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Un presidente 'TikTok' como última esperanza para pararle los pies al Sinn Féin en Irlanda
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Un líder Milenial con una imposible misión

Un presidente 'TikTok' como última esperanza para pararle los pies al Sinn Féin en Irlanda

A sus 37 años, se convierte en el Taoiseach más joven de la historia en un momento clave: el bipartidismo del último siglo ha llegado a su fin

Foto: Simon Harris habla ante los medios tras ser confirmado como nuevo líder del partido irlandés Fine Gael. (Europa Press/Eamon Ward)
Simon Harris habla ante los medios tras ser confirmado como nuevo líder del partido irlandés Fine Gael. (Europa Press/Eamon Ward)
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Siendo un adolescente, Simon Harris se sintió "completamente frustrado" por la falta de información sobre el autismo que le habían diagnosticado a su hermano pequeño. Al ver todo el "estrés y tensión" por la que estaban pasando sus padres, a los 16 años decidió convocar una reunión política en el salón de la parroquia de su ciudad natal, Greystones. Al evento acudieron alrededor de 60 personas y aquello se transformó en un lobby y grupo de apoyo para las familias de autistas. Tan solo fue el principio.

A sus 37 años, Harris se convierte ahora en el primer ministro más joven de la historia de Irlanda. La guinda a una carrera de gran velocidad. A los 22 años, fue elegido concejal (registrando un récord en número de votos); a los 24, entró como diputado en el Parlamento irlandés; a los 27 fue nombrado secretario de Estado; y a los 29 ya era ministro.

La República se encuentra en plena transición histórica: el bipartidismo que durante el último siglo ha dominado el parlamento de Dublín ha llegado a su fin y el Sinn Féin, el que fuera brazo político del ya inactivo IRA, es el que lidera ahora las encuestas para los comicios previstos para 2025. Los nacionalistas, que tienen por objetivo la reunificación de Irlanda e irrumpieron con fuerza en las elecciones de 2020, han hecho ya historia en Belfast liderando por primera vez desde la partición de la isla hace 103 años el ejecutivo de la provincia británica de Irlanda del Norte, a la que el Brexit ha dejado con un estatus diferente al del resto de Reino Unido.

Todo avanza más rápido de lo que los analistas habían previsto. Y ante los grandes desafíos, se encuentra ahora el primer 'TikTok Taoiseach', un mandatario millennial con la misión casi imposible de mantener al Fine Gael en el poder.

Foto: Andrew Hassard, de 43 años. (C. M.)

Cuando Leo Varadkar (que tenía 38 años cuando tomó las riendas del Gobierno) conmocionó el pasado 20 de marzo a su partido y a la nación al dimitir como primer ministro de Irlanda, solo un político parecía dispuesto a aprovechar el momento: Simon Harris.

Tan solo cuatro días después del inesperado anuncio de Varadkar, el joven político era nombrado como su sucesor como líder del Fine Gael en unas primarias en las que no hubo contrincantes. El próximo 9 de abril, cuando el Parlamento retome su actividad tras Semana Santa, será nombrado oficialmente como nuevo Taoiseach (jefe de Gobierno de la República de Irlanda).

Al aceptar el liderazgo de su partido, reiteró la postura proeuropea, su apoyo a Ucrania y pidió un alto el fuego inmediato en Gaza. Y aunque pidió un modelo "más planificado" y "sostenible" para la inmigración —una cuestión que ha dominado la política irlandesa tras los disturbios en Dublín el año pasado—, instó a "luchar contra el populismo y la polarización deliberada".

Según Irish Daily Mail, el ex comisario de la UE, Phil Hogan —quien había sido despedido por Varadkar por violar las restricciones de la pandemia sanitaria de covid en 2020— fue quien dio el chivatazo a Harris para que fuera preparando el terreno ante el breaking news.

Aunque tanto analistas como los propios compañeros de filas ya habían puesto desde hace tiempo la atención en Harris por "sus grandes habilidades de oratoria, su energía positiva y ética de trabajo". Desde el principio, él tenía claro cuál sería su destino. Siendo ya concejal, abandonó sus estudios universitarios para dedicarse enteramente a la política.

Cuando Fine Gael sufrió importantes pérdidas electorales en 2016, Harris no solo sobrevivió en un frágil gobierno minoritario, sino que su carrera se vio impulsada al ser nombrado para el puesto más difícil del Gabinete: el de salud.

Foto: Representantes del Sinn Féin MLA Conor Murphy, presidenta Mary Lou McDonald y vicepresidenta Michelle O'Neill. (EFE/Mark Marlow)

Como ministro, se convirtió en una figura destacada en el trascendental referéndum sobre el aborto de 2018, presionando con fuerza para que se votara por el sí para permitir el acceso sin restricciones al aborto a las mujeres de hasta 12 semanas de embarazo.

"Terrible abucheo"

Con la llegada de la pandemia, la República de Irlanda tomó precauciones tempranas y cerró todas las escuelas y universidades casi quince días antes de que Reino Unido impusiera el confinamiento. Pero seis semanas después de la emergencia nacional, Harris cometió un gran error hablando sobre la perspectiva de una futura vacuna: "Recuerden que este es el covid, eso significa que ha habido otros 18 coronavirus y no creo que hayan encontrado con éxito una vacuna para ninguno". La realidad es que la Organización Mundial de la Salud nombró al covid para reflejar el año en que se descubrió la enfermedad.

Ampliamente ridiculizado en las redes sociales por su falta de conocimiento, se disculpó por lo que describió como un "terrible abucheo". Aunque fue precisamente su dominio de redes sociales lo que le hizo aparentemente inmune al daño político en una época posterior a la lucha contra el malestar laboral, los pasillos de los hospitales abarrotados, las listas de espera en auge, los sobrecostos y los escándalos de negligencia.

Foto: Foto de archivo: partidarios del Sinn Féin en Dublín durante las elecciones del pasado febrero. (Reuters)

Se mueve como pez en el agua con Facebook, Instagram y particularmente TikTok, donde acumula cerca de 100.000 seguidores, más de 10 veces lo que tiene la cuenta de su partido. Es a través de estos canales donde ha ido narrando tanto su carrera política, como su vida personal, con la boda con su novia de toda la vida, Caoimhe Wade, enfermera en un hospital para niños de Dublín, y el nacimiento de sus dos hijos.

Cuando Leo Varadkar llegó al poder en 2017, ya veía a Harris como un importante rival. Y tardó poco más de tres meses en degradarle a un puesto de segundo nivel en el gabinete, supervisando el recién creado ministerio de Educación Superior, Investigación, Innovación y Ciencia.

Pero aquello le ofreció una base ideal para viajar semanalmente de campus en campus, haciendo microblogging y tomándose selfis por todo el país, construyendo una imagen como político más conectado con las preocupaciones de los adolescentes y los veinteañeros que luchan por formar su propia familia y acceder a una vivienda.

Se mueve como pez en el agua con Facebook, Instagram y particularmente TikTok, donde acumula cerca de 100.000 seguidores

La pregunta ahora es si Harris será tan solo un primer ministro fugaz o podrá conseguir que Fine Gael obtenga un histórico cuarto mandato consecutivo. La misión es más que compleja. Desde su independencia de Reino Unido en 1921, las formaciones de centro-derecha —el Fine Gael y Fianna Fáil— se han ido alternando en el poder. Ahora, sin embargo, se sitúan en tercera y cuarta posición en los sondeos de intención de voto, con el 19,5% y el 18,2% de apoyo para las próximas elecciones generales que, como tarde, deben convocarse en marzo de 2025.

Por su parte, el Sinn Féin ha sabido canalizar el descontento del electorado y con un respaldo del 28% en las encuestas lleva meses liderando la primera posición. Los nacionalistas de izquierda liderados por Mary Lou McDonald ya irrumpieron con fuerza en la Dáil Éireann en 2020, pero no lograron formar gobierno, ya que los dos partidos mayoritarios unieron fuerzas con los Verdes formando un ejecutivo tripartito.

Foto: El primer ministro irlandés, Leo Varadkar. (EFE/Robert Ghement)

Descartaron formar coalición con Sinn Féin reprochando su pasado violento y unas políticas económicas que tachan de populistas. Pero los jóvenes irlandeses ya no lo asocian con el IRA. Ven los vínculos de los inicios de la formación con los terroristas como algo ya del pasado y se sienten ahora atraídos por su amplio programa de vivienda pública, en un país donde los alquileres están en sus picos más altos. En definitiva, más que por su objetivo nacionalista, la popularidad del Sinn Féin reside por ser un partido antisistema.

Si bien el principal socio de coalición del Fine Gael, el Fianna Fáil, no cierra ahora la puerta a una posible asociación con el Sinn Féin, Harris ha querido dejar claras sus intenciones desde el principio. En su discurso de victoria ante los fieles del partido, provocó el mayor aplauso cuando trazó una clara línea roja entre su formación con el Sinn Féin, señalando que nunca había roto vínculos con el IRA. Recordó cómo, solo unos días antes, un asesino de policías convicto del grupo terrorista había recibido una despedida paramilitar con su ataúd envuelto en la bandera nacional irlandesa.

"Fine Gael representa la ley y el orden", señaló. "Defendemos que las calles sean seguras y que nunca se permita que el crimen quede sin control. Cuando vi el tricolor de esta república sobre el ataúd de un asesino de la Garda pensé ¡Vergüenza! ¡Recuperemos nuestra bandera!", cerró.

Siendo un adolescente, Simon Harris se sintió "completamente frustrado" por la falta de información sobre el autismo que le habían diagnosticado a su hermano pequeño. Al ver todo el "estrés y tensión" por la que estaban pasando sus padres, a los 16 años decidió convocar una reunión política en el salón de la parroquia de su ciudad natal, Greystones. Al evento acudieron alrededor de 60 personas y aquello se transformó en un lobby y grupo de apoyo para las familias de autistas. Tan solo fue el principio.

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