyando a asesinos", sostiene A.

Foto: El sistema antimisiles israelí. (Reuters/Amir Cohen)

Esa es una visión genérica del movimiento feminista iraní. La sensación de que su lucha se ve bajo el prisma del tablero político global. Muchas voces acusan a Occidente de hipócrita ante lo que ocurre ahora en Gaza. Las activistas persas también denuncian sufrir en sus carnes hipocresía. "La guerra es siempre horrible, y los que piden paz y libertad muestran una reacción natural y humana. Pero aparte de la tristeza de ver la gente que está muriendo y esa destrucción, es bueno dar un paseo para atrás y encontrar la causa fundamental de la guerra. Casi todo el mundo es consciente de que esta guerra comenzó el 7 de octubre. La mayoría de nosotras hemos visto las imágenes de esos crímenes, y sabemos que todavía no han sido liberados los rehenes", subraya B.

"Tengo alguna pregunta para los que se están manifestando: ¿Sienten compasión por los rehenes y sus familias? ¿Qué pasa con el genocidio en Myanmar? ¿Qué pasa con los musulmanes chinos? ¿Y qué pasa con las mujeres iraníes en los últimos dos años? ¿Algunos de ellos hablaron de lo que sucede en Irán en sus universidades? ¿O se manifestaron? En mi opinión, estas personas están influenciadas por la propaganda de la República Islámica y sus afiliados, así como por la ideología de la izquierda, porque parece que no reaccionan ante muchos temas del mundo, excepto Palestina. Quienes están en contra de esta guerra en realidad están en contra de la destrucción de Hamás. ¿Qué saben estas personas sobre Hamás?", continúa.

Foto: El logo de Naciones Unidas en una ventana de su sede de Nueva York. (Reuters/Allegri)

Luego, ella misma responde esa pregunta: "Si quieren saber más sobre Hamás, pueden venir a ver de cerca a Irán, el padre espiritual de Hamás, y sentir cómo es la vida bajo la sombra de Hamás y sus amigos. Como el Gobierno de Irán ha invitado a todos los estudiantes occidentales que protestaban en apoyo de Hamás, les invito a que vengan y estudien en las universidades iraníes para saber lo que es".

La activista iraní, que iguala una protesta social contra la muerte de civiles con el apoyo a un régimen islamista, entra de lleno en un mensaje recurrente desde la órbita conservadora occidental que acusa a cierta izquierda de movilizarse solo por las causas que encajan con sus ideas. ¿No hacen ciertos conservadores lo mismo cuando se horrorizan por los cadáveres de civiles que los misiles rusos generan en Ucrania y no por las personas que perecen bajo toneladas de escombros tras los masivos bombardeos israelíes ahora en Gaza?

Un mensaje para los palestinos

En esa disyuntiva de hacer política con el dolor ajeno, unas y otras víctimas se sienten discriminadas. "Creo que Hamás está usando a su gente para su propio beneficio. Los palestinos son rehenes de Hamás, no tienen otra opción ahora. Si sucede una guerra en Irán, también nuestro régimen usará nuestras vidas. Quizá el mundo occidental no entiende eso, y siempre cree que la gente puede protestar y cambiar su vida porque no tienen ni idea de lo que es una dictadura y el miedo que hay en nuestros países. Hamás es igual que nuestro régimen", dice C.

¿Se sienten solas en su lucha? "Tengo una pregunta en mi mente todos estos meses de la guerra: ¿Cómo que durante todos estos dos años de nuestras protestas ningún palestino ha mostrado empatía con nosotras? ¿Dónde están esos palestinos? Nosotros en Irán siempre tenemos que pensar en ellos. En las escuelas nos enseñan que debemos pensar en ellos y siempre nos obligan a donar dinero para ellos. ¿Dónde estuvieron cuando el Gobierno de Irán ejecutaba a sus opositores?", señala C, sobre la falta de apoyos visibles en Palestina a su causa.

Foto: Las vicepresidentas segunda y tercera del Gobierno, Yolanda Díaz  y Teresa Ribera, en el Congreso. (EFE/Mariscal)

Hay también visiones entre las activistas persas que entienden que entre premier israelí Benjamin Netanyahu y el líder supremo iraní Alí Jamenei hay un nexo de unión en su extremismo. "El conflicto entre el estado islámico y el estado judío directamente no afectará al apoyo internacional al Movimiento Mujer, Vida, Libertad, pero el régimen sí lo utilizará para aumentar la presión sobre las mujeres y en general sobre el movimiento democrático que lucha por la democracia en el país. Las guerras, todas, no son buenas para los avances sociales y, por lo tanto, solamente benefician a los tiranos y al comercio armamentístico. En este caso, para Netanyahu y Jamenei lo que ocurre va muy bien. Ahora más que nunca hay que luchar por la paz en todo el mundo y de forma muy especial en Palestina, Sudán, Congo y Ucrania", señala Fariba Ehsan, presidenta de la Asociación Iraní Pro Derechos Humanos.

La respuesta es muy razonable. Buscar la paz y acabar con la muerte de inocentes es algo sencillo de decir, pero más complicado de llevar a cabo. "La memoria mundial olvida muy rápido ciertas cosas. Básicamente, cada nueva guerra o desastre que ocurre en una región afecta a la opinión pública, como hemos visto con Gaza y Ucrania. La cooperación parcial e inconsciente de las naciones con Hamás, y tal vez con la República Islámica debido al, en mi opinión, show montado frente a Israel, puede impedir que la comunidad internacional vea cómo estos gobiernos cometen crímenes", contesta D.

En Irán, nada ha cambiado

Un ejemplo significativo de ese ¿olvido? se ha vivido recientemente. El rapero iraní Toomaj Salehi ha sido condenado a muerte en Irán por apoyar las revueltas que se produjeron en todo el país tras la muerte de Mahsa Amini, apaleada en 2022 por las autoridades por llevar mal puesto el velo. La respuesta de la comunidad internacional, también la artística, ha sido bastante tibia ante una condena pendiente de apelación.

¿Sienten apoyo o desapego ante un nuevo ejemplo de la dureza de un régimen que condena a muerte a un artista por cantar a favor de la libertad? "En Irán, mucha gente piensa que no es una sentencia definitiva y que cambiará tras la apelación. Pero, por otro lado, la gente dentro de Irán ya no tiene esperanzas en las campañas internacionales. A pesar de todas las campañas globales después del movimiento de las mujeres, ningún país o grupo adoptó ninguna medida práctica y nuestras condiciones en Irán no cambiaron", señala D.

"La noticia de Toomaj ha pasado desapercibida entre todas estas noticias y creo que los artistas están todos prestando atención a Gaza y se les ha olvidado que la raíz del problema es la República Islámica de Irán. Toomaj es un gran ejemplo de una persona valiente, un ejemplo del mensaje de la música rap, pero parece que los artistas internacionales se han engañado también con la propaganda de que debemos respetar todas las opiniones para mantener la paz", opina C.

"Básicamente, las personas o los artistas muestran una especie de indiferencia hacia la opresión en todos los rincones del mundo, y solo reaccionan cuando están influenciados por la propaganda. Y hoy en día la propaganda de la opresión de Palestina llena todos los oídos y no hay lugar para defender a los verdaderos luchadores por la libertad", dice B.

Foto: Isfahan. (J.B.)

Entre esos luchadores está también la premio Nobel de la Paz, la iraní Narges Mohammadi, que el pasado abril conseguía filtrar una carta desde la prisión donde cumple condena en la que, entre otras cosas, pedía a los pueblos del mundo que "detengan esta guerra salvaje que representa la cara fea y horripilante del apartheid de género en Irán".

Ella, como Toomaj, han sido castigados por levantar la voz. "La República Islámica nunca deja sin castigo a los y las ciudadanos que son críticos al sistema teocrático que domina al país. El mayor enemigo del régimen son la inmensa mayoría de la población que se enfrentan al régimen en las calles, en las universidades, en las fábricas, en las redes sociales", señala Fariba.

La activista residente en España vuelve a denunciar el trato que reciben los que en su país se atreven a levantar la voz. "Miles de activistas a favor de los derechos humanos sufren largas condenas de prisión, si es que no son condenados a la pena capital, solamente por defender la dignidad humana. La tortura a los prisioneros y prisioneras es una práctica institucionalizada. En estas cárceles las mujeres sufren mucho más por ser mujer. Será la historia la que juzgará la crueldad del trato de un régimen a sus ciudadanas y de otro lado la enorme valentía de las mujeres que han decidido decir 'no' a la tiranía. Narges Mohammadi es una de estas mujeres que arriesga su vida para levantar la voz de libertad, incluso dentro de las celdas de aislamiento y los muros, mientras está rodeada de gente que le consideran enemiga del representante de Dios en la tierra", concluye Fariba.

Buena parte del pueblo iraní siente que su lucha por la libertad está envuelta desde hace décadas en un avispero donde la geopolítica, de forma directa e indirecta, es clave para el apoyo global que recibe en su lucha. Lo mismo sienten los habitantes de Gaza y Cisjordania, pero desde la orilla opuesta. Los muertos, presos o apaleados de ambas tierras se analizan bajo el horror de contemplar la sangre fresca, pero bajo la atenuante o agravante de su ideología.

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